«Aquellos o aquellas que creen que la política se desarrolla través del espectáculo o del escándalo o que la ven como una empresa familiar hereditaria, están traicionando a la ciudadanía que espera de sus líderes capacidad y generosidad para dar solución efectiva sus problemas.»

Actualmente nos leen en: Francia, Italia, España, Canadá, E.E.U.U., Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.

NOSOTROS Y ELLOS

Andrés Cruz Carrasco

Abogado. Doctor en Derecho (Universidad de Salamanca). Magister en Filosofía moral (Universidad de Concepción). Magister en Ciencias Políticas, Seguridad y defensa (ANEPE). Máster en Política Criminal (Universidad de Salamanca).

El sentido de pertenencia a una identidad nos impide muchas veces extendernos más allá de lo que en dicho contexto se acepta como posible. Según los más idealistas, este “nosotros” tiende a ampliarse de manera natural, de modo que si es capaz de convencer a quienes eran antagonistas, esto quiere decir que en ellos también siempre estuvo este “nosotros”. Siempre habrá “un nosotros de todos los nosotros”, ya que todas las categorías que han sido usadas para clasificarnos son falsas o al menos meramente transitorias, que responden a limitados períodos de ajuste histórico. Para el filósofo francés Tristán García: “la promesa de este nosotros del nosotros vuelve y sigue volviendo sin cesar, porque nosotros somos todos nosotros, aun cuando pertenezcamos a diferentes nosotros”.

Para quienes tienen una perspectiva más bien realista, la extensión del nosotros no asegura estabilidad, por cuanto el crecimiento desmedido del grupo conduciría a que los contenidos compartidos se hagan frágiles, multiplicándose los riesgos de escisión y discordia. Es mejor mantener precisos los límites, identificar bien a los enemigos y no ser tan ingenuos como para pretender que todos algunas vez serán iguales a nosotros. Mientras más clara se encuentre nuestra identidad, habrá más intensidad interior y exterior del nosotros, favoreciendo que podamos distinguirnos del “otro”.

El universalismo idealista ha sido promovido por cristianos, budistas, musulmanes, marxistas y liberales, aún cuando en más de alguna oportunidad han derramado la sangre de quienes han considerado como potenciales “nosotros”, bajo los pretextos de la herejía y del peligro para este mismo “nosotros”.

Una noción pesimista que nos empujara a cerrarnos impediría el reconciliarnos con las diferencias del otro y alcanzar la unificación. No nos dejaría descubrir quienes somos todos a partir de la determinación de lo que nos separa, teniendo especialmente cuidado en integrar y no absorber lo distinto, aceptándolo como posible.

Reconocerse intensamente en determinadas identidades implica vincularse sólo con los que se considera como pares, crispándose sobre la base de la diferencia, encasillando a los otros por sexo, por color de piel, por religión o tendencia política, por lo que hizo o no hizo, por lo que dijo, dejó de decir, por sus palabras y por sus silencios, haciéndose una universalidad de aquello que es particular, tendiéndose a la exclusión y la violencia, alegándose paradójicamente como fundamento una lucha contra la discriminación, sin reconocer que somos un nosotros más entre muchos otros.

Recuerda que puedes seguirnos en facebook:

Responder a J.L. Cancelar la respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicado.

*

2 Comentarios en NOSOTROS Y ELLOS

  1. Nadie nos enseña ni nos esforzamos por conocernos.
    No alimentamos conciencia crítica.
    Somos presas del sistema social y económico que nos condiciona.

  2. En el clima social actual, dudo que la identidad nos pertenezca…
    Somos un apéndice del señor Mercado y sólo intentamos nos movemos, por la sobre-vivencia.

sertikex-servicios-informáticos www.serviciosinformaticos.cl