
Ideas para una nueva constitución
Si algo se ha logrado con las multitudinarias movilizaciones, es abrir la posibilidad de una nueva Constitución Política para Chile, debido al cuestionamiento en su origen y planteamientos de la actual. Una constitución es la ley fundamental del estado, es el marco legal por el cual se regula un país bajo la aceptación de todas las leyes internacionales que ayudan a dignificar al ser humano y bajo ella, todas las otras leyes nacionales o locales que el poder legislativo genere, esto es, el congreso nacional.
Al tener nuestra sociedad la posibilidad de construir tan importante estatuto legal, que en su vida independiente ha realizado solo 7 de estos textos (1818 – 1822 – 1823 – 1828 – 1833 – 1925 y 1980) nada mejor que aportar a este serio y plural debate de cómo queremos proyectar nuestro país de ahora hasta al menos 50 años más, para así insertarlo en el mundo actual con su dinámico desarrollo en donde respeto, justicia, integración, derechos, deberes, dignidad, desarrollo, bien común, solidaridad, naturaleza, compromiso y otros conceptos; son fundamentales en un país que marcha rumbo a una integración planetaria nunca antes vista:
Estimo que en un primer lugar debe incluir el texto completo o lo esencial de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, en donde Chile es uno de los países firmantes desde su gestación, como parte integral y fundacional de su articulado. También debe señalar con claridad los objetivos del estado como el Bien Común y el deber de este de proporcionar a los más vulnerables variadas alternativas para alcanzar su pleno desarrollo, y así aportar positivamente a la construcción de un país más equilibrado e integrado.
Una tercera idea es el más amplio respeto a las minorías étnicas, religiosas, afectivas, inmigrantes y otros, como elementos que contribuyen a entender la diversidad en un mundo globalizado, en donde todos son valiosos y colaboran para una sociedad más desarrollada e integrada. Reconocer de una vez la realidad plurinacional de Chile como los mapuches, aimaras, rapa nui, magallánicos y otras, como realidades históricas permanentes, con una identidad propia que aporta y se integra positivamente a nuestro país. Hacer sentir a todos los chilenos y chilenas que formamos parte de un gran proyecto país integrado y trabajando por objetivos comunes, en donde quiera que se encuentren y colaborando en la medida de sus capacidades. Devolver al estado su importante rol de custodio efectivo de instituciones y servicios básicos y sin fines de lucro como salud, agua, previsión, educación, energía, viviendas básicas, minería, bosques, mar, pesca, etc. Poner al alcance de todos y todas la tecnología, cultura, artes y patrimonio como servicios y bienes a conocer, valorar y compartir, en una educación permanente e integradora para el conocimiento de nuestras raíces identitarias.
Si algunas de estas ideas las veo incluidas en la nueva Constitución, me sentiré muy satisfecho de haber hecho un aporte al presente y futuro de nuestro Chile, y así ayudar a forjar esa patria sana, equitativa y buena con la cual soñaron nuestros libertadores.
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