NUEVO EJERCICIO DEMOCRÁTICO EN ESPAÑA
Especial para Laventanaciudadana, desde Madrid, España.
Pienso que lo que está ocurriendo con la política española, es un buen ejemplo para que los chilenos nos fijemos en cómo se gobierna a base de consensos y búsqueda constante de apoyos. Ello, porque en este país se acabaron los gobiernos monocolor, se terminaron las mayorías absolutas y ahora se abre una interesante etapa para el desarrollo del diálogo, de la tolerancia y del respeto mutuo.
El progreso ha derrotado al voluntarismo populista y ha postergado a los extremos absolutistas. La gente ha decidido repartir su voto y sus preferencias, estableciendo un panorama desconocido hasta ahora en un período gubernamental completo. Antes, se sacaron adelante iniciativas sobre la base de acuerdos puntuales, con mirada de Estado, pero siempre llevando la iniciativa el partido de la mayoría absoluta. Por lo mismo, se produjo una etapa de transición en la cual la alternancia en el poder fue la protagonista.
Es bueno que los ciudadanos se pronuncien cada cierto tiempo sobre la calidad del trabajo realizado en las esferas gubernamentales. Y, en períodos no muy largos, elijan la que consideren la mejor opción. Muchas veces, el desgaste propio ejercido por la oposición o por una lenta capacidad de reacción de las autoridades, lleva a la ciudadanía a variar el signo político. Otras, en cambio, por un trabajo adecuado, bien hecho, se permite recibir la aprobación popular una y otra vez. Sin embargo, esto también trae consecuencias no tan gratas.
Recuerdo que tras la recuperación de la democracia en España, hace ya más de 40 años, los socialistas de Felipe González consiguieron apoyo popular una y otra vez, sumando varios períodos consecutivos de gobierno. Hasta hace menos de un año, era el Partido Popular el que se repetía el plato. Ambos cayeron por la misma razón: el desgaste y la corrupción. En tiempos de mayorías absolutas, se alcanza tanto poder, que surgen los desaprensivos de siempre que se aprovechan de tal circunstancia. Por supuesto que han provocado quiebres institucionales que, incluso, han hecho dudar del sistema democrático.
Ahora que vienen los tiempos de los consensos, del diálogo permanente y del entendimiento, se quita una parte del poder absoluto y se obliga a ser rigurosos en el cumplimiento de los programas propuestos a los ciudadanos. A la vez, se cierra la puerta o se dificulta la acción de los irresponsables corruptos que buscan el beneficio personal por sobre el bien general.
En España, el nuevo gobierno de signo socialista no quiere gobernar en coalición, pero se muestra abierto al diálogo y al acuerdo puntual. Hasta ahora, con 9 meses de Gobierno alternativo tras una moción de censura que arrancó del poder a la derecha hispana, el sistema ha ido funcionando con altos y bajos, pero avanzando.
Es una experiencia nueva para la clase política española. Y es un buen espejo donde se pueden mirar otras democracias, como la chilena, para avanzar en el desarrollo y potenciación de las sociedades, para practicar con sabiduría la convivencia y el diálogo, para terminar con la lacra de la corrupción y para reducir hasta eliminar las desigualdades que nos avergüenzan.
Buen análisis don Miguel Ángel. Nos viene, acá en Chile, muy bien para estudiar cómo sacar del parlamento a tantos políticos corruptos y como evitar a los ineptos que hacen nata en las instituciones. El Gobierno y esos personajes tienen al país patada arriba. Gracias por sus artículos para La Ventana
Buen razonamiento, qué quiere que le diga…
Para convertirlo en razonamiento colectivo y…con visión y conciencia crítica al leer, para atrás y hacia el futuro!