Pensamientos del Marqués de Sade

Donatien-Alphonse Francois de Sade, filósofo y escritor, nació en París el 2 de junio de 1740. Aunque estudió en un colegio jesuita, se volcó a una literatura libertina que escandalizó a las altas clases sociales y a las elites gobernantes de su época. Inicialmente partidario de la Revolución, sus desenfadadas opiniones le llevaron a la cárcel y a asilos de locos, permaneciendo casi 27 años privado de libertad. Falleció en el asilo de Charenton el 2 de diciembre de 1814. Obras: “Los crímenes del amor”, “Aline y Valcour”, “Justine o los infortunios de las virtudes”, “Juliette o las prosperidades del vicio”, “Las 120 jornadas de Sodoma”, “La filosofía en el tocador”.

“El orden social a cambio de la libertad, no es un buen trato”.

“El cuerpo es el templo donde la naturaleza pide ser venerada”.

“La posesión de una mujer es tan injusta como la posesión de esclavos”.

“La conciencia no es la voz de la naturaleza sino del prejuicio”.

“Las religiones son la cuna del despotismo”.

“La ignorancia y el miedo son la base de toda religión”.

“¿Hay algo más inmoral que la guerra?”

“El sexo es tan importante como comer y beber, y debemos satisfacer este apetito con tan pocas restricciones y falso decoro como los otros”.

“A juzgar por lo expuesto por los teólogos, solo podemos concluir que Dios creó a la mayoría de los hombres simplemente para abarrotar el infierno”.

“El sexo sin dolor es como la comida sin sabor”.

“Las pasiones de la lujuria son inexorables. La lujuria exige, provoca y tiraniza”.

“Para conocer la virtud, primero debemos familiarizarnos con el vicio”.

“Si Dios mató a su propio hijo como a un ternero, me estremece pensar lo que haría conmigo”.

“Ningún hombre,  si es de buena fe y sincero, negaría que prefiere que su amante muera a que le sea infiel”.

“Las conversaciones, como ciertas partes de la anatomía, siempre fluyen mejor cuando se lubrican”.

“Hasta que alguien me demuestre la infalibilidad de los juicios humanos, exigiré la abolición de la pena de muerte”.