
El proyecto «Respira Patagonia» recuperará parte de la estepa de la región de Magallanes.
Respira Patagonia es uno de los proyectos de restauración ecológica más innovadores a nivel nacional. En él participará un grupo de ganaderos dentro de una extensión territorial de ca. 350 mil hectáreas. |
En un conversatorio realizado en el Club Croata de Punta Arenas, Nicolo Gligo Viel, magallánico destacado y premio nacional de Medio Ambiente, destacó la importancia de iniciativas como este proyecto ‘Respira Patagonia’, impulsado por Plan-C, para enfrentar los desafíos de la crisis climática y la degradación de los ecosistemas.
El principal impacto y objetivo fundamental de ‘Respira Patagonia’ es la recuperación de la pradera, más allá de la fijación de carbono. “Se aprovecha así un mecanismo existente que permite generar recursos internacionales para que ellos se conviertan en una herramienta para restaurar un suelo que está degradado y que hoy sigue erosionándose progresivamente. ‘Respira Patagonia’ destaca además por su escala y proyección masiva, lo que lo convierte en una iniciativa única en el país», indicó Gligo, agregando: «Creo que debemos darle todo el apoyo posible, porque representa una oportunidad concreta para revertir la degradación y avanzar hacia un modelo de desarrollo ambientalmente sustentable para la región».
«Respira Patagonia» se presenta como uno de los proyectos de acción climática más innovadores a nivel nacional, con la participación de un importante número de ganaderos con una proyección territorial que bordea las 350 mil hectáreas. Fernando Baeriswyl, Ingeniero Agrónomo y director de Innovación del proyecto detalló que, «el enfoque de esta iniciativa se basa en prácticas regenerativas, la conservación de la biodiversidad y la implementación de planes de manejo predial orientados a la restauración de suelos esteparios. A través del mercado voluntario de carbono, se proyecta generar beneficios ambientales y económicos de largo plazo». Baeriswyl destacó que “su origen glacial, la textura franca arenosa y baja fertilidad debido a la escasez de nutrientes como el fósforo y el azufre, no son impedimentos para su capacidad de almacenar carbono».
Serían tres factores claves del potencial de la estepa, partiendo por su baja tasa de descomposición, las bajas temperaturas y la aridez del clima que ralentizan la descomposición de la materia orgánica, permitiendo la acumulación de carbono en el suelo. Por otro lado, la vegetación nativa, como pastizales y matorrales esteparios, cuentan con raíces fasciculadas (sin una raíz principal), típicas de las gramíneas, que favorecen la incorporación de carbono en el suelo. Y, en tercer lugar, la interacción con la biota del suelo se produce a través de hongos micorrícicos y bacterias que facilitan el secuestro de carbono mediante la descomposición y estabilización de la materia orgánica. Sin embargo, para confirmar este potencial, es necesario realizar estudios de campo que permitan cuantificar los niveles de Carbono Orgánico del Suelo (SOC).
Hasta la fecha, se han recolectado cerca de mil muestras de suelo y preparadas para su análisis. Estas muestras, tomadas en distintos tipos de suelo y condiciones ambientales, serán enviadas al laboratorio de suelos de la Universidad de Chile, aliado técnico del proyecto. Allí se determinará la cantidad de carbono orgánico almacenado, su estabilidad a largo plazo y los factores ambientales que influyen en su acumulación y retención.
Manuel Sanhueza Velásquez, director corporativo de ‘Respira Patagonia’, destaca que el proyecto sigue un riguroso estándar internacional que asegura la representatividad de los datos. El análisis permitirá identificar áreas con alto potencial de secuestro de carbono; comparar el SOC en sitios con diferentes tipos de manejo ganadero y niveles de degradación; diseñar estrategias de conservación y restauración que promuevan un uso racional del suelo.
El trabajo más reciente de Nicolo Gligo, fue su participación como coordinador del proyecto multidisciplinario con varios actores, “América Latina y El Caribe: una de las últimas fronteras para la vida” [1], que plantea la urgencia de impulsar modelos de desarrollo que integren ciencia, políticas públicas y ordenamiento territorial. Sus reflexiones dialogan directamente con el propósito de ‘Respira Patagonia’: ofrecer soluciones reales, basadas en la naturaleza, que articulen la acción climática global con la realidad local de la Patagonia.
El impacto local y la proyección internacional de ‘Respira Patagonia’ se potencia al formar también parte integral de ese proyecto más amplio que contribuye a la mitigación de la crisis climática y a la recuperación de los ecosistemas de la estepa magallánica.
Los resultados de este estudio no sólo serán clave para el desarrollo de estrategias de manejo sustentable en la estepa magallánica, sino también para la mitigación de la crisis climática y la conservación de los ecosistemas patagónicos. Un suelo sano, pastizales regenerados y un manejo ganadero responsable son pilares fundamentales para lograr un equilibrio entre la actividad humana y la naturaleza.
«Respira Patagonia” se consolida así, como un proyecto pionero que no sólo busca entender y proteger uno de los ecosistemas más singulares del planeta, sino también contribuir a un futuro más sostenible para las generaciones venideras.

Fuentes:
- Radio Polar:
- La Prensa Austral:
FUENTES DE IMÁGENES:
Inferior: https://www.paiscircular.cl/agua/inedita-sequia-en-magallanes/
REFERENCIAS:
[1] https://laventanaciudadana.cl/america-latina-y-el-caribe-una-de-las-ultimas-fronteras-para-la-vida/
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