«No podemos resolver la crisis climática sin cambiar nuestra relación con la naturaleza y con nosotros mismos.»

Naomi Klein.

Actualmente nos leen en: Francia, Italia, España, Canadá, E.E.U.U., Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.

ESE CALORCITO QUE SE SIENTE

Mauricio J. Gnecco

Ingeniero Mecánico

Desde Villavicencio, Colombia

Quien no ha sentido ese calorcito que:

  • emana un foco encendido;
  • se desprende cuando se carga un celular;
  • sale por debajo de una licuadora al momento de usarla;
  • por algún lado de la nevera;
  • del TV;
  • del radiador de un automóvil, las llantas, el escape, la carcasa de la caja de cambios;
  • del aire acondicionado;
  • del motor de un ventilador; 
  • por los lados de una olla sobre la estufa;
  • ………….

Cada artefacto que utiliza energía “siempre” se calienta. Poco o mucho, pero se calienta. Y ese calor no es por lo que pagamos para obtener luz, sonido, ventilación, “frío”, movimiento, entretenimiento, trabajo, …es calor que se lanza al basurero termodinámico en que hemos convertido la atmósfera.

En el ámbito de la física hacia 1850 se reconoció una “ley” que hasta el momento no ha sido rebatida: la Segunda Ley de la Termodinámica o también Ley de la Entropía. Tristemente al encontrase con palabras como física, termodinámica y (peor aún) Entropía, la gran mayoría de lectores huye. Sin embargo, la Ley de la Entropía los persigue inexorablemente, por más que algunos levanten los hombros y dejen aquí la lectura. De la misma manera que nos persigue inexorablemente la luz del día y la oscuridad de la noche que se avecina. Y por noche quiero señalar ese tiempo de oscuridad que se combate con los focos encendidos que emanan ese… calorcito que se siente.  De cada foco encendido emana calor, en cada habitación, en cada poste de cada calle, en cada estadio. ¿Cuánto focos habrá encendidos en este momento en la rotativa noche del planeta? Diría que son varios cientos de millones, mejor varios miles de millones, billones. Y todos emanan calor.

“Así mismo actúan los gases de efecto invernadero sobre el planeta, hacen que se acumule el calor y suba la temperatura.”  

Si envolvemos un foco con una tela en pocos minutos sentiremos que se ha calentado mucho más que sin la tela. Obviamente no veremos la luz, y si la tela es gruesa, sentiremos que la temperatura será más alta en menos tiempo y quizás se dañe el foco. La tela actúa evitando que el calor pase al aire que lo circunda y se va acumulando en la tela elevando su temperatura y la del foco. Así mismo actúan los gases de efecto invernadero sobre el planeta, hacen que se acumule el calor y suba la temperatura.

Sí, de cada foco encendido, licuadora, automóvil, motor, cargador, etc., etc., emana calor. En fin, la pregunta es: ¿Qué vamos a hacer? Somos, dicen los que dicen que saben, ya ocho mil millones de habitantes en el planeta con más de un foco por persona y cada persona aspirando a una variedad de esclavos electromecánicos de acuerdo con los impulsores de una forma de vida globalizada/globalizante en la que reinan las premisas de comodidad y velocidad, haciendo creciente tanto ese número de esclavos electromecánicos como su tiempo de uso. Y todos emanando ese calorcito que se siente.

El cuidado de un bebé suele ser máximo, por instinto y por aprendizaje. Requiere delicadeza, prontitud y buen juicio tanto como intuición. Una criatura en sus primeros meses realmente requiere poco, así el mercantilismo empuje publicitariamente a sobre satisfacer las pocas y cruciales necesidades de la criatura. Paralelamente podría decirse que cuidar la (criatura) energía, tan invisible como omnipresente, requiere delicadeza, prontitud y buen juicio tanto como intuición.

El Cuidado de la Energía, sospecho, requiere hoy aprendizajes variados que conduzcan a conductas delicadas en su uso, que minimicen las inevitables consecuencias por errores de manejo.   

MG

26.01.2023

Fuente de figuras:

https://blasfotografia.com/contaminacion-luminica-y-fotografia-nocturna/

Vídeo:

https://youtu.be/Q3YYwIsMHzw

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2 Comentarios en ESE CALORCITO QUE SE SIENTE

  1. Cierto y precisamente aunque la electricidad en su forma de luz es usada por todos los seres humanos, pensar decidir reducir la cantidad de electrodomésticos y luminarias resulta una misión difícil. Muchas gracias Ingeniero Mauricio por el artículo. Me deja pensando en alguna estrategia.

  2. Mauricio Gnecco nos ha entregado, nuevamente, su clara y certera visión de cómo debemos comportarnos en el uso de la energía eléctrica; esta vez, evitando el despilfarro al que estamos irresponsablemente acostumbrados. Disminuyamos al máximo posible la emanación de «ese calorcito que se siente».

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