URBANISMO TÁCTICO

Los espacios públicos tienen tasas de ocupación variable, existiendo algunos muy demandados, otros pasan vacíos. Muchos espacios públicos se organizan creyendo que funcionaran pero resultan fallidos. No hay actividad que los complete. Le sucede a los parques urbanos, tanto como las plazas y áreas verdes de los barrios.

Hay mucha inversión pública en estos casos que no rentabiliza por su poco uso. Es el caso del parque Rivera Norte del Bío Bío en Concepción donde se construye el Teatro Pencopolitano que a pesar de tener inversión en áreas verdes, equipamiento y ornamentación no ha prendido como un paseo. La gente aún no llega al rio. Se justifica porque no se ha soterrado la línea del FFCC.

Al implementar proyectos en parques urbanos se busca crear hábitos de uso pero no es tan fácil. El acto no concurre automáticamente. No se crea la costumbre por instalar el “espacio cosa” simplemente.

En la relación acto-espacio es clave observar el comportamiento del hombre ante el espacio y ajustar su conjunción. El espacio acoge lo que el hombre apetece, y en cierta forma intuye. El deseo es clave, al igual que lo emocional. Estas componentes, entre otras, le otorgan el enganche para algo que se ve como utilitario en definitiva sea signo y símbolo. Lo utilitario debe ir más allá y darle sentido y significación a la vida urbana.

Es por eso que el MINVU está repensando la estrategia de implementación de parques públicos y áreas verdes para anteponer un diagnóstico, debido al hecho de que varios parques habilitados con millonarias inversiones no son apropiados por la gente deteriorándose y volviéndose lugares de vandalismo e inseguridad. Esta estrategia es el llamado urbanismo táctico.

Ya lo decía Lefebre en su texto El derecho a la Ciudad que lo más difícil es crear vida urbana. Se piensa y se planifica pero no se tienen en cuanta que es lo que a la gente lo motiva y lo impulsa a usar el espacio. Los símbolos requieren entender la cultura intrínseca de la ciudad.

No se puede inventar la ciudad, especialmente el vacío público que acoge lo cotidiano, expresado en calles, plazas, avenidas, parques y paseos  La vida urbana a escala masiva es algo muy sensible. Los espacios públicos que acogen los rituales de la vida diaria están sujetos a lo que la gente busca para  apropiarse y hacerlos suyos. El mejor indicador de su éxito es la asidua demanda que se expresa en intensidad de uso, diversificación de actividades y cierta masividad duradera. La ciudad incluso debe emocionar, llegar al aparato sensible de los habitantes.