Frases de Augusto Monterroso

El escritor. novelista, ensayista y cuentista hondureño Augusto Monterroso Bonilla nació en Tegucigalpa el 21 de diciembre de 1921.Vivió sus primeros años en Guatemala y en 1944 fue encarcelado por el general Federico Ponce, huyó y se asiló en la Embajada de México. En 1954, al ser derrocado el presidente Jacobo Arbenz se exilió a Chile y fue secretario de Neruda. En 2000 recibió al Premio Príncipe de Asturias. Falleció en Ciudad de México el 7 de febrero de 2013. Es considerado maestro del cuento breve.

“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

“Quizá la dificultad del cuento reside en la sencillez”.

“El tiempo es terco y pasa y todo vuelve”.

“Lo bello del arte es el experimento, la aventura, la búsqueda”.

“La envidia es un pecado detestable. Este vicio de mis enemigos puede ser el escondido factor de las escasas críticas negativas”.

“Todo el mundo sabe – continuaba con su razonamiento – que si los caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios, lo imaginaríamos en forma de jinete”.

“En el Paraíso, hay amigos, música, algunos libros. Lo único malo de irse al cielo es que allí el cielo no se ve”.

“Dios todavía no ha creado el mundo, solo está imaginándolo, como entre sueños. Por eso, el mundo es perfecto pero confuso”.

“Existe una enorme confusión entre democracia y capitalismo. La democracia,  en nuestros países  se reduce a unas elecciones, cuando se logran. Y elecciones justas se logran muy pocas veces. La verdadera preocupación de las democracias, debe centrarse en el combate cintra la miseria, la desigualdad, la pobreza máxima en grandes capas de la población”.

“En un lejano país, existió hace muchos años una oveja negra. Fue fusilada. Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque. Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura”