PASÓ LA NAVIDAD…
Algunos lo dirán suspirando y con cara de consternación por las deudas adquiridas para comprar toda suerte de juegos, juguetes y otros elementos de entretención que, en la mayoría de los casos, requiere saber algo de inglés para entender qué gracia tiene el artilugio elegido. Otros dirán: “¡Por fin, ya se terminó todo el ajetreo navideño. Puedo descansar hasta el próximo año, uf!” Pero éste llega más rápido de lo que esperamos y con él se acumulan el agobio y tedio de salir de compras y todos los gastos que ello implica.
La palabra “baby” del inglés para “bebé, guagua, infante” u otros, forma parte de los coleccionables que incluyen hasta una caja para guardarlos, de ahí los diversos tipos: “baby X, Y, Z “ y más para no dar los nombres comerciales.
Ha aparecido en el comercio una serie de juguetes con ruedas rampas y dispositivos de deslizamiento para armar muchas pistas, del tipo de los trenes antiguos, ahora llamados “ HOT WHEELS “ – inglés para “ruedas calientes”, con variedad de clases: sacacorchos, turbina de choque, cobra trituradora, “track builder mega” (del inglés para “mega constructor de pistas”), imposibles de amar, incluso para un adulto, sin la guía de instrucciones que se incluye en cada juguete.
La gama de figuras heroicas llamadas “avengers” –“vengadores” o “súper héroes”, sin olvidar los “transformers”, que se arman, desarman y transforman a voluntad – de allí su nombre –son infinitas e imposibles de retener, a no ser que seamos niños, porque ellos los nombran y conocen sin titubear. Se suman también los monstruos prehistóricos de la película “Jurassic Park” o “Parque Jurásico” en castellano, uno más feo y aterrador que el otro, pero los pequeños parecen gozar con esas características. ¿Serán estos niños los científicos del futuro, tan mecanizados, digitalizados y estructurados, fácil o difícil de comprender sus innovaciones? ¿Serán tan rígidos de sentimientos como los meca- mismos que manejan?
Por supuesto que son las películas, las que influyen en estos arquetipos infantiles: ¿positivo o negativo para el desarrollo infantil? Juzguen ustedes lo que han generados filmes como: Súper Héroes, Los Vengadores, Zombis, Vampiros, figuras satánicas y Chicas Súper Poderosas. Hace tres o cuatro décadas ni siquiera podríamos haber soñado con esta gran variedad de objetos lúdicos.
Otros artículos que gustan mucho a los no tan pequeños – hablemos de pre púberes de 12 á 14 años más o menos – son dispositivos lanzadores de agua de mayor o menor potencia y alcance para empapar al objetivo: se llaman ”Nerf” y los hay de distinto tamaño para lanzar agua con chorros de mayor o menor potencia.
Los “drones” también han conquistado el mercado de la juguetería: los hay con cámara y lentes, está el dron wifi, el con cámara militar y son idénticos a los utilizados con propósitos bélicos. ¿Con qué objeto? Pareciera que no hubiera otras formas de pasar el tiempo jugando con objetos que sean una imitación casi real de los usados en la guerra. Así las cosas, los niños se crían con esta visión de “prepararse para la guerra, si quieres la paz”.
Para niños y niñas aún existen objetos de juego más antiguamente conocidos que sirven para su desplazamiento, claro que los nombres fluctúan de tiempo en tiempo . Los “patines” pasaron a llamarse “rollers” y hoy día otra vez “patines”. El “mono-patín” de antaño se conoce y comercializa como “scooter”.
Los coleccionables más populares para las niñas son las “Lol surprise” , o sea, “sorpresa” en castellano; se trata de pequeñas muñecas que vienen en empaques tipo sorpresas y que, por lo demás, son carísimas y esa es toda la gracia. Otro juguete de colección son los “Hatchimals” – híbrido truncado del inglés “hatch” y “animal”, es decir, “animal en un reducto, trampa o entrampado”; se trata – su nombre lo dice – de un “Colleggtible”, vale decir, del inglés “collect “+ “egg” (“huevo”) + sufijo – ble, “huevos coleccionables”, porque este juego de palabras expresa la forma del envase del juguete – un huevo – que el juguete en su interior debe picotear para salir de él y “nacer”. Claro que su precio también es tan enorme como su ingenio constructivo.
Los peluches no pasan de moda, pero su precio sí es elevado, dependiendo de sus características: el cachorro habilidoso, el loro que canta rock, el dinosaurio glotón, el mono doctor, et. Porque la imaginación queda rezagada ante tantas “destrezas”.
Para qué hablar de la famosa muñeca Barbie, cuyo estereotipo ha creado de todo: vestuario urbano, playero, de gala, auto, casas y mucho más.
Las películas de Walt Disney han creado infinitud de personajes y sus respectivos peluches posteriores: Mickey Mouse, Minnie, Pluto, la Pata Daisy, la Sirenita, por mencionar sólo algunos.
Tenemos además “rodados” para los más pequeños, de diversos tipos y colores, con o sin accesorios, para niños y niñas. Generalmente para los varones la preferencia son los autos a batería o control remoto. Tanta variedad existe, que es bastante difícil la decisión rápida para agradar a los más pequeños que todavía creen en el Viejito Pascual, Pascuero, Papá Noel o como se le diga en las diversas culturas cristianas que celebran la Natividad o el Nacimiento de Jesús, festividad en la que abunda la comida, bebida con y sin alcohol y cantidades de regalos, perdiendo esta celebración su verdadero valor y significado espiritual. La dueña de casa se vuelve loca comprando regalos, preparando la cena, las decoraciones ad hoc. Los niños entre 1 y 7 años no duermen tranquilos, hasta no abrir los tan ansiados regalos del “Viejito” que se endeudó hasta la próxima Navidad.
Pasó la Navidad. Sólo nos queda sacar los adornos que esperan la Pascua de los Negros o fiesta religiosa de la Epifanía, que significa la adoración del Niño Recién Nacido por los tres Reyes Magos procedentes de oriente: Melchor, Gaspar y Baltasar, aunque dicen que eran cuatro. Nunca se supo quién era el cuarto, o si se sabe, no se menciona. Ellos traían regalos al Pequeño Jesús: oro, incienso y mirra, como símbolo de veneración al Rey de Reyes. Esta festividad religiosa es el día 6 de enero y en este día es cuando realmente se distribuyen presentes a los niños, recordando el nacimiento del Niño Dios. Claro que nuestra celebración, bastante distorsionada, otorga regalos al perro y al gato de la casa y del vecino. ¡Feliz Año Nuevo 2019, ya que la Navidad quedó atrás por el breve periodo de un año! Qué rápido pasa el tiempo.
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