«No podemos resolver la crisis climática sin cambiar nuestra relación con la naturaleza y con nosotros mismos.»

Naomi Klein.

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TENEMOS UNA GRAN OPORTUNIDAD

Miguel Ángel San Martín

Periodista. Especial para La Ventana Ciudadana, desde Madrid, España.

La segunda vuelta de las elecciones presidenciales constituye una gran oportunidad. Es una ventana puesto que la elección de un Presidente para la nueva etapa que estamos viviendo, es una ocasión para hacerlo con una votación contundente que no sólo signifique una indiscutible legitimación sino también, el comienzo de la limpieza de nuestra democracia.

          Es importante ejercer los derechos que nos propone este sistema democrático real, como el que tenemos. Y entre esos derechos, está el de emitir una opinión convertida en voto. Una opinión que es tomada en cuenta y que es igual a la de todos. O sea, vale lo mismo mi decisión que la tuya y la de los demás. Si queremos participar y jugar un papel histórico en el momento trascendente que vive nuestra Nación, debemos ser consecuentes y concurrir a las urnas.

          El voto es voluntario, individual y secreto. El ciudadano está en una cabina solo con su conciencia. Y si llega a ese instante con la información adecuada y la decisión adoptada, debe proceder sin temores y con grandeza de miras.

Chile nos necesita a todos, porque el futuro debemos hacerlo nuestro. Recuperarlo, porque nos lo quitaron con malas artes, con traiciones y con violencia. Ahora quieren mantenerlo con mentiras, con engaños, con argumentos que ocultan objetivos muy delimitados en favor de los privilegiados de siempre.

          Por lo mismo, debemos informarnos, conocer lo que nos proponen y analizar cuáles pueden ser tales objetivos ocultos, el por qué ensucian la democracia que nos ha costado tanto construir, cómo la han ido corroyendo por dentro y por fuera y cómo la utilizan para beneficio personal o de grupos. Nunca han pensado en las grandes mayorías nacionales, en los que trabajan de verdad cada día para hacer grande a nuestra Patria, en los que sufren las consecuencias de una injusticia permanente y de los abusos constantes.

          Tenemos una oportunidad enorme, porque podemos iniciar los cambios profundos que necesitamos para avanzar, y hacerlo en paz.  Esa es la ventana que nos abre la democracia verdadera. Por lo tanto, debemos oxigenar nuestra vida común, aprovechar de ventilar el aire contaminado que respiramos y levantarnos para construir el nuevo Chile sobre bases de progreso, solidaridad e igualdad.

          La abstención es una opción política, sin duda, porque puede significar una censura al sistema, una crítica severa a quienes han abusado de ella.  Pero ahora la cosa es distinta y debemos acudir a votar, porque estas elecciones significan un cambio profundo, una limpieza a fondo  de los canales de participación ciudadana y un fortalecimiento a la nueva democracia que nos reclama una decisión unitaria, potente, sin fisuras.

Es la democracia que necesita Chile, con una nueva Constitución como marco de convivencia, que nos permita volver a ser una Nación respetada, con ciudadanos decididos a recuperar el prestigio internacional que nos caracterizaba y volver a tener la credibilidad que nos distinguía.

          Por lo tanto, aprovechemos esta oportunidad grande que nos ofrece la democracia y demostrar que somos capaces de construir la nueva Casa Común, donde todos cabemos y donde el diálogo tolerante y permanente nos abra un futuro mejor.

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