A PROPÓSITO DE LA PALABRA “VENTANA”

Ana María Pandolfi  Burzio

Docente Inglés, Alemán. Traductora Inglés-Español. Magister en Arte c/ Mención en Lingüística.

 

En esta ocasión, encontramos este término en la expresión “la ventana ciudadana”. Se trata del nombre de una publicación que abarca varios ámbitos del quehacer de nuestra sociedad, a saber, todo lo que acontece en ella, sus problemas sociales, urbanos, culturales, de conectividad, desarrollo, dentro del concierto regional y nacional.

No es que  se pretenda ser “una ventana al mundo”, pero no por ello, quedarse al margen  de lo que sucede en el  entorno  citadino de la mega ciudad, a la  que recurrimos cada vez que se presentan problemas y no somos capaces de resolverlos solos.

Se  trata más bien de contar con un medio escrito para dar a conocer lo que nos ocupa, preocupa y requiere  de soluciones en nuestra comunidad. Este medio constituirá una “pequeña ventana que se  abre en el cielo” para expresar nuestras inquietudes, falencias y posibles soluciones, sin caer en la majadería  del compromiso ideológico, sino representando posiciones  abiertas  a toda opinión.

Como dice el saber popular, “los ojos son la ventana  del alma”; así nuestros  ojos verán los hechos más íntimos y serán testigo de ellos, con el fin de dar a conocer  y lo bueno, lo malo  y lo feo que ocurre a nuestro alrededor.

Tampoco queremos ser  “una ventanilla”, tan pequeña, que nuestras manos no logren llegar a tocar, ni siquiera tangencialmente, los problemas.

Si este medio de expresión y comunicación prolifera, tendría que transformarse en “un ventanal”, amplio, de  grandes y limpios vidrios, abierto a todos, de modo que penetraran aires puros y renovados a través de él, con el propósito de poder mirar la ciudad con otros ojos, y dar  a sus habitantes interesados la oportunidad de mirar hacia afuera para encontrar vías de innovación expeditas.

Esperamos mirar por esta ventana con ojos críticos, empáticos, caritativos hacia los demás para recibir la luz de la sabiduría exterior y no sólo mirar por la ventana para matar el tiempo, el ocio, el tedio y la apatía.

Abramos entonces esta “ventana ciudadana” a todos aquellos  que habitan en nuestra sociedad pequeña, pero  de gran futuro.