Del concurso Miss 17 y otras yerbas

Quienquiera pensaría que se trata de una “operación comunicacional” destinada a tapar el escándalo del “caso Hermosilla” que ahora, con mayor propiedad se designa como el “caso audio”. Pero, no. Se trata de una información entregada por el medio digital “El Mostrador” que ha herido el corazón de un sector político determinado, poniendo al descubierto la desvergüenza de personajes “de cuello y corbata” que se pasean impúdicos por las pasarelas nacionales. Si no fuera por la existencia y valentía de los medios alternativos, casos como estos jamás se habrían sabido.

La protagonista de esta novela es Marcela Cubillos Sigall, abogada, ex ministra de Medio Ambiente y de Educación de Sebastián Piñera, ex militante de la UDI y ahora “independiente”, quien trabajó en el Instituto Libertad y Desarrollo y, ahora, es candidata a la alcaldía de Las Condes (la comuna más rica del país) apoyada por el conglomerado ChileVamos, ya que optó por la “sandía calada” desechando municipios en los que su destino habría sido incierto. Perteneciente a una familia muy ligada a El Mercurio, es uno de los rostros más reconocidos de la derecha chilena.

Para poder dedicarse a su campaña edilicia, dejó las labores que le permitían vivir con esfuerzo (su actual marido Andrés Allamand subsiste desde hace un par de años en España) y se dedicó a la docencia e investigación académica en la Universidad San Sebastián. La chispa que encendió la pradera fue el dato de El Mostrador que señalaba que la profesora percibía una remuneración bruta de 17.000.000 de pesos mensuales, por una jornada parcial.

La primera cuestión planteada, es la relativa al monto pagado a Cubillos. En el plano interno, no se conocen casos de docentes con ese nivel salarial en las universidades chilenas. Como punto de comparación, debe señalare que la rectora de la U. de Chile (el plantel más complejo del país) recibe $11.038.644.- La jornada docente completa se retribuye en Chile  con una media de $2.656.720.- La jornada de Cubillos es solo parcial. Para incrementar sus ingresos, los académicos deben postular a fondos concursables que les permiten una suma adicional. En el plano internacional, los profesores de las universidades de Harvard, Yale, Princeton, Columbia reciben US$ 173.000 anuales promedio, correspondiendo a Princeton la suma más elevada: US$195.056.- La renta anualizada de Cubillos, por el contrario,  alcanza a US$223.000.-

El siguiente dato que llama la atención, es el hecho público y notorio de que la U. San Sebastián se ha transformado rápidamente en el reservorio de políticos transitoriamente “sin pega”. Del equipo de Piñera II, pueden indicarse Rodrigo Ubilla, Arturo Zúñiga, Juan José Ossa, Rodrigo Alvarez, Enrique Paris, María Emilia Undurraga, María Teresa Vergara, Julio Isamit, Gonzalo Arenas, Cristóbal de la Maza, Felipe Bettancourt, Bernardo Fontaine. Del mundo del Ministerio Público, los ex Fiscales Luis Toledo y Manuel Guerra, la cónyuge de Ángel Valencia María José Taladriz; el dirigente republicano Arturo Squella; los ex concertacionistas Jorge Burgos y Felipe Harboe; los ministros de la Suprema Jean Pierre  Matus y Ángela Vivanco, más Sebastián Sichel y el ex Ministro y senador Víctor Pérez Varela.

La  interrogante a responder es la relativa al origen de los recursos de que dispone la USS. 

De acuerdo a la auditoría de la empresa Deloitte, el plantel recibió $61.239.138.000 vía créditos con aval del Estado más $37.779.084.000 por becas fiscales, es decir casi 100.000 millones de financiamiento público. Por lo tanto, la liviana excusa de Cubillos en cuanto a que la USS es privada y puede pagar las remuneraciones que desee, constituye una falacia inaceptable. Más aún si se considera que ella no ha cumplido con la docencia del caso (se  le remuneró estando en Madrid y sin que haya constancia de “permiso laboral”) y sus “investigaciones” publicadas son meros panfletos políticos. Cubillos, además, se contradice a sí misma pues como Ministra de Educación fue categórica: “las clases que no se hacen, no se pagan”.

Se trata, por tanto, de una “profe” que no ha hecho las clases y que ha estado siendo remunerada exageradamente aun cuando es un hecho público que su actividad es la política. Esto plantea una nueva pregunta: ¿No estaremos  nuevamente ante un caso de financiamiento ilegal de la política? Peor aún: Si por una jornada parcial se pagan 17 millones mensuales ¿cuánto se le habrá pagado a Andrés Chadwick como decano de Derecho a tiempo completo en la misma universidad?

Los juicios sobre este caso son lapidarios.

Cristóbal Bellolio, abogado, profesor de Teoría Política en la U. Adolfo Ibáñez: “En Chile, no existen académicos que por labores de docencia e investigación reciban  esa cantidad de dinero. Ni de cerca. Ni la mitad”.    “La investigación, en términos académicos, no es publicar columnas o llamar a cuatro amigos para escribir un panfleto político. En el mundo académico, se debe hacer producción de conocimiento y no un mero cantinfleo”.

Patricio Navia, profesor en Ciencia Política de la U. Diego Portales: “Si te pagan 17 millones por no trabajar ¿Cuánto le pagarán a los que trabajan?

Carlos Gajardo, ex Fiscal del Ministerio Público, profesor de “Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas”: “No se condice que con esos dineros se le paguen a usted uno  de los sueldos universitarios más altos del mundo”. “Las universidades tienen la obligación de destinar los recursos a la consecución de fines propios, a mejorar la calidad de la educación. Si no, es una infracción gravísima”.

En buenas cuentas, nos encontramos ante un caso que supera los márgenes de la moralidad pública y que, si el diablo no mete su cola o los poderes fácticos no obstaculizan una investigación a fondo, nos puede llevar a configurar no solo un delito de financiamiento ilegal de la política sino la constatación de que aquí se ha estructurado una asociación ilícita para delinquir.

Nota: Los datos consignados en este texto han sido obtenidos de fuentes abiertas disponibles.