«La concentración de riquezas, el poder del dinero, por sobre todo, el dinero fácil, en su accionar destruye la historia, la educación, cultura , los valores de una sociedad que desee permanecer limpia y sana.»

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Comunicar para dialogar

Sofía Valenzuela Aguila

Doctora en Bio-química. Investigadora Centro de Biotecnología. Universidad de Concepción.

“Nada en la ciencia tiene valor para la sociedad si no es comunicado, y los científicos están comenzando a aprender sus obligaciones sociales”, dijo en 1953 Anne Roe, psicóloga norteamericana. Un siglo antes, el trabajo de naturalistas y exploradores con incalculable valor documental, mostraba al mundo las maravillas de los nuevos mundos y sus criaturas extrañas y asombrosas. Un par de décadas más tarde, la televisión transmitiría en vivo uno de los hitos científico-tecnológicos más impresionantes en la breve historia de la humanidad: la llegada del hombre a la Luna.

En octubre, Biobío fue epicentro de la comunicación científica en Chile, coronado con un Congreso Nacional de Escolar de Explora el mes pasado, que dejó gratas sensaciones en los participantes y los que asistieron a las actividades. La ciencia se comunica, sin embargo, no siempre se logra derrotar creencias o formas de pensar que anulan la racionalidad de la ciencia. Las emociones moldean nuestra conducta, bien lo saben desde el marketing y la política, para la comunicación de la ciencia es algo similar.

¿Cómo explicamos que en pleno siglo XXI existan personas adultas que dicen que la tierra es plana? Reaparecen movimientos anti-vacunas, aun cuando ha demostrado ser un fraude; algunos que aseguran que pueden predecir terremotos o desastres naturales. Curiosamente, en la Encuesta Nacional de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología 2016, de CONICYT, la sociedad chilena tenía una buena percepción de la ciencia y tecnología en general. Junto a ello, creen que los avances científicos traerán beneficios para la sociedad, en especial en el ámbito de la salud. Pero también perciben riesgos asociados a estos. Lo llamativo de la encuesta es que pocos de los encuestados se sentían informados acerca de la ciencia, no así de tecnología. También era llamativo que la gran mayoría no pudiera identificar un centro o lugar donde se hace investigación.

Pero, ¿por qué estamos así? Quienes hemos optado por una carrera científica, estamos acostumbrados a conversar entre pares y pensar que nuestro quehacer es relevante para la sociedad. Nos encontramos en congresos de la especialidad, una vez al año, publicamos nuestros avances en revistas de la especialidad, formamos a profesionales y postgraduados, guiándolos en sus tesis o trabajos finales. Nos sentimos cómodos con nuestro entorno, probablemente no somos seres muy sociales. Si nos preguntan ¿qué investiga?, nos cuesta salir de las barreras del lenguaje técnico.

Necesitamos aprender a comunicar para dialogar sobre lo que queremos hacer juntos, en sociedad. No basta con una charla, no basta con sentir que contando lo que hacemos es suficiente para forjar una sociedad con pensamiento crítico. Estamos a tiempo para que la nueva generación de científicos, sepa comunicar, por lo que debemos empezar a formar estudiantes en etapas tempranas, en conjunto con profesionales del área de la comunicación, mediante el diálogo de disciplinas que abordan problemas complejos desde miradas que convergen. Creo firmemente que las universidades deberían incluir en las mallas de las diferentes carreras la asignatura de comunicación científica y también filosofía y ética. Si bien ha habido avances en comunicar la ciencia hacia la sociedad, necesitamos más comunicadores, mejores científicos alineados con las necesidades de la comunidad. Si logramos comunicar nuestro quehacer para dialogar de mejor forma con la comunidad, habremos avanzado mucho en nuestra misión de crear conocimiento con valor para la sociedad.

Fuente de figura:
Las 7 C de la Comunicación

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8 Comentarios en Comunicar para dialogar

  1. Dialogo, no discusión de sordos, es lo que le hace falta a la sociedad nuestra.
    Que buena leccón de civilidad y de relaciones humanas, aplicable en todos los ámbitos.

  2. Le había leído otros artículos en la «prensa tradicional», específica, clara, sólida, como buena mujer e importante científica y pre-clara intelectual penquista.
    Un abrazo Sofía.
    Continúe nutriéndonos con sus columnas.

  3. Si Sofía, basta de enclaustra-miento intelectual y científico, a acercar el saber a la ciudadanía.
    Muy buen Artículo.

    • Efectivamente Claudio, debería ser parte de las obligaciones, de todos quienes nos dedicamos a la investigación, dar a conocer nuestro quehacer a la comunidad.

  4. Extraordinariamente que los científicos den a conocer sus trabajos, por de pronto…felicitaciones a USTED Sofía por sus artículos en este medio y, por supuesto saludos a los ventanaciudadana.
    Ojalá se sumen mas científicos a estas páginas.

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