«Aquellos o aquellas que creen que la política se desarrolla través del espectáculo o del escándalo o que la ven como una empresa familiar hereditaria, están traicionando a la ciudadanía que espera de sus líderes capacidad y generosidad para dar solución efectiva sus problemas.»

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Productos Chinos: ¿Puede Competir la Industria Nacional?

Nicole Carvallo C.

Economista Ingeniero Comercial Analista Macroeconómico

Una frase que hace tiempo escuchamos en el comercio es: «Desde que llegaron los chinos nos fuimos a pique». Esta referencia a los productos chinos, y la molestia es natural, ya que la competencia se ha vuelto un desafío gigante por los bajos precios de estos productos. Este descontento, por llamarlo de alguna manera, es generalizado en el comercio nacional.

Las características de las poblaciones de China y su mercado laboral hacen que la mano de obra sea una de las más baratas del mundo. Ha afectado a industrias grandes, empresas familiares y pequeños comerciantes. A modo de ejemplo. La señora Juanita vende en esta época gorros de lana. Ella gasta en lana $ 1.800. Vende sus gorros a $ 3.500. Pero, desde que la competencia trajo al mercado productos similares a $1.500 y $2.000, obviamente sus ventas disminuyeron drásticamente.

 ¿Cuál es el escenario? Hace más de 15 años nuestro país firmó un tratado de libre comercio con el gigante asiático que liberó de aranceles a la gran mayoría del comercio entre ambos países. Naturalmente con  beneficios y costos asociados. Recordemos que el 30% de nuestras exportaciones va a China (aproximadamente 140 productos), así como el 25% de nuestras importaciones viene de ese país. Sin duda uno de nuestros principales socios comerciales. Este comercio bilateral nos ha permitido acceder a productos de todo tipo, donde el fuerte es la tecnología, sin olvidar la revolución en el área automotriz. Productos a los que tenemos acceso a precios notoriamente inferiores a otros importados de EE.UU, Europa y principalmente los de producción nacional. Beneficios que son notorios para la gran mayoría de los chilenos que tiene bajos ingresos o que teniendo un ingreso «normal» prefieren gastar menos. Pero hagamos un alto; todo depende del producto que se trate, las preferencias de los consumidores y su nivel de ingresos.

Los costos han repercutido en nuestras PYMES ya que se ha vuelto una tarea titánica competir en este escenario. Han bajado las ventas, lo que ha ocasionado despidos y en muchos casos el fin de negocios pequeños, familiares y también de industrias. Aunque no es la generalidad, el comercio nacional lucha a diario con esta competencia gigante.

¿Es posible competir en este escenario? Difícil, pero no imposible, y eso lo demuestra algo que es imposible exportar: la creatividad de los chilenos. La forma de mantenerse en el mercado ha sido la diferenciación, el valor agregado en que se ha destacado, los emprendimientos, originalidad y características de los compradores.

Cada consumidor es un mundo y sus preferencias también. Todos hemos escuchado alguna vez «esto es tan malo que debe ser chino». Pues bien, es muy distinto comprar un auto, un celular o un gorro de lana. Hay personas que jamás comprarían un auto chino, pues ven «una cara bonita pero…seguro que falla». Dado que un vehículo no se compra todos los días es importante la decisión y aquí el nivel de ingresos, la reticencia a «lo chino» o incluso el qué dirán toma protagonismo. Este tipo de consumidores, llamémosle «A», hace que la competencia pueda existir pues están dispuestos a pagar más (y pueden hacerlo) por un producto que da «confianza». Esta es claramente la palabra mágica: Confianza. Aún existe en nuestro país una gran mayoría que desconfía de todo lo que diga «Made in China».

Otro grupo,  con distintas preferencias y nivel socioeconómico, llamémosle «B», no tiene problema en adquirir un producto chino porque no desconfía, no tiene los ingresos suficientes o acceso a créditos para comprar algo que duplica el precio, porque ven que el producto X cumple el mismo objetivo de otro más caro, o han visto que muchos productos electrónicos, electrodomésticos, entre otros, de marcas alejadísimas de Asia dicen «Made in China»…¿Irónico no? Claro, la aspiradora es de marca alemana, pero la armaron en China. Así ocurre con muchas cosas que usamos a diario.

Lo cierto es que los distintos tipos de compradores, acá simplificados en “A” y “B” mantienen en equilibrio el mercado que cada vez se vuelve más difícil en términos de competencia, y que afortunadamente las preferencias y características de cada consumidor nos permitirían ampliar este espectro de marcadas diferencias y elecciones y usar todo el alfabeto. Estas diferencias junto al acceso a más productos a distintos precios hacen que las preferencias tengan un rol esencial. Hay un mercado más competitivo pero más amplio y diverso.

Para finalizar, los productos chinos llegaron para quedarse, lo que es beneficioso para la economía. La competencia es posible pero nuestra industria debe seguir generando diferenciación y valor agregado, que son clave para mantener la industria nacional, aunque debemos estar conscientes que Chile no destaca por la industrialización (como China), sino por las materias primas. Este “trueque” entre dos países que tienen ventajas comparativas opuestas, se complementa.  Además, debe existir más apoyo al desarrollo de nuestra industria y al emprendimiento, evitando el proteccionismo, pero destacando el sello chileno, característica única que es imposible exportar e imposible imitar.

Figura: http://www.mercado.com.ar

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13 Comentarios en Productos Chinos: ¿Puede Competir la Industria Nacional?

  1. Sus artículos son muy buenos…
    Juega con cartas duras firmes y concretas!
    Sólida Usted Nicole.

    • Gracias Manuel por su gentileza y amabilidad en su comentarios. Le invito a leer la segunda parte de este artículo, ya disponible. Gracias nuevamente! Cordiales saludos.
      Nicole Carvallo

  2. Nicole, cerytra, como buena mujer!
    La felicito por sus artículos, siga escribiendo, yo la leeré.

    • Muchas gracias estimada Lucía! Por su lectura y comentario. Le invito a leer la segunda parte de este análisis, ya disponible. Un cordial saludo.
      Nicole Carvallo

  3. Gran artículo, gran aporte sobre una realidad qué, por muy sabida, nunca ha sido integralmente enfrentada ni asumida.

    Cómo lo hace para escribir tan Bien???

    • Muchas gracias, Carlos! Sus palabras son gran incentivo. Me invito a leer la segunda parte que sale mañana lunes 4. Saludos y mil gracias, nuevamente!

    • Muchas gracias, Carlos! Sus palabras son un gran incentivo. Le invito a leer la segunda parte, ya disponible. Saludos y mil gracias, nuevamente!

  4. Muy buen comentario. No me parece tan bueno esto de los productos chinos baratos. La mayoría de los artículos chinos calificados como ‘baratos’ que se venden en el comercio son muy malos y fallan a los pocos días de usarlos; así, en poco tiempo notamos que son ‘muy caros’ porque fallan y hay que comprar de nuevo. ¿Dónde queda lo ‘barato’?

    • Exacto Carlos, lo barato cuesta caro…y muy caro en casos de nuestra región principalmente. Un cordial saludo y muchas gracias!

  5. Una excelente ilustración a un fenómeno complejo.
    Bien argumentado, sólidamente respaldado.
    Gracias Nicole.

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