SIMBIOSIS

“Los humedales desempeñan funciones tales como el control de inundaciones, reposición de aguas subterráneas, estabilización de costas, protección contra tormentas, retención y provisión de sedimentos y nutrientes, mitigación del cambio climático, depuración de las aguas y reservorio de biodiversidad.”

Los humedales urbanos están en la cresta de la ola de comentarios de medios de prensa y redes sociales. Se acrecientan las opiniones de mucha gente acerca de su importancia vital y de la urgente necesidad de protegerlos y  detener su destrucción. Sin embargo, pese al clamor ciudadano, la timidez para actuar en ese sentido por parte de las autoridades regionales y centrales persiste con una inercia incomprensible que, dadas las graves situaciones relacionadas con la crisis climática -como son la sequía persistente, la escases de agua, la deforestación y los incendios forestales- debería frenarse y provocar un cambio de actitud desde el Estado. 

Para precisar la discusión, puesto que muchos hablan u opinan sobre humedales sin saber con certeza qué son realmente, repasemos la definición de la Convención Ramsar ^[1]  que Chile ha suscrito:

“Un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan.»

Se consideran humedales, “las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros.”​

“Podrán comprender sus zonas ribereñas o costeras adyacentes, así como las islas o extensiones de agua marina de una profundidad superior a los seis metros en marea baja, cuando se encuentren dentro del humedal”.

Es bueno recordar que el Día Mundial de los Humedales se celebra cada 2 de febrero, desde que en 1971 se llevara a cabo la Convención de Ramsar. Repasadas las definiciones, veremos ahora como interaccionan los humanos con los humedales urbanos. Algunos -típicamente autoridades- permiten que los rellenen con tierra, otros los rellenan, urbanizan y construyen viviendas y edificios sobre ellos (hay ejemplos de esto en los humedales, Rocuant-Andalién, Paicaví, Los Batros, Vasco da Gama, entre varios otros), y otros los valoran y respetan.

Otra dato que conviene recordar, para entender por qué debemos cambiar de actitud frente a esto, es que “desde el año 1700, la humanidad ha destruido el 87% de los humedales del planeta y desde 1900, la humanidad ha destruido el 64% de los humedales”, es decir, en los últimos 200 años la destrucción ha sido mucho mayor que en los 200 años anteriores. Debemos achacar estas cifras al aumento exponencial de la población mundial.

Analicemos ahora el modo de interacción de un humedal en particular con algunas personas que viven y trabajan a su vera. Se trata del Humedal Los Batros, de la comuna de San Pedro de la Paz y los horticultores que cultivan hortalizas, desde hace más de 100 años en el sector Sur del humedal, entre ellos los Horticultores Boca Sur y las huertas ubicadas hacia el sector Junquillar.

El Humedal los Batros interactúa en ‘simbiosis’ con los horticultores, es decir, ambos se ayudan mutuamente, por tanto, este concepto biológico que aprendimos en la escuela se puede aplicar perfectamente para explicar este comportamiento. Veamos cómo.

Este humedal provee de agua –proveniente del desagüe natural de la Laguna Grande- y de nutrientes orgánicos a los huertos al inundarlos casi totalmente durante las lluvias y crecidas en la estación de invierno. Durante la primavera el agua se retira y mantiene el suelo húmedo para un adecuado cultivo de las hortalizas de  temporada. Los nutrientes orgánicos aportados por el agua, abonan la tierra de tal modo que se requieren pocas cantidades de abonos minerales como complemento, como el salitre.

Los huertos brindan protección al humedal ya que, como están en su interior y forman parte de él en su borde Sur, porque cumplen el rol de barrera virtual protectora para impedir que esos terrenos se rellenen con tierra y escombros, como es habitual y cotidiano en todos los humedales urbanos. Es por esta relación de conveniencia mutua, que podemos decir que cumplen con el concepto de ‘simbiosis’.

Simbiosis es un concepto de la Biología que se refiere al tipo de asociación que establecen entre sí dos individuos o entes bióticos, sean animales o vegetales, y de  la cual al menos uno de ellos se beneficia. Como tal, la palabra se compone de las raíces griegas σύν (sýn) ‘con’, y βίωσις (bíosis), ‘medios de subsistencia’. En este sentido, la simbiosis es una relación que se da entre dos simbiontes, denominación que se aplica a los organismos involucrados en el vínculo ^[2]. El tipo de simbiosis que se da en el caso analizado es el de mutualismo ya que como hemos explicado, los dos simbiontes se benefician recíprocamente: uno de ellos ‘el humedal’ provee a los huertos de agua pura y nutrientes orgánicos y ‘los huertos’ brindan protección al humedal al impedir los rellenos del sector Sur, donde están ubicados.

Lo que está ad portas de suceder, si las autoridades no entran en razón en el sentido de abortar el proyecto Puente Industrial y su Conexión Sur así como está planteado, pues invade completamente el humedal (aunque algunos aparecen en los medios periódicamente con la falsedad de que esa obra no lo tocaría) expropiando inútilmente valiosos terrenos particulares, quitando de este modo la fuente de trabajo y subsistencia a numerosas familias de horticultores que practican un agricultura verdaderamente sustentable, en el amplio sentido del concepto de sustentabilidad.

Nuevamente insistimos -como hemos explicado con otras razones adicionales a la explicada en esta ocasión, en otros artículos sobre el tema en esta Ventana Ciudadana- en que esa conexión ideada para poder conectarla con una ruta piedemonte no se debe hacer. El proyecto así como se concibió, aprobado por los señores seremis regionales, no ha sido explicado racionalmente por nadie hasta el día de hoy, ni se ha mencionado cuáles son las ventajas del piedemonte como trazado frente a la evidencia demostrable y demostrada que es mucho más adecuado y conveniente un trazado de ruta por la costa, la que se conoce en estudios universitarios científicos y técnicos como Ruta Costa.

Algunos de los propietarios de huertos del lado Sur del Humedal los Batros ya han sido notificados oficialmente, hace pocos días, de desalojo por expropiación (ver fotografía al pie). En la práctica esto, más que desalojo que es realmente un despojo, legal por cierto. Y eso no quita que sea un acto indignante de atropello estatal contra ciudadanos dignos y honestos.

 Aún estamos a tiempo de enmendar un error garrafal, como lo hemos solicitado muchas veces.

Referencias:

   [1] https://www.ramsar.org/es

   [2] https://www.significados.com/simbiosis/