
Pensamientos de Emilia Pardo Bazán.
Emilia Pardo Bazán, novelista, dramaturga, periodista, ensayista, poeta y crítica literaria española, nació en La Coruña, Galicia, el 16 se septiembre de 1851, en el seno de una acomodada familia que fomentó su afición por la literatura. De formación católica, se mostró crítica del darwinismo. Luchó activamente por los derechos de las mujeres y es considerada pionera del feminismo. Autora de innumerables relatos breves y de una cuarentena de novelas, entre otras “Los pazos de Ulloa”, “Memorias de un solterón”, “Por la Europa católica”, “Pascual López, autobiografía de un estudiante de Medicina”. Falleció en Madrid el 12 de mayo de 1921.
“La educación de la mujer no puede llamarse tal educación sino doma pues se propone por fin la obediencia, la pasividad y la sumisión”.
“Los sentimientos no los elegimos, se nos vienen, se crían como la maleza que nadie planta pero que inunda la tierra”.
“No hay palanca más poderosa que una creencia para mover las multitudes humanas. No en vano se dice que la religión liga y aprieta a los hombres”.
“La dictadura es como un aria que nunca llegará a ser ópera”.
“A los pueblos, la excesiva inteligencia los perjudica. Lo que conviene es una masa de gente limitada que siga dócilmente a un individuo genial”.
“Amar es un acto. No te fatigues en pensar, ama”.
“La educación física hace que la mujer aumente su estatura y vigor y enriquezca su sangre”.
“Es absurdo que un pueblo cifre sus esperanzas de redención y ventura en formas de gobierno que desconoce”.
“El mundo es un conjunto de ojos, oídos y bocas que se cierran para lo bueno y se abren gustosos para lo malo”.
“Todas las mujeres conciben ideas pero todas conciben hijos”.
“No me gusta vivir esclava de los moños. Me arreglo lo posible, todo lo que cabe, sin derrochar un tiempo que debo dedicar a cosas mejores”.
“Cuando uno se cría en la aldea y no sale jamás de allí, se envilece, empobrece y embrutece”.
“Al pueblo no puede educársele. Es y será siempre un hatajo de babiecas, una recua de jumentos. Si se les presentan las cosas naturales y racionales, no las creen. Prefieren lo raro, lo estrambótico, lo maravilloso e imposible”.
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