La reconversión energética y el hidrógeno
| Acepté la gentil invitación que llegó a mi correo-E desde la Seremi Biobío de Energía para participar en 2º Taller Presencial del Plan Nacional Hidrógeno Verde -los que se vienen realizando en Antofagasta, Valparaíso, Concepción y Punta Arenas-, el jueves 27.07 en el “Salón del mural” de la Gobernación, en Concepción. Me inscribí y elegí una mesa temática. Quería saber directamente y cara a cara de qué se trataba toda esta parafernalia nacional en torno a este hidrógeno, que en realidad no es verde, pero ‘lo quieren verde’, cosas muy distintas. |
Ya instalado en mi mesa observé la composición etaria de los asistentes, alrededor de 50 de ambos sexos; vi mucha juventud y muy pocos de tercera edad. Luego de escuchar varios comentarios de una ronda previa antes de la entrada a la “tierra derecha” de la temática a tratar, expliqué a mis compañeros de mesa que llevo más de dos años estudiando el tema y por qué creo que el H2v no podrá ser lo que muchos desean: una opción adecuada y rentable para el reemplazo de los combustibles de origen fósil cuya producción viene declinando en el mundo desde el año 2008. Creo que entre todos los que estábamos, yo era el único escéptico y detractor del H2v, a menos que hubiese algunos más de incógnito.
Les dije que, en primer lugar, la eficiencia energética en la cadena de procesos que conlleva su producción y transporte desde el agua, comenzando por su desalación y pasando por su licuefacción a muy baja temperatura o compresión a 750 atmósferas, hasta su transporte a granel vía marítima y su posterior distribución desde puertos de destino a sus puntos de consumo final, es menor al 20-25%. En segundo lugar, su átomo tan pequeño (recordemos que es el primer elemento de la tabla periódica) hace que se fugue a tasas considerables desde los depósitos metálicos que lo contienen a alta presión, del orden del 2-3% diario del volumen acumulado. En tercer lugar, es muy inflamable y su llama es indetectable porque es invisible (Recordemos la tragedia del zepelín Hindenburg [1] [1’] en Nueva Jersey). En cuarto lugar, para generar la electricidad con energías renovables -eólica y fotovoltaica- se debe seguir generando territorios de sacrificio con destrucción de ecosistemas, altas pérdidas de biodiversidad y afectaciones a comunidades. Nuestro planeta es finito y tiene demasiados habitantes, así, se hace cada año figurativamente más pequeño. Hay más problemas, por cierto [2].
Repasando comentarios en Twitter, encontré varios interesantes y muy certeros. Hay que decirlo acá, porque los medios de desinformación no lo hacen. Van algunos como ejemplos:
- “Y Chile lo está haciendo de nuevo. Generar zonas de sacrificio para abastecer de energía a países extranjeros. Qué lamentable.”
- “El futuro del Hv es muy restringido porque el potencial de la ER es 25%, el de la Eficiencia Energética otro 25%, el de la electrificación 20%. Por lo que el espacio que le queda al Hv es el saldo (como máximo) dado que no puede competir con las otras tres, por eficiencia y por costos.”
- “Hoy se está impulsado el hidrógeno que de verde no tiene nada, solo para ser exportado. El daño a la región será irreversible terminando por degradar lo poco que queda de suelo en Magallanes y poniendo en riesgo la fauna y ecosistemas marinos.”
- “El gobierno ecológico sólo escucha al empresariado. Las voces de las comunidades y de la ciencia no valen nada para quienes venden el país a costa del futuro de todos.”
- “Sería interesante que de una vez por todas expliquen este eufemismo de ‘reconversión energética’, expliquen que viene detrás y como nuevamente serviremos a Europa. ¿Qué van a saquear, a depredar y a llevarse hoy? ¿Qué nos costará, qué seguirán envenenando? El agua, …el litio…”
- “Terrible el lavado de cerebro a todo nivel. No existe la alternativa del reemplazo de energía, decrecer y redistribuir es lo único que podría parar el desastre. Estamos frente a un problema de negacionismo colectivo.”
En el blog Environmental Defense Fund [3], leemos lo siguientes comentarios:
Para que el hidrógeno sea una solución climática,
se deben abordar las fugas
“Las compañías de petróleo y gas y los gobiernos de todo el mundo están considerando cada vez más el hidrógeno como su camino hacia la descarbonización.” […] “Antes de comprometerse con esta gran construcción, es esencial comprender cómo el hidrógeno puede contribuir al cambio climático, incluido el importante potencial de calentamiento del hidrógeno, que sigue siendo ampliamente ignorado.” […] “Pero si se hace mal, podría ser peor para el clima a corto plazo que los combustibles fósiles que reemplazaría.”
A modo de colofón: mucho optimismo en el ambiente, poco fundamento y sustancia, poco estudio y… mucho ruido y pocas nueces. Y lo peor es que esto le costará muy caro a Chile.
FUENTE DE FIGURA:
REFERENCIAS
[1] https://historia.nationalgeographic.com.es/a/tragedia-zepelin-nazi-hindenburg_14198
[2] https://laventanaciudadana.cl/las-verdades-sobre-el-hidrogeno-verde/
[3] https://www.edf.org/blog/2022/03/07/hydrogen-climate-solution-leaks-must-be-tackled
Muy oportuno todo lo publicado aquí. Aunque temo que sea tarde demás este alerta, nunca es tarde para expresar la voz de la conciencia, con honestidad y fundamentos científicos, lejos de la ignorancia, de las «onditas de moda» y de los intereses mesquinos.
El mundo está invadido por el llamado «capitalismo verde» (debe ser por el color tradicional de los billetes de dólares), que poco tiene realmente de verde. Negociantes oportunistas de todo ámbito, controlando políticos y medios, venden mil y una «solución» ante los problemas reales de destrucción del planeta y desequilibrios climáticos. Obviamente se trata de un «nuevo mercado» de negocios, con base en un gran problema real. Cabe a las autoridades serias, a los intelectuales, a los ambientalistas y a diversas organizaciones de la sociedad alertar sobre esta situación y exigir que cada decisión sobre «soluciones verdes» sea previamente analizada con criterios rigurosos y científicos (con divulgación y debates abiertos y democráticos) antes de iniciarse cuanquier proyecto e inversión de dinero público en las soluciones presentadas.
Gracias Augusto, es a lo que estamos acostumbrados los que fuimos educados en la vieja escuela de los prestigiosos liceos y universidades de antaño. Ahora nos toca enseñar, divulgar y capacitar. Algunos no aceptan consejos y enseñanzas de los más viejos con experiencias de vida y profesiones ejercidas con entusiasmo y honestidad. Y así es como vamos hoy con la mala calidad de la educación: de mal a peor. El tango Cambalache siempre vigente.