TIERRAS RARAS EN PENCO (CHILE) EN 2025
Los habitantes de la Bahía de Concepción o, mejor dicho, de la faja de territorio costero que va desde la región de Ñuble a la Araucanía, pasando por la del Biobío, quienes aquí habitamos estamos siendo acosados desde hace ya varios años por la minería pretendida y pretenciosa de las llamadas Tierras Raras, óxidos de metales antes ignorados o poco conocidos y que hoy son ya casi famosos a nivel mundial por su uso imprescindible en ingenios tecnológicos avanzados de todo tipo. Por ahora, la “guinda de la torta” está en Penco, y nada menos que en el ÁREA URBANA comunal, lo que el Estado –a través del SEA– debiera rechazar por ilegal e irracional.
Hoy todo sale a la exposición mundial por el quemante conflicto comercial entre EE. UU. y China, donde la Tierras Raras entran al juego con fuertes luces que las hacen destellar, pero que, de algún modo, su brillo, su proceso, su uso y su comercio lo controla de manera casi absoluta y únicamente, China.
Y en éste, nuestro aún campechano territorio va concentrando la mira de gente importante al nivel del globo, como el señor Trump en ‘su América propia’ y por el otro lado el Gobierno de China, ni más ni menos, …los más poderosos del orbe.
Si hacemos un recuento en este aún tranquilo y provinciano entorno nuestro, podremos vislumbrar quiénes y cómo se han ido interesando en nuestro territorio, y cuál es el cariz que han ido tomando las cosas. Comenzamos en años iniciales de la primera veintena del siglo con los gestores “chilenitos” que fueron los que dieron las primeras puntadas a esta veta dorada ya no tan rara, como lo fue la conocida gestora de grandes negocios financieros y mineros Larraín Vial (la misma empresa que comenzó con la aún discutida Minera Dominga en el norte, y de un modo muy semejante al caso que nos preocupa); luego siguieron los compradores peruanos, pues casi en los primeros pasos, Larraín Vial vendió su proyecto minero (se entenderá que las concesiones mineras con las que contaban y el proyecto teórico en papel), más un trámite recién iniciado de evaluación ambiental (EIA), lo vendió “todo” a una minera peruana de no muy buenos recuerdos en el norte chileno. Después de algunos fracasos iniciales con los estudios de impacto ambiental (los famosos EIA , elementos fundamentales de la “permisología” hoy tan vilipendiada por empresarios y políticos), la empresa se retira, pero retorna con nuevos impulsos, con cambio de nombre (de BioLantánidos pasa a ser Aclara), con más dinero (asociada a capitales de lejos más allá que Perú) y con mayor agresividad general en su penetración, reingresa al sistema con un nuevo EIA, que a estas alturas del tiempo programado está concluyendo.
Interesamos también a Canadá, donde Aclara se abrió a la bolsa. Y con estrategias recurre a las “fake news” para subir el valor de las acciones, publicitando su pretendido éxito con la comunidad de Penco que los apoyaría en su accionar, lo que es de una falsedad absoluta. Lo afirmo como parte integrante de la mesa técnica de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Penco.
Cabe destacar que en marzo de 2023 el municipio de Penco y todas las organizaciones vecinales organizaron una consulta pública reglamentada y visada por el SERVEL para aclarar de la mejor forma el interés de la comunidad local en relación con la minería de Tierras Raras. La votación en contra a este proyecto alcanzó un notable récord de 99,1%.
Por otra parte, en los últimos meses surgen manifiestos intereses de chilenos, tanto en esta particular minería inédita en Chile como en este “promisorio proyecto”, cuando aún no se logra aprobar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado por tercera vez ante el sistema del Estado que cautela el buen pasar del medio ambiente y el respeto del Bien Común. La empresa local MADESAL (antes principalmente forestal, hoy minera e inmobiliaria de gran formato) inicialmente se asoció con la minera BioLantánidos y su proyecto de Tierras Raras, localizado en el fundo El Cabrito de su propiedad (áreas de explotación y planta de procesamiento). A poco andar los socios tuvieron grandes desacuerdos y las empresas sostienen hoy un juicio; obviamente ya no son socias. Aclara cambió su emplazamiento de explotación minera al fundo Coihueco, de propiedad de Forestal Arauco, Celulosa Arauco y Constitución S.A. evidentemente con sus concesiones mineras por medio. En el intertanto MADESAL gestiona y logra la categoría de empresa minera. Cosa singular, el Fundo Coihueco en un insólito acuerdo entre su propietario y el Ministerio de Medio Ambiente fue inscrito en el Registro Nacional de Áreas Protegidas. Es un extenso y valioso territorio forestal con reservas de bosque nativo, donde están los casi únicos ejemplares remanentes de Queule, un fósil viviente muy difícil de reproducir (tras años de experimentación no lo han logrado la Universidad de Concepción ni la Universidad Austral). En paralelo a todos los eventos relatados, las asociaciones juveniles de Penco y Lirquén con intereses ecológicos y ambientales constituyen con formalidad legal la Corporación Parque para Penco, en un delicado proyecto experimental que considera una gran parte del Fundo Coihueco, con amplio apoyo ciudadano más el apoyo implícito de Forestal Arauco.
Por parte del Estado, el gobierno del presidente Borić continúa con el apoyo a la empresa minera que le dio el anterior gobierno del presidente Piñera a través de importantes préstamos iniciales en dólares de la CORFO. En 2024 el ministro de economía declaró públicamente que la minería de Tierras Raras es una “caja de ahorros” para el país. Después la ha puesto en el plan de acción para superar la traumática crisis industrial de la Región del Biobío con el colapso de la usina de Huachipato, un pilar fundamental en el rol industrial de la región (con el apagado de los hornos se va desplomando también el andamiaje industrial que tanto nos enorgullecía). A su vez la Cía. de Aceros del Pacífico, CAP, la dueña de la única acería integrada del país ahora cerrada, entra a la minería de Tierras Raras al asociarse con Aclara, con 20 millones de dólares bajo el brazo.
Y ahora van apareciendo también en escena políticos que fueron (o tal vez aún son) importantes, que apoyan y actúan como voceros de la minería de Tierras Raras y de los pseudo méritos de la empresa. Así vocean ante la gran prensa Eduardo Frei Ruiz Tagle y Joaquín Lavín Infante. En su entusiasmo llegan a ser cómicos al vociferar ingenuamente contra la “permisología” que retrasa la explotación (y la destrucción) del territorio, mofándose de los árboles nativos semi desconocidos que se afectarían por las faenas a rajo abierto. Los que seguimos hace ya años los estudios presentados nos damos cuenta de la ignorancia supina que demuestran y manifiestan. Pero, ¿por qué lo harán?
La Universidad de Concepción oficia de ente técnico de la empresa minera, lo ha dicho Aclara; la U. de C. lo hace casi disimuladamente, mientras Aclara ha comunicado haber diseñado un proceso casi milagroso e inédito en el mundo para obtener los minerales raros desde esas Tierras Raras (y hasta peligrosas por algunas emisiones radiactivas según lo manifestado por la Comisión Chilena de Energía Nuclear). Finalmente hablan de un proceso tan limpio e inocuo como las aguas servidas tratadas por ESBIO las que dicen que operarán. Pero claro: no hay evidencias de algo similar en el mundo de las Tierras Raras. En nuestro ámbito no se conocen opiniones técnicas, científicas ni político-técnicas de la Universidad frente a quienes requerimos una opinión objetiva, o franca y verdadera. Los bosques serán cortados, cerros serán excavados a rajo abierto (decenas de miles de toneladas de 15 tipos de arcillas), los minerales serán extraídos maravillosamente en un proceso simple y limpio, y luego los cerros serán refaccionados para plantar luego nuevos bosques nativos.
Nos preguntamos: ¿Existe alguna ingeniería que haya podido hacer eso en alguna parte del mundo? Ahora se sabe que ni EE. UU. ni Brasil han podido procesar las Tierras Raras y reconocen que sólo China es capaz de hacerlo por su larga experiencia. Además, muestra en Internet y sin prejuicios, los territorios de explotación de Tierras Raras y sus extensos suelos devastados con negras lagunas de relaves que provocan angustia con solo mirarlas.
Auscultando a los medios locales de prensa y comunicación nos damos cuenta que los principales tienen un fantástico cliente con la empresa minera, con la cual crean en conjunto estupendas “fake news” del futuro de Penco, la región y el país. Y no aceptan eventuales opiniones en contra. La minera –luego de cambiar de nombre y de socios– volvió con capitales del mundo, ingresó un nuevo EIA al SEA y confesó sin tapujos la inversión de varios miles de dólares para informar, promover y “mover” a organizaciones comunitarias y vecinales de Penco, en un proceso oblicuo, tendencioso y falso. En estos días Aclara se ha querellado contra una vecina y un vecino porque habrían dicho cosas falsas sobre Aclara y su proceso. ¿… Falsas?
AZE
07.05.2025
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