«No podemos resolver la crisis climática sin cambiar nuestra relación con la naturaleza y con nosotros mismos.»

Naomi Klein.

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VIGENCIA DE PEDRO URDEMALES

Por Fernando Arriagada Cortés
Investigador y escritor.

Es uno de los personajes que vivieron en el imaginario colectivo del ayer. Una figura singular por su astucia y creatividad para inventar historietas inverosímiles y su facilidad para hacerlas creíbles  en personas sencillas de nuestro campo en donde el ladino hacía de las suyas,  ambiente en donde se sitúan sus entretenidos cuentos.

Para los imaginativos, el cuentero en cuestión sería un antepasado del roto chileno que nació en las orillas del río Maule, en una lluviosa noche de San Juan  allá por  1701, todo lo anterior tan cierto como las conversaciones de paz entre el conquistador Valdivia y el Libertador O’Higgins.

La verdad en que muchas veces la imaginación supera con creces a la realidad, como ha ocurrido con el inefable Urdemales. Según el folklorólogo Oreste Plath, sus orígenes se remontan al siglo de oro español, quizás como un resabio de los villanos medievales. Cuenta don Oreste que don Miguel de Cervantes lo tenía incluido en su obra “Comedia Famosa de Pedro Urdemales”, trabajo impreso en Madrid en 1615. Más tarde, tres autores hispanos lo incluyeron en sus trabajos. De esta forma pasó a América y en nuestro país rápidamente se identificó con el peón sufrido y picarón que laboraba en las haciendas  coloniales y como este era aventurero y nómade, fue fácil que se identificara con él y sus pillerías, hasta darle vida y transformarlo en una leyenda que los textos escolares se han preocupado de mantenerlo vigente en las nuevas generaciones. Estudiosos del tema como Oreste Plath, Antonio Acevedo y Ramón Laval lo han incluido en sus investigaciones.

Al analizar los cuentos del aventurero de marras, en todos subyace una idea transversal que trasciende en el tiempo, como es la de ofrecer un frágil negocio de pingües utilidades a cambio del dinero u otros bienes de la víctima, en una clara alusión a quienes esperan ganancias rápidas, en donde siempre hay más de un incauto dispuesto a ser embaucado como le ocurren a tantos ingenuos y ambiciosos, quienes son fácil presa de cuenteros, estafadores, pillos y ociosos que, en definitiva, no hacen más que aprovecharse de la avaricia de otro más avispado que resulta ser cómplice del engañador, si la situación se analiza con más sutileza.

Cuidarse de los modernos Pedros Urdemales es una actitud que debemos tener siempre presente en una sociedad que nos insta a ponernos alerta, porque abundan en nuestra sociedad, muchos de ellos formalmente vestidos.

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2 Comentarios en VIGENCIA DE PEDRO URDEMALES

  1. Hola: soy mexicano del norte. Encontré entre campesinos algunos cuentos de Pedro de Urdemales. Estoy emocionado porque encontré que es un personaje que viene desde la España medieval y de Cervantes. Tres de ellos coinciden con cuentos publicados en Chile y Argentina, pero con variantes locales y mucho más extensos. Ojalá pueda dialogar con alguno de los recopiladores de cuentos de ese personaje. Pienso publicar un pequeño libro, evidentemente bajo el nombre de quienes me los contaron.

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