Organizaciones y vida en comunidad

1. Organizaciones y vida en comunidad

2. La Promesa de Valor

Toda organización humana se articula en torno un Valor o conjunto congruente de Valores que constituyen su razón de existir, losque contrastados con su entorno relevante[1] y la variable tiempo, conforman una Promesa de Valor, que – como toda promesa – se refiere al futuro, responde a una intención y para cumplirla hay que integrar varias dimensiones, cada una con una lógica propia, unos componentes específicos y una diferente dinámica evolutiva.  El Valor prometido puede ser económico (destinado a satisfacer necesidades), social (destinado a fortalecen las relaciones humanas) o cultural (destinado a unificar el sentido común social). Ahora bien, Una promesa es un acto del habla que, al contrario de lo que normalmente se piensa, no basta que alguien la diga, es necesario que alguien la escuche y la crea; sólo entonces existe una promesa, cuya vigencia – y cobranza – terminará cuando el promitente la cumpla o de una explicación oportuna de las razones por las cuales no podrá cumplirla.   Si ninguna de estas dos opciones ocurre el promitente pagará el costo del incumplimiento con un deterioro de su prestigio o de su identidad.

Desde este punto de vista, si nos preguntamos sobre la Promesa de Valor de una organización – pública o privada, da igual – podemos decir que es lo que un determinado colectivo de personas ha escuchado y ha creído total o parcialmente. 

3. Dimensiones Soportantes de la Promesa de Valor

La Visión. Generalmente las organizaciones nacen de una intención visionaria, es decir, de una combinación de propósitos y sueños, cuya evolución se suele asentar en los valores, las prácticas sociales y los diagnósticos aportados por la Cultura, la que siempre contiene los resabios de la historia organizacional, condicionando, en mayor o menor grado, las viabilidades y posibilidades que tendría la Promesa de Valor en la comunidad y hacia el futuro.  Esencialmente la Visión define Qué se propone y se proyecta en plazos de realización muy largos o, incluso, sin plazo, como ocurre con el Valor “Nación”.  Por eso, esta dimensión aúna la Identidad con el Futuro y constituye la principal impronta convocante de la organización.

La Cultura. Esta dimensión tiene un doble rol en la vida y desempeño de la organización. Por una parte, recoge Qué de la experiencia operacional debe ser formalizada como una parte del pensamiento o aprendizaje organizacional; y Qué de lo aprendido puede incidir en la Visión, ya sea para confirmarla o modificarla.   Pero este rol no es necesariamente adaptativo, también suele tener un carácter inventivo.  Por lo tanto, esta dimensión – muchas veces olvidada detrás de los números – tiene una relevancia de primerísimo orden en cualquier tipo de organización, no sólo porque de ella nace el Sentido de la existencia organizacional, sino porque es el crisol donde se fragua la dirección de los cambios futuros que enfrentará la organización.La Estrategia.  A diferencia de la Visión, en esta dimensión la variable Tiempo es clave porque en ella es crucial definir Cómo se avanzará en el cumplimiento de la Promesa de Valor en un horizonte estratégico previsible. En consecuencia, la Estrategia es subsidiaria[2] de la Visión.   La forma de llevar a cabo esta dimensión es estableciendo los objetivos estratégicos, definiendo las políticas que deben condicionar el modo de dar cumplimiento a dichos objetivos) y los planes destinados orientar y ordenar los aspectos operacionales y los recursos.  Por eso, esta dimensión asocia las capacidades adaptativas de la organización con la factibilidad de avanzar hacia el Futuro.

La Estructura. Es la dimensión que define Cómo sedeben ordenar los procesos, las actividades y los recursos necesarios para cumplir los planes definidos por la Estrategia.  La dinámica de esta dimensión depende de las restricciones que provengan de su historia y de las exigencias adaptativas que surjan de la contingencia.

4. La Organización y su Desempeño Operacional

La Estrategia y la Estructura pertenecen al mundo de los Cómo[3], en el cual es clave evaluación del desempeño en cada uno de sus niveles:

Efectividad = [Objetivo / Políticas], mide el desempeño de las políticas aplicadas para direccionar las operaciones hacia el logro efectivo de los objetivos buscados.  Este desempeño es la más complejo de evaluar, pero es la medición de mayor relevancia, porque evalúa al conjunto de la organización y, además, si no se realiza o no se la interpreta bien, podría entrañar una situación de mucho riesgo para la estabilidad de la organización. Su temporalidad varía según los plazos propuestos para cumplir los objetivos.

Eficacia       = [Plan / Procesos], mide el desempeño de los procesos a través de los cuales se propone cumplir un plan específico.  Por lo regular, la responsabilidad del cumplimiento de un plan le es asignada anualmente a una unidad específica de la organización.  Por lo tanto, su evaluación tiene la misma temporalidad, aunque muchas veces existe una medición a mitad del período por si fuese necesario corregir algún aspecto.  Se sabe que al evaluar el resultado de un plan, también se evalúa el desempeño de la unidad responsable, de manera que es relevante para la estabilidad de la estructura operacional de la organización.

Eficiencia    = [Actividad / Recursos], mide el desempeño de los recursos en función de cada actividad a la que le son asignados y es el más elemental de los indicadores. Su temporalidad está asociada a la duración de la actividad y su importancia reside en la verificación de la calidad de las decisiones sobre el uso de los recursos.

Estos tres indicadores de calidad tienen un formato de ratio (típico de las mediciones de productividad) y apuntan a evaluar los diferentes niveles del desempeño operacional de una organización, utilizando principalmente la lógica instrumental[4]y se articulan en un sentido UP -> DOWN hacia el logro de la Conveniencia organizacional, es decir, hacia el cumplimiento de lo que se espera de la organización.

Sin embargo, suele suceder, especialmente en las entidades públicas, que cuando efectivamente realizan lo que se espera de ellas, coloquialmente se suele decir “con su deber no más cumple”, sin atribuirle mayor valor a este hecho.  Pero si no lo hacen, inmediatamente surgen críticas y reclamos prácticamente exponenciales en relación a la falla.  La búsqueda de la Conveniencia, propia del mundo de los “Cómo”, responde principalmente a las exigencias a las que debe responder la organización en materias de Adaptabilidad y, dado que la secuencia de su operatividad es “up to down” (desde las definiciones de políticas a las decisiones del uso de recursos), el nivel inferior de esta secuencia – la Eficiencia – suele ser determinante, especialmente en las organizaciones con menos niveles estructurales para definir el tipo de condiciones de borde de la secuencia completa.

5. La Organización y su Impacto Social

La Visión y la Cultura de una organización forman parte del mundo de los Qué[5] cuya  forma de proceder utiliza esencialmente una lógica relacional[6]

En este ámbito y al revés del espacio de los Cómo,  los procesos se constituyen en una dirección DOWN -> UP, generándole  el Sentido a la organización,  a partir de los los Valores y las Prácticas que constituyen su Estilo Propio de realizar imaginar y orientar un quehacer organizacional, que articula el alineamiento  de la organización de manea que las Intenciones respondan a los Diagnósticos disponibles.  Todo esto permite definir los propósitos y los sueños con los que se convoca a las personas, familias, comunidades y a la sociedad toda a compartirlos y a caminar juntos hacia su realización.

En todo caso, las dos condiciones que configuran la validez de una promesa (incluyendo la Promesa de Valor), es decir que sea escuchada y que sea creída, requieren que los destinatarios de ella estén dispuestos a escucharla desde la confianza en la seriedad uy pertinencia de los anuncios del promitente  y a creerla en consideración a la credibilidad que el promitente haya construido.

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[1]  Se refiere al espacio, lugar o comunidad con los que interactúa y que justifica o explica su existencia

[2] Subsidiaria: Que sustituye o apoya a la parte principal en caso de que sea necesario.

[3] Se refiere a cómo hacer

[4]  Según el doctor en filosofía Juan Ruz (+), La lógica instrumental usa un tipo de pensamiento calculador, aplica un enfoque racional (ajusta medios a fines) y enfrenta los problemas con actitud técnica (busca el control o dominio) 

[5] Se refiere a Qué hacer

[6] La lógica relacional usa un pensamiento reflexivo (se pregunta sobre sentido o significado) y razonable (integra medios y fines a valores) y enfrenta los problemas con una actitud práctica (busca acuerdos o consensos)