Pensamientos de Ernesto Sábato.

Ernesto Sábato Ferrari nació en Rojas, provincia de Buenos Aires, el 24 de junio de 1911. Hijo de inmigrantes italianos, estudió Física en la Universidad de La Plata. De joven, militó en las Juventudes Comunistas. A raíz de sus cuestionamientos al comunismo y a la dictadura de Stalin, fue enviado a las Escuelas Leninistas de Moscú pero retornó desde Bruselas arguyendo que eran “un lugar donde uno se curaba o  terminaba en un gulag o en un hospital psiquiátrico”. Orientó su vida hacia la literatura siendo notables sus novelas “El túnel”, “Sobre héroes y tumbas” y “Abaddón, el exterminador”. Comprometido en la defensa de los derechos humanos, presidió, desde 1984, la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas cuya labor concluyó en el reconocido “Informe Sábato”. Obtuvo, entre otros, los premios Cervantes (España) y Gabriela Mistral (Chile). Su testamento literario y político está contenido en su obra “Antes del fin”. Falleció en Santos Lugares, el 30 de abril de 2011.

“Irónicamente, he dicho,  en muchas entrevistas, que “la televisión es el opio del pueblo”, modificando la famosa frase de Marx”.

“Hay una manera de contribuir a la protección de la humanidad, y esa es no resignarse”.

“Las modas son legítimas en las cosas menores como el vestido. En el pensamiento y el arte, son abominables”.

“Lástima que cuando uno empieza a aprender el oficio de vivir, ya hay que morir”.

“Siempre tuve miedo al futuro  porque en el futuro, entre otras cosas, está la muerte”.

“Dios existe, pero a veces duerme; sus pesadillas, son nuestra existencia”.

“Si nos cruzamos de brazos, seremos cómplices de un sistema que ha legitimado la muerte silenciosa”.

“Para ser humilde, se necesita grandeza”.

“Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza  en medio de un mundo bárbaro y hostil”.

“Al parecer, la dignidad de la vida humana no estaba prevista en el plan de globalización!.