«La concentración de riquezas, el poder del dinero, por sobre todo, el dinero fácil, en su accionar destruye la historia, la educación, cultura , los valores de una sociedad que desee permanecer limpia y sana.»

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LLEGÓ LA HORA DE CHILE

Miguel Ángel San Martín

Periodista. Especial para La Ventana Ciudadana, desde Madrid, España.

Especial para La Ventana Ciudadana.
Desde Madrid, 30.10.2020.

El pueblo chileno ha comenzado a caminar en la dirección de la responsabilidad social, de la equidad, del combate definitivo a la injusticia y del borrón de la corrupción que nos ofende. Y lo hizo en una forma contundente, muy mayoritaria, con una voz casi unánime.  

Los ciudadanos comparecieron ante la Historia en forma masiva, entusiasmada, alegre, como si fuera una verdadera fiesta de la democracia. Y ese espectáculo rotundo se vivió en todos los rincones del país y también en el exterior, donde el mismo espíritu sonriente contagió a las sociedades que ha cobijado a nuestros compatriotas.

Ahora se nos abre el gran desafío de saber caminar, de saber avanzar, en un marco de convivencia responsable, en una transversalidad que priorice el cambio del sistema, que busque la fórmula para que nunca más tengamos las aberraciones que hemos sufrido y podamos construir nuestro futuro  en equidad.

El esfuerzo ha valido la pena. La voluntad de cambio que venía gestándose silenciosamente en el seno de la masa social, que fue gatillada con un estallido masivo hace un año y que sancionó rotundamente el pasado domingo, ahora debe ser continuado con la visión inteligente del futuro que nos merecemos.

No es la hora de las recriminaciones mutuas ni de las exclusiones. Es la hora de las mayorías y del respeto a las minorías. Es el momento en que debemos tomarnos todos de la mano y avanzar abriendo el camino fértil para un mañana mejor.

Nos hemos fijado un calendario importante, bajo las normas de la convivencia democrática, regida por una Constitución que agoniza y que va a desaparecer cuando seamos capaces de elaborar una nueva, muy distinta. Y ese calendario lo vamos a cumplir con la generosidad que nos impone el futuro. Ahora la mirada va hacia un nuevo horizonte, con otro sistema y con otras formas cargadas de dignidad.

No es la hora de la venganza. No se trata de darle la vuelta a la tortilla. Se trata de cocinar una nueva tortilla, diferente, que alcance para todos y satisfaga las necesidades de nuestro pueblo. Es ahora cuando nuestra inteligencia nos reclama estar a la altura de las circunstancias, porque entre todos debemos dotarnos del marco jurídico amplio y moderno que necesitamos para crecer en la auténtica democracia.

Y en el momento en que vayamos a ejercer nuestro derecho al voto, para elegir a quienes tendrán la responsabilidad de elaborar la nueva Constitución, lo hagamos con similar contundencia. No sólo para demostrar que el pueblo no se equivocó el domingo pasado, sino para enterrar definitivamente un sistema que permitió las corrupciones, las desigualdades, las injusticias. Además, el resultado de tales elecciones deberá ser tan contundente, que no se permitirá triquiñuelas del pasado,  malabarismos de los que se enriquecieron a costa del erario nacional,  maniobras que permitieron el surgimiento de la corrupción y de las injusticias avergonzantes.

Llegó la hora de Chile, del pueblo chileno. Llegó la hora de avanzar hacia el destino soñado por muchos luchadores que se quedaron. en el camino.

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