La geoingeniería: ¡ya viene!

Ugo Bardi

Desde Florencia, Italia

La tendencia aún es débil, pero ya parece clara. El interés por la geoingeniería está creciendo. La razón es obvia, basta con echar un vistazo a estos datos recientes:

Y realmente parece que se está desatando el infierno. No podemos decir todavía dónde estamos pasando por uno de los puntos de inflexión climáticos mortales que nos matarán a todos, pero con seguridad el cambio climático ya no es algo que preocupe a nuestros nietos. Ni siquiera es un problema para nuestros hijos. Es nuestro problema. Es aquí y ahora. ¿Entonces, qué hacer?

Ya no es tiempo de conversaciones, conversaciones, y conversaciones. Es hora de reconocer que la serie de conferencias COP ha sido uno de los peores fracasos en la historia de la humanidad, probablemente peor que los intentos de mitigar la hambruna en la Isla de Pascua (Eastern Island) mediante la construcción de grandes moáis. O crear un paraíso proletario en la Unión Soviética.

Una cosa buena que tenemos es que a la energía renovable le está yendo muy bien. Está creciendo rápidamente y nos da la oportunidad de tener los medios para intervenir. Pero las energías renovables, por sí solas, no pueden hacer retroceder el reloj climático. Pueden reducir las emisiones y llevarlas a cero en unas pocas décadas, pero es posible que el daño causado ya esté por encima de los límites de seguridad. Necesitamos pensar en términos de emergencia: necesitamos enfriar el planeta mientras todavía podamos hacerlo.

La idea de «ingeniería climática» está todavía en su infancia y es muy difamada por varias razones. Pero es una esperanza definitiva que tenemos para el futuro próximo. Entre muchas discusiones en curso, es posible que le interese un nuevo grupo llamado «Iniciativa de Enfriamiento Azul» [«Blue Cooling Initiative» (BCI)]. Es una señal de los cambios que se avecinan.