Pensamientos de Mahoma

El profeta árabe Mahoma nació en La Meca en el 575 aproximadamente y murió en Medina en el 632. Hijo de una familia pobre, quedó huérfano a los ocho años y fue criado por su abuelo y un tío. Tras servir en casa de la rica viuda Jadiche, se casó con ella.  Hizo un largo retiro en el Monte Hidi, tiempo en que se le habría aparecido el arcángel Gabriel señalándole que sería el sucesor de Abraham, Moisés y Jesús. Su prédica le trajo adeptos en la masa de los pobres. Perseguido por su liderazgo político y militar, en el 622 huyó a Medina (“la hégira”) lo que marca el origen del islamismo, importante religión monoteísta.

“Este mundo es una prisión para los fieles y un paraíso para los incrédulos”.

“Dale al trabajador su salario antes que se haya secado el sudor de su frente”.

“Al lado de la dificultad está la felicidad”.

“El que hace reír a sus compañeros merece el paraíso”.

“La tinta del sabio es más sagrada que la sangre del mártir”.

“La rectitud es tratar con caridad, justicia y decencia a la familia, mientras que la veracidad es un esencial del buen carácter, pero ambas llevan al paraíso”.

“Di la verdad aunque sea amarga. Di la verdad aun contra ti mismo”.

“Facilitar una buena acción es lo mismo que hacerla”.

“Amonestad a vuestras esposas con amabilidad”.

“La rectitud es el buen carácter, mientras que el pecado es cualquier cosa que incomoda a la conciencia y que no deseamos que la gente conozca”.

“El mejor de los hombres es aquel que hace el bien a sus semejantes”.

“Tres cosas hay destructivas en la vida: la ira, la codicia y la excesiva estima de uno mismo”.