Pensamientos de Michel Houellebecq

Michel Thomas es un poeta, novelista y ensayista francés. Nació en Isla de la Reunión el 26 de febrero de 1956. Ingeniero Agrónomo, desde los veinte años se aficionó a la narrativa adoptando literariamente el apellido de su madre. En sus obras (“Ampliación del campo de batalla”, “El mapa y el territorio”, “Las partículas elementales”, “Sumisión”) refleja una pérdida de sentido de la vida y la sensación del fin de una civilización decadente, lo que ha llevado a que se le acuse de islamofóbico. En 1998, obtuvo el Premio Nacional de Letras de Francia.

“Todas las teorías de la libertad, desde Gide a Sartre, no son sino inmoralidades concebidas por solteros irresponsables”.

“Vivir sin leer es peligroso. Obliga a conformarse con la vida y uno puede sentir la tentación de correr riesgos”.

“Las relaciones humanas se vuelven progresivamente imposibles lo cual reduce la cantidad de anécdotas de las que se compone una vida. Y, poco a poco, aparece el rostro de la muerte en todo su esplendor”.

“La literatura te conecta con el espíritu de una persona, incluso con el espíritu de las personas muertas”.

“Una vida volcada hacia una meta, deja poco sitio para el recuerdo”.
“Hay cosas que se pueden hacer y otras que parecen demasiado difíciles. Con el paso del tiempo, todo parece demasiado difícil: la vida se reduce a eso”,

“Tengo la sensación de ser una rata que abandona el barco.- “Las ratas son mamíferos inteligentes”, respondió en un tono pausado, casi divertido. Probablemente sobrevivirán al hombre. Su sistema social, en todo caso, es mucho más sólido”.

“Todas las sociedades tienen sus puntos débiles, sus llagas. Meted el dedo en la llaga y apretad bien fuerte”.

“La ausencia del deseo de vivir no basta para tener deseos de morir”.
“El mundo no es un lugar bueno ni bien organizado”.

“El hombre no está hecho para aceptar la muerte. Ni la suya ni la de los demás”.

“Se habla de supermercados del sexo, que tienen un catálogo bastante completo de su oferta porno, pero les falta lo esencial. Y es que el objetivo mayoritario de la búsqueda sexual no es el placer sino la gratificación narcisista, el homenaje que una pareja deseable rinde a la propia perfección erótica…. La meta que se persigue… es la embriaguez narcicista de la conquista”.