Después de vivir más de un siglo…..
Nota de la Redacción. El pasado viernes 01 de octubre falleció en La Serena el destacado político Renán Fuentealba Moena. Diputado, senador, intendente, sirvió inclaudicablemente a la democracia, a la justicia social y a la causa de los derechos humanos. El presente texto, publicado en 2017 con motivo del centenario de su nacimiento, es reproducido en su homenaje.
SE BUSCA.
FICHA:
NOMBRE COMPLETO: FUENTEALBA MOENA, TULIO RENÁN.
PADRES: OCTAVIO FUENTEALBA CHAVEZ Y ROSA MOENA.
LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO: TALCAHUANO, 19 DE ABRIL DE 1917.
ESTADO CIVIL: VIUDO DE CARMEN VILDÓSOLA.
HIJOS: FRANCISCO RENÁN, JAVIER Y CARMEN CECILIA.
PROFESIÓN U OFICIO: ABOGADO.
MOTIVO: SE LE ACUSA DE HABER CONSAGRADO SU VIDA A LA POLÍTICA.
LA VIDA, SIMPLEMENTE.
Hijo de un Agente de Aduanas, debió enfrentar una dura niñez. La quiebra en 1921 de la “Casa Besa y Compañía, Importadores y Exportadores” a la que su padre representaba afectó gravemente a la familia obligándola a liquidar todos sus bienes. Su madre se radicó en Tomé al tiempo en que su progenitor daba inicio a unas poco exitosas actividades comerciales en Valdivia. Éste fallecería en 1931.
Renán estudió en el Liceo de Tomé y más tarde logró trasladarse al prestigiado Seminario Conciliar de Concepción. En 1934, en unas Jornadas de la Juventud Católica en Casa de los Jesuitas de la ciudad, conoció a Eduardo Frei Montalva. Un año después, en otra actividad similar, se encuentra con Bernardo Leighton e Ignacio Palma Vicuña, dirigentes de la ya rebelde Juventud Conservadora. Acuciado por la realidad económica familiar, busca trabajo pero un primo convence a su madre para que el joven Fuentealba ingrese a la Escuela de Derecho de la Universidad de Concepción. Al segundo año, molesto por el ambiente fiestero del plantel, decide cambiarse a la Universidad Católica. Tiene a Frei Montalva como su profesor de Derecho del Trabajo. Aun cuando siente simpatía por las ideas socialistas, prevalece en él su formación cristiana. En 1939 ingresa a la Falange Nacional, ya escindida del Partido Conservador. Se incorpora a trabajar al estudio del abogado José López Ureta, hace clases en la Universidad Popular Juan Enrique Concha, es contratado como secretario de la Sociedad Odontológica de Chile, realiza su tesis sobre el “Accionariado Obrero” y se titula de abogado en 1943.
Accede a un trabajo en CORFO, pero opta por radicarse en Illapel, localidad en que ejerce atendiendo a campesinos y pequeños mineros y se desempeña como Secretario de la Municipalidad. Conoce a Carmen, con quien contrae matrimonio en 1947.
Su modesta y sacrificada actividad profesional se ve interrumpida cuando Frei decide postular al Senado por la Circunscripción de Atacama y Coquimbo. Participa activamente en su campaña, la que culminará con éxito en 1949. Dos años más tarde, la Falange lo postula a regidor por Illapel, triunfa, pero en 1953 se traslada a Antofagasta, contratado como abogado para la Acción Sindical Chilena (ASICH), la entidad de promoción laboral impulsada por el jesuita Alberto Hurtado. Afectado en su salud, renuncia y se establece en La Serena.
La Falange prosigue su duro y largo proceso de maduración y, en las elecciones de 1947, salta de 3 a 14 diputados. Uno de los nuevos es Renán Fuentealba, diputado por Coquimbo. En 1961, el partido sube a 23 diputados, está entre los reelegidos y, presionado por los emergentes, es elegido Presidente Nacional de la Democracia Cristiana pese a no contar con las simpatías políticas de su compadre Eduardo Frei. En 1963, es reelegido para el cargo y le corresponde dirigir la exitosa campaña que llevaría a Frei Montalva a La Moneda. Renán es postulado al Senado, y electo, por Bío Bío, Malleco y Cautín. Alcanza en siete oportunidades la presidencia nacional de su colectividad, incluso en los difíciles años de la Unidad Popular. En 1973, al autorizarse los pactos que hacían posible que el bloque oficialista concurriera a la elección en una sola lista, toma la dura decisión de configurar también una sola lista opositora con la Derecha, reiterando siempre que se trata de un acuerdo electoral y no político. La Confederación Democrática (CODE) obtiene una clara mayoría, Renán es reelecto como senador y Patricio Aylwin lo sustituye como Presidente del PDC. El 11 de septiembre se concreta el Golpe de Estado y el 13 de septiembre, Renán Fuentealba es uno de los que firma la histórica declaración en la que 13 militantes de su partido, condenaban categóricamente la acción militar.
El 26 de noviembre de 1974, mientras permanecía en su oficina profesional en Santiago, es detenido y expulsado del país. Su exilio, fundado en una entrevista concedida a la Agencia France Press, en la que condenaba categóricamente las violaciones a los derechos humanos, le llevaría a Perú, Costa Rica y Venezuela en un calvario que duraría hasta el 4 de septiembre de 1983.
De regreso a Chile, siguió participando en política. Tras el fin de la dictadura, el Presidente Patricio Aylwin le ofreció diversas alternativas de representación diplomática. Fuentealba pidió la Intendencia de Coquimbo, pues a esa región se sentía entrañablemente unido. Ejerció el cargo, además, durante todo el mandato de Eduardo Frei Ruiz Tagle y, cuando preparaba su “retiro voluntario” fue notificado por el recién electo Ricardo Lagos, que no sería ratificado. El alcalde socialista de La Serena le contrató como asesor jurídico de la Corporación. Fue orador destacado en las exequias de Aylwin. Hoy, retirado, camina por las calles de “su ciudad”, con la conciencia tranquila y la satisfacción del deber cumplido. Este miércoles 19, cumple un siglo de vida, lo que le parece increíble. Plenamente lúcido y vital, opina duramente sobre la contingencia y espera en paz el futuro. “Le pido a Dios que me dé un poco más de vida”, dice sonriente. “Quiero conocer el resultado de las próximas elecciones”.
LO QUE VA QUEDANDO EN EL CAMINO.
Setenta y ocho años de militancia y medio siglo en papeles dirigentes, son como demasiado. Hurgar en la vida política de Renán, sería una tarea de nunca acabar, más aún cuando durante este tiempo en el país pasaron, también, muchas cosas, demasiadas cosas. Las responsabilidades fueron vastas; el trabajo fue intenso; los sacrificios personales y familiares fueron terriblemente duros; las dignidades cívicas, no pocas; pero, también, hubo algunos honores y mucho reconocimiento y amistad. Con propiedad, puede decirse de él que vivió en el tan cuestionado campo de la política y que supo salir airoso, sin que las ambiciones, el dinero, la corrupción, las pequeñas traiciones, la concupiscencia del poder, la soberbia, que estaban ahí, al alcance de la mano, lo tentaran y mellaran su modo de ser y quebrantaran su compromiso profundo de servicio a los demás y al bien común.
A saltos, algunos hitos aparecen en el recuerdo.
1965. Tras asumir el mando, Frei Montalva le designó como jefe de la Delegación chilena ante la Asamblea de las Naciones Unidas. En plena Guerra Fría, uno de los problemas internacionales candentes giraba en torno a la exclusión de la ONU, de la pequeña isla de Formosa, reconocida como la “China nacionalista” para posibilitar el ingreso de la “China Comunista” en su lugar. El representante Fuentealba se formó su propio juicio y propuso al Ministerio de Relaciones Exteriores, a cargo de su camarada Gabriel Valdés, que el tradicional voto negativo de Chile, alineado con los Estados Unidos, fuera sustituido por una “abstención” para contribuir a allanar el ingreso de una nación de casi 800 millones de habitantes al organismo mundial. Al no tener respuesta oportuna tras varios días, imprudentemente anunció ante la prensa de Nueva York la abstención propuesta. El hecho provocó la indignación del Gobierno y la inmediata orden en cuanto que el voto chileno sería, como siempre, negativo ya que todo otro camino tendría consecuencias políticas y económicas para el país. . El representante, si bien reconoció que la conducción de la política internacional recaía exclusivamente en el Presidente, estimó inaceptable aparecer en contradicción con lo ya declarado y decidió renunciar a su cargo. Para evitar el escándalo público, se optó por la abstención. A partir de la época, se reafirmó una política exterior independiente. El incidente fue premonitorio de lo que sucedería algunas décadas más tarde con el beneplácito de los EE.UU.: la República Popular China se incorporaría a las Naciones Unidas y, también, a su Consejo de Seguridad.
1969. Ha asumido el Ministerio de Defensa el general Tulio Marambio ante el descontento con la gestión de Juan de Dios Carmona. La Junta Calificadora de Generales, llama a retiro al General Roberto Viaux Marambio, comandante de la Primera División. El 21 de octubre éste se rebela y asume el mando del Tacna que albergaba a un millar de soldados armados. En medio de la crisis que amenaza graves consecuencias, el senador, en una gestión personal, va al Regimiento, es recibido por Viaux y le exige especificar sus demandas. Este responde precisándolas en equipamiento militar, remuneraciones y salida del Comandante en Jefe, Sergio Castillo. Fuentealba le señala: “lo que está haciendo usted, es peligroso” y ante el requerimiento del militar en cuanto a ser escuchado por el Presidente le responde categórico: “Como se le puede ocurrir, general… usted está en rebelión… como va hablar con usted por teléfono el Presidente de la República. Eso es imposible”. Mientras tanto, en La Moneda se insinúa llamar a campesinos y obreros a una manifestación. El senador regresa, informa de lo hablado con el general rebelde, y cuando Patricio Rojas exclama “hay que atajarlos”, “ no estoy de acuerdo en que haya conversaciones”, “hay que marchar”, éste le responde con ironía: “Macanudo, marchemos, pero vamos nosotros en primera fila.. no los campesinos”.
Otro hecho. En 1970, la Unidad Popular logra con Allende la primera mayoría en las elecciones presidenciales correspondiendo, en tales circunstancias, que el Congreso decidiera entre él y su oponente Jorge Alessandri, para cuyo efecto los votos de los parlamentarios DC eran decisivos. Fuentealba plantea que debe serle reconocido su triunfo relativo a Allende y el Partido negocia “un pacto de garantías constitucionales” para explicitar diversos derechos. Sin embargo, el PDC, derrotado, se sitúa claramente en la oposición y su actitud es clara: “Estamos en la oposición, no para detener los cambios que el país necesita sino para que ellos se hagan dentro de la Constitución y de la ley”. Ante una Unidad Popular desenfrenada, que busca correr con colores propios incluso contra la voluntad de su Presidente a través de requisiciones, tomas, compra de acciones por parte de CORFO, etc., los senadores Fuentealba y Hamilton presentan un audaz proyecto de reforma constitucional sobre las áreas de la economía. Se busca definir un área básica de propiedad pública; un área mixta en que el Estado actúa asociado con privados; un área social que es autogestionada por los propios trabajadores; y un área privada. La iniciativa es considerada favorablemente en el Congreso, pero Allende, presionado por sus partidarios, la deja en statu quo. La DC lo desafía a que la decisión final la tomen los ciudadanos, a través de un plebiscito. Fuentealba la defiende y proclama: “Los cambios son para el pueblo y no para el Estado”.
13 de septiembre de 1973. Junto a Bernardo Leighton, Radomiro Tomic, Claudio Huepe y otros nueve dirigentes, firma la “Declaración de los 13”, en que se condena categóricamente el derrocamiento del Presidente Constitucional de Chile, se proclama la oposición al nuevo Gobierno, se defiende el proceso de cambios iniciado y se apuntan las responsabilidades: el dogmatismo sectario de la Unidad Popular y la Derecha económica que creó un clima de tensión, ceguera y pasión política haciendo imposible cualquier acuerdo.
26 de noviembre de 1974. Renán es detenido y expulsado del país. Gran parte de su exilio lo vive en Costa Rica. Contratado como consultor de las Naciones Unidas, redacta el nuevo Código de Minería de ese país. . Sin embargo, al poco tiempo de arribar a la nación centroamericana, fue invitado a participar a un seminario, organizado por la Fundación Ewert, del Partido Social Demócrata alemán, a desarrollarse en lo localidad venezolana de Colonia Tovar, sobre “Modelos Alternativos de Desarrollo Democrático en América Latina”, los días 8, 9 y 10 de julio de 1975. Al encuentro concurrieron personeros chilenos de diversas tendencias que a la fecha se encontraban, también, exiliados. En la oportunidad se discute, se analizan los mutuos pecados, se restañan las heridas y con una Democracia Cristiana representada de hecho por Fuentealba, Leighton y Gabriel Valdés, se siembra la semilla que generaría la Concertación Partidos por la Democracia.
VEREDICTO.
Vistos, y teniendo presente los antecedentes anteriores; su consecuencia doctrinaria e ideológica; su vida honesta, austera y desinteresada; su profundo compromiso con la democracia y la defensa de los derechos humanos; su lucha inclaudicable en pro de una sociedad más justa y solidaria; se condena a Tulio Renán Fuentealba Moena, a la obligación de constituirse en un ejemplo de dignificación de la tarea política para los jóvenes de nuestra época y de las generaciones venideras.
Nota. El presente texto es de responsabilidad exclusiva de quienes colaboraron en su redacción y no necesariamente refleja la opinión de <laventanaciudadana.cl>. Los autores dejan expresa constancia de que los antecedentes contenidos fueron obtenidos de diversas fuentes abiertas, documentos de su propiedad y, muy especialmente, del libro “Renán Fuentealba, en la génesis de la Concertación” del periodista Ignacio González Camus.
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