«La concentración de riquezas, el poder del dinero, por sobre todo, el dinero fácil, en su accionar destruye la historia, la educación, cultura , los valores de una sociedad que desee permanecer limpia y sana.»

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Museo del Louvre, París, Francia

POR QUÉ EL LOUVRE

T. Rojas

Desde París

Reeditado.

T. Rojas desde París

El Louvre hace parte de una serie de reflexiones que me pidieron que hiciera desde París . ¿Por qué elegí El Louvre para comenzar éstos escritos? Simplemente porque éste lugar resume lo que representa Francia en el mundo . El Louvre engloba y acoge la cultura en su totalidad. Es un lugar abierto y democrático, muestra toda forma de expresión haciendo de la libertad su lema. Es un espacio donde la pintura, la escultura, la música, el cine , el teatro, la danza, la moda dialogan en un sinfín de matices y en un constante movimiento. El Louvre colabora con su “saber hacer” y se instala, ­ en tiempos frágiles políticamente, ­ en otros lugares como en Abu Dhabi. La arquitectura de éste nuevo Louvre respeta y valora la geografía del lugar. El arquitecto Jean Nouvel dice que su proyecto traduce “el deseo de crear un museo universal, en equilibrio entre la arena del desierto y el mar” El Louvre se instaló también en Lens, otra ciudad de Francia .

Naufragios…

El 2 de julio de 1816, la Fragata, La Méduse, encalla en el banco de Arguin, no lejos de las costas de Mauritania.

El ministro de la marina decide enviar cuatro naves a Senegal para volver a tomar posesión de la colonia. Las cuatro naves estarán al mando del capitán de La Méduse, pese a que el capitán de la corbeta L’Echo, tenía mayor competencia que el capitán de La Méduse. Este último comete varios errores de navegación que la llevaran al naufragio.

A bordo embarcan cuatrocientos pasajeros: soldados, familias de colonos, científicos y el que será gobernador de la colonia en Senegal.

El primer error fue el no navegar en escuadra, lo que permite ayudarse en caso de problema. Otro error fué el no seguir las órdenes del ministro de la marina : en cuanto divisara y reconociera el Cabo Blanco, tenía que dirigirse hacia el oeste, es decir, alejarse de las costas durante un cierto tiempo para luego volver, y así evitar los bancos de arenas.

Durante el proceso del capitán de La Méduse en 1817, muchos testigos dirán que éste no supo localizar correctamente el cabo blanco, por lo tanto error de navegación, error de cálculos : la impericia del capitán quedará clara y se verá a lo largo del proceso que termina con la condena de tres años de cárcel.

Cuando el barco encalla, La Méduse está aislada, los otros barcos no saben lo que ocurre, uno de ellos lanzará llamados, pero no tiene respuesta. Al cabo de cinco días los cuatrocientos pasajeros desesperados deciden utilizar los cuatro botes de los cuales solo dos están en buenas condiciones. Doscientos cincuenta pasajeros pueden embarcar
repartidos en los cuatro botes, ciento cuarenta y siete lo harán a bordo de una balsa construida rápidamente durante esos cinco días. El resto de los pasajeros se quedaran en el barco, varios de ellos no quisieron subir a la balsa cuando vieron que los ciento cuarenta y siete estaban con el agua hasta casi la cintura. Al centro de esta frágil embarcación hay un mástil y pocas provisiones casi nada.

El capitán no fué el último en subir a su bote (otro de los tantos reproches durante el juicio), suben con él oficiales y soldados éstos últimos para remar. La compasión está aún presente y deciden ayudar la balsa amarrándola con los botes y así no dejarla tirada al viento. Muy pronto los botes cortan las amarras y abandona la balsa. Dirán más tarde que era imposible tirar la balsa y que la orden venía del capitán.

Muy pocos oficiales suben a la balsa, hay soldados y colonos, es decir: pueblo. Entre los oficiales, hay dos que serán muy importantes: el ayudante del médico y un ingeniero, que harán un libro relato de lo que pasó durante los trece días que duró el calvario. Será publicado en noviembre de 1817, después que el ayudante médico hubo publicado en los diarios su versión de la tragedia, la cual produce conmoción en la opinión pública. Vuelve después a sus estudios de medicina y su tesis trata de la antropofagia a bordo de la balsa como causa medical.

Los ciento cuarenta y siete pasajeros comienzan rápidamente la batalla para sobrevivir: matanzas entre soldados y oficiales además de las tormentas reducirán en pocos días los sobrevivientes. La sed y el hambre son tan grandes que la locura esconde toda razón. La antropofagia es inevitable. De los ciento cuarenta y siete pasajeros, solo quince son
rescatados por el barco L’Argus. Una semana antes de ser rescatados, aparece un rayo de lucidez y deciden tirar las armas al mar, dejando solamente un sable. No mas batalla.

Cuando la prensa relata los hechos ocurridos a bordo de la balsa, el impacto es muy grande. El canibalismo perturba profundamente pero al mismo tiempo fascina. El canibalismo pertenece al mundo llamado entonces, “salvaje”. En el relato del médico, aparece la dificultad de aceptar ese tabú: no son los oficiales que comienzan a comer los cadáveres sino que el pueblo. Luego dirá, sin embargo, haber tratado de cocer con el resto de pólvora ese “terrible alimento” y haber recomendado “dejar secar la carne” antes de consumirla. Esto apacigua seguramente un poco: cocer el alimento es más civilizado, lo crudo es barbarie.

El impacto del naufragio golpea también la política,el gobierno : los que están contra Louis XVIII aprovechan para criticar el régimen, traspasando la incompetencia del capitán de la fragata a la incompetencia de la Restauración.

Museo del Louvre, París, Francia
Théodore Géricault, 1819. Le Radeau de la Méduse . Museo del Louvre, París, Francia

Cuadro de composición clásica por su factura piramidal pero del romanticismo por su inspiración: un hecho contemporáneo, una tragedia. El dinamismo de los sentimientos que provoca cuando se está frente a ésta obra es tan grande que el espectador está atrapado entre las tablas de la balsa y el mar enfurecido.

La obra presentada en la exposición de 1819 es muy criticada por la novedosa manera de interpretar de éste pintor y sobre todo porque el espíritu de la obra disimula ciertas intenciones políticas.

El cuadro fue expuesto en Inglaterra dos años después y tuvo un gran recibimiento. Los Ingleses estaban al corriente del naufragio y el libro relatando los hechos había sido traducido rápidamente en inglés.

Géricault muere en 1824 con solo 33 años. El Louvre compró la obra y desde entonces está expuesta a la vista de todos. El pintor tiene 26 años cuando lee el libro del médico y del ingeniero. La muerte está muy presente en la generación de Géricault: desastres militares en Rusia, España, Alemania, la caída del Imperio y la mediocre monarquía restaurada por Louis XVIII.

Géricault logra conocer a los dos autores del libro: Savigny, el médico y Corréard, el ingeniero. Durante dos años Géricault trabaja en su pintura nutriéndose del relato minucioso que le hacen éstos dos sobrevivientes a los cuales muy pronto se reúne el carpintero que fabricó la balsa. Este fabrica una réplica exacta de la balsa para el taller del pintor. Los tres sirven de modelo para el cuadro al igual que el muy joven pintor Delacroix (en el cuadro, es el cadáver que está en primer plano boca abajo y el brazo extendido).

Géricault se rendía seguido al hospital cerca de su taller para dibujar y ver la muerte en total realidad. Hace varios estudios preparatorios donde se ven escenas de antropofagia, pero finalmente deja de lado estos proyectos. Ahí se vé que el artista está profundamente impactado por lo que ocurrió en esa balsa. La obra representa el momento en que los sobrevivientes ven en el horizonte el barco L’Argus: el rescate, la salvación. Pero el cuadro relata también lo que pasó: la factura es piramidal, abajo de la pirámide, en primer plano aparecen los cadáveres con los miembros atrapados entre las tablas, la balsa casi hundida en el océano. Esto hace referencia a las primeras víctimas después de una noche de tormenta. En el segundo plano se ven hombres sentados o de rodillas y hasta una pietá: el padre con su hijo muerto entre las piernas hace la transición entre el segundo plano y el último. El segundo plano expresa el agotamiento de los sobrevivientes y también la imploración al cielo. El tercer plano es muy interesante: hay dos grupos, el primero está al lado del mástil de pié: son los oficiales. Dos caras son conocidas, la del ingeniero Corréard
que con su brazo extendido le indica el barco a su amigo Savigny que está a su lado con su barba. El segundo grupo es el que está al lado, apoyado o sobre el barril: los soldados.

Los dos grupos hacen recordar los enfrentamientos sociales por la sobrevivencia: el lugar más seguro en la balsa estaba al lado del mástil y el barril recuerda la avidez por lo que significaba vida. Los hombres del pueblo están de espalda, anónimos. El negro que está en lo alto de la pirámide es un soldado, pero representa la fuerza del pueblo. El artista demuestra que está claramente por la abolición de la esclavitud. Cuando los oficiales deciden abandonar la balsa cortando las cuerdas, uno de los argumentos era el miedo deque el pueblo se sublevara y pusiera en peligro su seguridad. El pintor hace una reflexión apropósito de la separación de la sociedad. En el cuadro, Géricault pintó tres negros y en realidad solo había uno.

El artista representa el momento en que los sobrevivientes descubren el barco en el horizonte y luego lo ven desaparecer volviendo a la desesperación; pero sabemos que a pesar del amenazante cielo, de las terribles olas que nos pueden llevar de un momento a otro hacia el abismo, hay un atisbo de esperanza en un rincón del cielo: el rescate está próximo.

25 Años después, Michelet dice en una de sus clases en el Collège de France: “Géricault pintó su balsa y el naufragio de Francia. (…) Es Francia, es nuestra sociedad entera que él embarca en «Le radeau de La Méduse».

Hoy, 200 años después de esa tragedia, la obra de arte se vuelve de nuevo realidad del implacable destino del Hombre. Estamos perdidos en el mar de tinta con una vela sin fuerza. ¿Dónde van estas sociedades que permiten que hombres, mujeres y niños tengan como destino y tumba el mar mediterráneo ?

Sergey PONOMAREV, periodista del N.Y. Times, y ganador del premio Pulitzer 2015. La llegada de Emigrantes a la isla griega de Lesbos
Sergey PONOMAREV, periodista del N.Y. Times, y ganador del premio Pulitzer 2015. La llegada de Emigrantes a la isla griega de Lesbos
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14 Comentarios en POR QUÉ EL LOUVRE

  1. Ahora si que les creo, tienen artículos internacionales y «puchas» que son buenos, este de T.Rojas me encanto.
    Felicitaciones.

  2. Encantadora la página, me la recomendaron, la visite, grandes y buenos temas, muy buenos columnistas pero este artículo me enamoró.
    Voy a seguir al autor.

  3. Cadfa vez que la leo me gusta mas este y cada uno de los artículos de T.Rojas.
    …Dan ganas de ser artista pintor.

  4. Una obra de arte para comentar otra obra de arte que relata una visión de este mundo egoísta e inhumano.

    Un siete T.Rojas.

  5. Claro, sí, lo recuerdo, es muy bueno este artículo, se puede leer muchas veces sin que deje de entusiasmar la lectura esta.

  6. Arte , Historia, Realidad, actualidad!
    Todo compensado y ordenadamente argumentado en esta pieza de Literatura artística.
    Muy muy buena.

  7. Hermoso artículo, muy buena descripción de una realidad que nos golpea hoy.
    Maravillosa descripción de una pintura histórica y de su autor.
    Que ganas que la lean los gobernantes Italianos y quienes rechazan a los migrantes en el mundo entero.
    La falta de piedad es un mal de estos tiempos

  8. Impresionante relato de la pintura y de los contenidos de su inspiración, certero ,didáctico, artístico…clarito!
    Pero mas impresionante aún la relación con la realidad vivida hace algunos días por los inmigrantes fallecidos en las costas italianas.
    Cuantos niños huérfanos, por una tragedia producto de la injusticia, el egoísmo y las diferencias sociales que»plagan» la vida de una sociedad llena de conflictos.

  9. Qué riqueza en la descripción, en la narrativa de este artículo, cuánto nos ayuda a «ver» a quienes seguramente de otro modo nos perderíamos muchos detalles que son parte del mensaje y testimonio de la obra. Qué riqueza también en el modo de introducirnos a ella. Y qué preciso y lúcido me parece, traer este cuadro , su historia y realidad a nuestro mundo de hoy . Cómo el desgarro de antes es también el desgarro de hoy .

    Muchas gracias T. Rojas por compartirnos su mirada y por su pluma.

  10. Que maravilla de relato e interpretación, un abrazo a todos quienes hacen posible este proyecto.

    Saludos!

  11. T Rojas, Es fabuloso observar la interpretación de la obra de Gericault, Además de descubrir la dedicación que entregó a su obra, de enganchar al Leer la obra del Ingeniero y Médico a interactuar con los protagonistas! generar una replica de la balsa Etc. Es una obra bien armada y con múltiples lecturas tanto en el momento de la realización como en la actualidad, lamentablemente ésta obra con una edad de casi dos siglo nos hace eco en la actualidad.
    Precisa la interpretación de la obra con la actualidad de los inmigrantes; triste, verídico e insolidario.
    Lamentablemente, se me viene a la cabeza dos amenazas actuales en que los seres humanos estamos envuelto, la primera ya descartada, no obstante muy preocupante. La situación que se vivió en Austria, pues el ultra derechista Hofer estuvo Muy cerca de ganar las elecciones presidenciales. La segunda amenaza, más conocida que la anterior es la del empresario Trump, en los Estados Unidos. Que como sabemos, lucha por ser el presidente de dicho país. «Patriotas» mas bien populistas de nula empatía! que desbordan en sus palabras la crueldad entre los seres humanos! ¿cerrar fronteras y expulsar inmigrantes?
    T Rojas,La lejanía en tiempo de la primera interpretación me abstrajo de asimilar y de sentir. La segunda interpretación, la de los inmigrantes me toca el corazón y acerca a lo que actualmente se vive en el mediterráneo.

    Arte, historia, actualidad, mezcla que nos vuelve a recordar que la historia es cíclica

    Fabulosa Columna!!

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  1. Francia los doscientos años del cuadro de Géricault. – La Ventana Ciudadana
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