
¿Como construir acuerdos reales?
El célebre pensador alemán Georg Hegel señala: “El hombre no vale por ser judío o griego, por haber nacido bien o mal, sino por ser hombre”. Esta idea tan elocuente, es la evidencia cierta de que aun cuando seamos diferentes seguimos siendo semejantes per-natura. De algún modo, “la diferencia” no es capaz de destruir nuestra naturaleza, por lo que la reunificación de nuestra sociedad irá de la mano con la aceptación de lo diverso, lo distinto, lo heterogéneo.
Ahora bien, para una comprensión mucho más real del escenario social en curso, habría que inclinarse por pensar sobre cuáles son las principales inquietudes de la población y que interrogantes se alzan en lo cotidiano. Poniéndonos en este escenario, será mucho más sencillo avanzar hacia una salida razonable, que pueda devolvernos la paz que tanto se ha perdido en los últimos años.
Hay que señalar que uno de los factores a considerar en esta problemática tiene relación con el ritmo de vida que estamos teniendo. El célebre pensador surcoreano Byung-Chul Han señala: “La aceleración actual disminuye la capacidad de permanecer: necesitamos un tiempo propio que el sistema productivo no nos deja”. La comprensión de este “tiempo propio”, puede ser la gran salida al conflicto en curso. Pues no se puede construir acuerdos, si no hay tiempo para sentarse a mirar lo cotidiano.
El ritmo de la sociedad moderna ha impuesto su rigor, de modo que en las discusiones más acaloradas es cuando surge el deseo irrestricto de actuar por poder o presión, cuestión que a todas luces está polarizando mucho mas el conflicto, haciendo cada vez mas lejana una posibilidad de reencuentro verdadero.
Según Zygmunt Bauman, sociólogo de origen judío: “Si no existe una buena solución para un dilema, si ninguna de las actitudes sensatas y efectivas nos acercan a la solución, las personas tienden a comportarse irracionalmente, haciendo más complejo el problema y tornando su resolución menos plausible”.
Esta es a todas luces la realidad a la cual nos enfrentamos, por lo que valdría la pena preguntarnos: ¿Con cuanta sensatez estamos actuando? ¿Somos capaces de dialogar? ¿Existe una mirada racional al conflicto en curso? Todas estas interrogantes plasman en parte, las inquietudes que muchos tienen. Se entiende con claridad que las soluciones son necesarias, pero se juega con un escenario cada vez más frágil, por lo que habrá que saber adaptarse a las circunstancias asumiendo una postura realista, critica y conciliadora, si lo que se quiere es construir un nuevo modelo de sociedad.
Ahora bien, luego de las últimas reacciones en un Mall capitalino donde se hacía alusión a “Volver a las poblaciones” o a “Trabajar para no ser un roto que quiere todo gratis”. Deberíamos detenernos a hacer una mirada sociológica de este fenómeno, junto con preguntarnos ¿Cómo se han edificado las bases de nuestra sociedad chilena? Puesto que, de algún modo todos hemos imperado bajo la máxima “El fin justifica los medios”, por lo que habrá que abandonar este ideal para comenzar a entender lo que ha venido sucediendo en las ultimas semanas.
Solo así daremos curso a una correcta restructuración Democrática, junto con el establecimiento de una sociedad más justa y equilibrada. De caso contrario nos quedaremos en las consignas, que si bien, pueden aportar a concientizar a la ciudadanía, poco o nada proponen para una salida real y eficaz al conflicto.
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