
¿QUÉ IMPLICA EL CONOCIMIENTO RELIGIOSO?
El tema “religión” resulta ser demasiado amplio y complejo de explicar por los múltiples enfoques que lo comprenden, sin embargo aún con ello es posible pensar en una caracterización general sobre ella. Héctor Amezcua Cardiel reflexiona sobre ese punto y señala: “La religión establece un sistema de conocimientos y verdades fijas que son indemostrables, obtenidas por revelación y validados únicamente por la fe. Su concepto de explicación es asimismo finalista, en el sentido de que se pregunta por el fin por el que existen los fenómenos y busca su causa última en el saber y la voluntad de un sujeto divino” (Introducción a las Ciencias Sociales, 1998, página 38).
En el anterior sentido, puede decirse que la religión parte de un concepto idealista de la realidad que presupone a un Dios (o dioses), como creador(es) de todo lo existente. Como señala el autor en referencia: “Cualquier conocimiento de este cosmos será encaminado a corroborar que el equilibrio y la grandiosidad del mismo es producto de una inteligencia y una voluntad poderosos” (Ibidem, página 39).
Retomando los párrafos anteriores, el conocimiento religioso se caracteriza por su intención, por su carácter revelado, por generar toda una doctrina en su entorno, por ser ortodoxo y regirse por el argumento de autoridad, por ocuparse de la espiritualidad y por sustentarse en la fe.
Su intencionalidad reside en que tiene como objetivo conocer cuál es la razón de la existencia humana (creada) y el papel que el hombre (entendiéndose como especie) debe cumplir en el cosmos. Se trata de un supra conocimiento que ha sido dado a conocer al hombre por el mismo Dios a través de revelaciones. Genera toda una doctrina (sistema de verdades absolutas o dogmas a profesar sin cuestionar ni dudar, con permanencia en el tiempo) que orienta la conducta de sus fieles.
Se dice que es un conocimiento guiado por el argumento de autoridad porque éste se considera verdadero por el simple hecho de ser un conocimiento revelado por la divinidad y por excluir cualquier otro conocimiento que sea contrario a aquel. Es ortodoxo porque desde él, el camino a seguir para adquirir conocimiento debe guiarse por la intencionalidad, revelación y doctrina, nadie puede apartarse de ellos para formular otros razonamientos, pues ello implicaría la violación a los preceptos de conducta y a la forma de profesar la fe. Se dice también que es un conocimiento que se guía por la fe, pues aborda situaciones que no son demostrables, por lo que exige que el hombre lo acepte sin recurrir al método científico, con base en la confianza personal en la palabra de Dios.
Las religiones no se encuentran aisladas de los contextos sociales en los cuales se desarrollan, tal como indica Eunice Bocanegra Trejo (La intolerancia religiosa en México y sus situaciones de hecho, 2004), al estar sujetas a las leyes humanas. En este sentido, Amezcua, en su obra Introducción a las Ciencias Sociales (2000), ha indicado que la religión puede complementar al Estado al regular las conductas de los hombres bajo el orden social establecido.
Las religiones guardan rasgos comunes a saber: a) una concepción del mundo colocado entre lo sagrado y lo profano, en lo santo y lo terrenal; b) un representante elegido, un iluminado, un depositario de la palabra divina, que guía a los hombres en la vía para prepararse y llegar al mundo sagrado; c) un credo, un código, un libro en el que se depositan las creencias básicas, las prácticas y rituales; d) un conjunto de símbolos, rituales de comunicación y de experiencias asociadas al culto; e) un código de comportamiento que dicta al individuo que es religioso o no, de acuerdo con su credo, que debe desear y que rechazar en la vida; f) da a los individuos un sentido de su vida, por muy difícil o fácil que sea; y g) un sentido de comunidad, ya que la religión lo liga o identifica como un miembro de un grupo social.
De tales elementos comunes pueden ser derivadas diferentes funciones sociales de la religión, entre éstas que ellas tienden a: 1.- contribuir a aceptar el orden social como un orden que debe aceptarse sin cuestionamientos; 2.- promover la solidaridad social; 3.- sancionar conductas antisociales; 4.- adaptarse al medio social; 5.- explicar las fortunas o desgracias del hombre, la sociedad y la vida; y 6.-proporcionar un modelo de conducta al alcanzar.
En síntesis, el conocimiento de índole religioso, se ocupa de lo espiritual porque parte de la distinción entre cuerpo y alma, y busca la manera de salvar a la última.
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