NAVIDAD 2020

Especial para La Ventana Ciudadana
Desde Madrid, España.

Es Navidad. Pero esta vez, la vivimos en una situación distinta, diferente, difícil y dura. Muchos no han llegado y numerosas familias lloran las ausencias. Otras celebran la vida con moderación, sencillez, mucho amor y solidaridad, recordando el espíritu que inspira esta fecha.

Es época de sacrificios, de comprender que estamos viviendo momentos tristes y preocupantes. Pero, a la vez, es tiempo de demostrar que la especie humana es inteligente y sabe sobreponerse a la tragedia. Entonces, es la hora de la responsabilidad social.

La pandemia nos ha afectado muy duramente. Las cifras son escalofriantes, porque nos estamos acercando a los dos millones de muertos en el mundo. Y las cifras se mantienen, desgraciadamente, porque aún hay personas que no comprenden la magnitud de la Covid 19, no dimensionan los alcances del contagio y no se dan cuenta de que su actitud perjudica con mayor gravedad a gente vulnerable.

Si bien los contagios no son demasiado fuertes en la juventud, en personas con patologías diversas o adultos mayores, puede resultar fatal. De hecho, las cifras oficiales demuestran que más del 60% de las víctimas son personas de más de 64 años de edad.

No abundaré en más antecedentes, porque queda demostrado que la gran mayoría hemos aprendido lo que significa vivir en pandemia y luchar socialmente contra el flagelo. Y también hemos detectado la presencia de individuos que se sienten superiores, que se encierran en su individualismo y no les importa nada más que su propia persona. O bien, que quieren ser líderes mediocres y se basan en preceptos sectarios, excluyentes y minoritarios.

Combatir estas prácticas frontalmente, puede provocar una reacción contraria a nuestros deseos. Incluso, una respuesta violenta. Por eso, creo que es oportuno practicar la persuasión, cargar de razones el por qué no se debe actuar así, recurrir al convencimiento mediante la actuación responsable.

Afortunadamente, ya tenemos las vacunas con nosotros. Es una luz que nos indica la salida del túnel. Ha sido un esfuerzo impresionante de la ciencia al servicio de la Humanidad. Los estados y las empresas están actuando conjuntamente para conseguir el antídoto eficaz que termine con esta tragedia mundial. Después de que miles de científicos de diferentes nacionalidades han intercambiado conocimientos y experiencias, las reiteradas y masivas pruebas en animales y humanos, han demostrado que la vacuna es eficaz, sirve y es segura.  Eso debemos tenerlo muy en cuenta cuando escuchemos algunas voces disidentes que tratan de negar esto que decimos. Son voces ignorantes, mediocres negacionistas de todo, que lo único que buscan es ganar notoriedad.

Pero lo concreto y definitivo es que la vacuna ya está aquí y los gobiernos planifican la mejor manera de inmunizar a sus ciudadanos. A todos, sin excepciones.

Es, entonces, la hora de la esperanza, de la ilusión.

Y cuando todo esto pase y no sea más que un oscuro recuerdo, comprobaremos que la solidaridad y la responsabilidad social han conseguido derrotar al flagelo y que la vida ha triunfado.