Pensamientos de Ovidio

Publio Ovidio Nasón fue un poeta romano que nació en Sulmona, Italia, el 20 de marzo del 43, antes de Cristo. Estudió Leyes en Roma en la época del emperador Augusto y más tarde Retórica y Cultura Helénica. Cercano al emperador, tuvo luego frecuentes desencuentros con él por lo que fue desterrado a Tomis (hoy Constanza) a orillas del Mar Negro, ciudad en que falleció en el 17, después de Cristo. Entre sus obras destacan “Poemas eróticos”, “El arte de amar” y Las metamorfosis”.

“Mucho amor germina en la casualidad. Tened siempre dispuesto el anzuelo y en el sitio en que menos lo esperáis encontrareis pesca”.

“En el amor, no basta atacar: Hay que tomar la plaza”.

“El ocio corrompe al cuerpo humano tal como se corrompen las aguas si están quietas”.

“Todo amante es un soldado en guerra”.

“Las mujeres pueden negarlo o aceptarlo pero lo que siempre quieren es que se lo pidamos”.

“La gota horada la roca no por la fuerza sino por su constancia”.

“Compra lo necesario, no lo conveniente”.

“Ofrecer amistad al que pide amor es como dar pan al que muere de sed”.

“No se desea lo que no se conoce”.

“La abundancia me hizo pobre”.

“La envidia, el más mezquino de los vicios, se arrastra por el suelo como una serpiente”.

“Nada es más útil al hombre que aquellas artes que no tienen ninguna utilidad”.

“En los campos ajenos, la cosecha es siempre más abundante”.

“La belleza es siempre muy frágil”.

“Aquí soy extranjero porque nadie me entiende”.