El privilegio como práctica. Un problema ético político

No debería sorprender que con el transcurso de las horas –no basta esperar días, pues los acontecimientos se resuelven más rápido que la capacidad humana de cotejar y controlarlos– se sepa de más casos asociados a la práctica efectiva de privilegios. Y no es otra cosa lo que el caso Marcela Cubillos significa que, curiosamente, en su publicidad, desvía la atención a otros casos. Pero a la espera de más situaciones que desnudan el sentido real de un estado de cosas que deben ser considerados en un juicio ético y político, algo se puede decir. Mientras tanto, acusaciones van y vienen dando a entender lo intuido desde décadas, que existe una casta política que tiene tejado de vidrio y, como van las cosas en su desarrollo, ya empieza a astillarse por sus costados y su centro. El panorama es gris ad-portas de unas elecciones que nos tendrán ocupados tratando de discernir dónde está la diferencia entre uno y otro postulante en la larga lista de nombres que ofrecen lo obvio, pero que no dicen cómo metodológicamente lo harán. Todo lo visto y lo que se intuye, pinta para sumar más desprestigio a una de las más nobles de las actividades humanas: la política, aquel actuar en procura de bien social suspendiendo el interés propio. Se que es pedir demasiado, pero habría que aplicar una investigación mixta para averiguar si todos los candidatos(as) tienen real comprensión del significado político y la dimensión ética del cargo al cual postulan.

¿Lo que vemos o lo que la noticia muestra es novedad? No, simplemente no. Es una perla en la gran torta de la distribución de recursos de lo cual muy pocas personas pueden gozar. Las estadísticas de economía comparada informan que Chile es el país de esta parte del continente en donde existe mayor concentración de riqueza en pocas manos. Entonces, que alguien de la elite política y económica pueda ingresar a su cuenta un salario de escándalo (he ahí un tema de corte puramente ético) no debe sorprender en nada, simplemente es una muestra de lo que debe ser corregido.  Escándalo pues no reúne la condición de justicia que, se quiera ver o no, remite a la perspectiva de una sensación de injusticia –se inicia por comparar goce de bienes– que castiga como siempre a la mayoría de la población. Los más pobres, los que pertenecen al círculo vicioso de la pobreza, pueden seguir esperando cambios en el sistema de pensiones, CAE y un número no menor de demandas que, ya es triste, pasan a ocupar la última línea informativa. La primera: los escándalos, síntoma real de una violencia que duele en el cuerpo de tantas y tantos. Reflejo de que la política es más un adjetivo que un sustantivo.

Fuente de figura:

https://inmaculadasol.com/2023/12/04/la-revision-de-privilegios-en-el-ejercicio-del-trabajo-social/

IMG de Prados.

Tomada de: https://feminopraxis.com/2020/01/15/sobre-mis-privilegios/