Importancia y viabilidad de la agroecología

Los alimentos constituyen la primera necesidad de todos los seres vivos, para conseguirlo muchas especies se desplazan grandes distancias. En el caso de lo humanos, la gran mayoría produce su propio alimento y, para aumentar el rendimiento productivo, se amplían las zonas de cultivo y se utilizan agroquímicos en las faenas agrícolas.

Desde que éramos nómades durante el paleolítico, nos trasladábamos para satisfacer la mayor de nuestras necesidades, “la comida”; es por ello que los primero humanos se desplazaron por todo el planeta. Durante el neolítico, con la revolución agrícola y la domesticación de los animales, el hombre se transformó en sedentario y comenzó a producir su alimento. No obstante, ciertas prácticas de caza, pesca y recolección aún continúan vigentes en distintas culturas en todo el mundo.

Una premisa básica de nuestro modelo de desarrollo nos muestra que las necesidades humanas tienden a infinitas y que los recursos disponibles para satisfacer dichas necesidades son limitados. En el caso de los alimentos agrícolas, la sociedad demanda una mayor producción día a día, la que depende de algunos elementos esenciales como: disponibilidad de tierra para cultivo, fuentes de agua dulce para riego, fertilizantes y químicos para controlar las plagas, todos estos elementos fundamentales para optimizar los cultivos. De este modo, los agroquímicos empleados constituyen elementos primordiales para aumentar los niveles de producción en la agricultura a nivel mundial. El problema de este tipo de agricultura convencional es el costo medioambiental que genera, donde el mantener una producción masiva de alimentos produce un gran impacto ecológico a causa de la contaminación que genera. Es por ello que la agroecología o agricultura sustentable centra su atención y procedimientos en el empleo de productos naturales para fertilizar y reducir las plagas que atacan los cultivos.

La necesidad de alimentos es cada día mayor, donde no toda la población mundial logra satisfacer sus necesidades básicas. Existen periodos y zonas caracterizadas por el hambre en distintos países de África y Asia y América Latina durante el siglo XX, situación que aún persiste en algunas naciones del tercer mundo. De este modo, un gran adelanto en la producción de alimentos es el control de las plagas que afectan los cultivos; entre los compuestos elaborados para dicho propósito se destacan los agroquímicos, creados con el fin de aumentar la producción, tales como pesticidas, fungicidas, herbicidas, etc., Sumados a los químicos mencionados, los fertilizantes sintéticos juegan un papel importe al ser usados masivamente en los procesos agrícolas actuales.

Otros avance en la producción agroalimenticia es el manejo genético de las semillas, como objetivo de aumentar la producción, hacerla más resistente a las plagas, hierbas competidoras y hongos. Se logra así que presenten mayor tolerancia al frío y al calor y que permanezcan más tiempo frescas en los envases y en su cadena de distribución. Todas estas modificaciones genéticas y empleo de agroquímicos son para satisfacer las demandas alimenticias en todos los niveles (local, regional, nacional y mundial). No obstante, ello no quiere decir que la producción de alimentos satisfaga la demanda total, ya que aún existen áreas del planeta donde la población no tiene acceso a la totalidad de los alimentos que requiere.

Los cultivos agroecológicos, poco difundidos a nivel mundial, surgieron en la década de 1970 con el fin de lograr un sistema agrícola sostenible, como respuesta al empleo de productos químicos perjudiciales para la salud humana. En el hecho, el propósito de la agroecología es la generación de alimentos más saludables, donde se incorporan componentes sociales y una mirada integral del ecosistema en el que se realizan los cultivos, promoviendo la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad existente. De este modo, la agroecología se refiere a un enfoque teórico-práctico que pretende aumentar la sustentabilidad agraria desde los postulados de la ecología.

La Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO), considera a la agroecología una ciencia y una filosofía de vida, ya que su puesta en ejecución radica prácticamente en los pequeños agricultores locales, los que poseen los instrumentos necesarios para ponerla en práctica, mediante la utilización de abonos naturales extraídos de compost y corrales, donde se utiliza un mínimo de químicos para controlar plagas. Esta forma de cultivo a pequeña escala en todo el mundo es una alternativa viable y sustentable para producir alimentos de forma más amigable con el medioambiente. Pero, lamentablemente, la viabilidad es solo a pequeña escala. A gran escala la producción agroecológica no es viable, ya que no podría satisfacer la demanda total de alimentos, a lo que la agricultura convencional si puede responder.

Para finalizar, consideramos necesario dejar la reflexión abierta, ya que los procesos agroindustriales provocan un gran impacto en los ecosistemas planetarios, dañando la flora y fauna con los químicos empleados, siendo la opción más efectiva de producir grandes cantidades de alimento y reducir el hambre en el mundo. Por otro lado, los cultivos agroecológicos, hasta el momento no logran un nivel de producción mundial que permita reducir la cantidad de químicos empleados en la agricultura, ello en relación a la demanda-producción mundial existente. De este modo, la agroecología actualmente no es viable, y la esperanza radica en que la industria agroquímica genere productos menos nocivos para el medioambiente y las personas, con el fin de cultivar alimentos más sanos y que no generen un impacto tan elevado en la naturaleza.

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