
EL RESPETO
Faltando pocos días para que el ex-Presidente de la República D. Sebastián Piñera Echenique finalizara su mandato, la ciudadanía observó con estupor como una joven había vaciado en la cabeza de la máxima autoridad del país una botella de agua. El hecho muestra claramente que se ha faltado el respeto al Presidente de la República. Tal acción constituía un hecho inédito que será tristemente recordado porque refleja la pérdida de valores humanos esenciales en una sociedad que vive en democracia y que quiere vivir en paz. Hace unos pocos días un ciudadano publicó en estas páginas una columna en que denostaba al ex-Presidente Ricardo Lagos Escobar llamándolo peyorativamente “gurú.” Y yo me preguntaba ¿sabrá este ciudadano que los gurúes son objeto de una profunda veneración en el hinduismo?
Pero, ¿qué es el respeto? El respeto es uno de los valores fundamentales que los seres humanos debemos tener siempre presente al momento de ejercer una acción o relación recíproca con personas de su entorno lo que le permite reconocer, aceptar, apreciar y valorar sus cualidades y sus derechos. La autora del deleznable hecho realizado contra el ex-Presidente de la República carece, sin duda alguna, de estos valores y daña injustamente la imagen pública del país. El respeto considera y valora, también, aquello que se le reconoce valor social, particularmente lo que dice relación con los derechos humanos, un valor muy sentido por nuestra sociedad.
Hoy constatamos que la falta de respeto afecta no solo a las personas, también se ha faltado el respeto a instituciones y empresas del Estado, monumentos patrimoniales y bienes públicos y privados del país. Corresponderá a la Justicia determinar si efectivamente se han cometido los delitos que la prensa ha dado a conocer. La comprobación de tales delitos reflejaría la existencia de un estado de degradación moral y pérdida de valores cívicos de las personas inculpadas, que la ciudadanía repudiaría con justa razón. De ser así, es de toda justicia evitar la condena de los miembros de dichas instituciones que cumplen con honestidad, compromiso y responsabilidad sus obligaciones. Un ejemplo claro es lo que ha ocurrido con la Iglesia Católica. ¿Son todos los sacerdotes abusadores de menores? Obviamente no. Pero costará mucho esfuerzo reparar y recuperar la confianza del pueblo cristiano en aquellos religiosos que han decidido destinar su vida al servicio de la Iglesia.
¿Es la naturaleza digna de ser respetada? La respuesta es categórica: sí. Dejando de lado los ciclos naturales por las que pasa el planeta Tierra durante un año, podemos afirmar que el cambio climático es consecuencia directa de la acción abusiva de ciertos países que por su afán de obtener cuantiosos recursos económicos en el corto plazo destruyen irreversiblemente grandes reservas forestales que perteneciendo a un país son verdaderamente un bien para grandes regiones del planeta. Un caso patético es la destrucción de la Selva Amazónica en Brasil. Otro tanto ocurre en Argentina. Por otro lado la sobre-explotación de los recursos marinos (peces, mariscos y algas) ha sido otro ejemplo de falta de respeto a la naturaleza situación que, afortunadamente, se encuentra regulada por normas internacionales que establecen cuotas y vedas para la extracción de dichos productos. La falta de respeto por la naturaleza tiene larga data. Afortunadamente el bosque nativo chileno está protegido. La protección mediante la figura de Parques Nacionales en el sur del país, ha permitido preservar la riqueza milenaria de dichos bosques, un verdadero patrimonio no solo de Chile, sino también de toda la humanidad. El Papa Francisco ha pedido a los gobernantes del mundo entero tomar acciones urgentes contra el cambio climático para evitar el sufrimiento de las diversas comunidades antes que sea demasiado tarde.
El nuevo gobierno nos hace abrigar la esperanza de terminar con los abusos conocidos como consecuencia de una legislación laxa y de la incapacidad de los organismos contralores para evitarlos. El país no puede seguir siendo considerado un botín a vista y paciencia de sus ciudadanos, toda vez que se trata de la apropiación ilegal de los recursos que pertenecen a todos los chilenos. No será fácil recuperar el valor del respeto por las autoridades, las personas, las instituciones y el medio ambiente. Sin embargo, creemos que las esperanzas en revertir estas prácticas no se pierden nunca y aplaudiremos cuando las nuevas autoridades vayan resolviendo estas situaciones que tanto daño han producido al país..
El respeto es una virtud moral y un sentimiento positivo que motiva a los individuos a tener una mirada atenta a los esfuerzos y logros del país. El respeto y la tolerancia son dos de los valores más importantes para la convivencia social. Chile desea vivir en paz y aspira a tener gobernantes que combatan la corrupción y las injusticias, gérmenes que, lamentablemente, atraviesan a toda nuestra sociedad. Tenemos derecho a vivir en un país cuyos gobernantes actúen con transparencia y que erradiquen de una forma completa y definitiva los males que amenazan nuestra convivencia. La educación es y será una importante aliada en el combate de todo aquello que impida alcanzar estos nobles objetivos. Cumplidas estas aspiraciones todo lo demás vendrá por añadidura.
Señor David Carrillo contreras.
Si usted se refiere a mí columna, la que aparece firmada con nombre y apellido, le recuerdo que digo. «El Ex gurú». Preciso, ya los que le tenían como tal y seguían todos sus dichos y sus actos, en general no lo escuchan ni lo siguen..
Señala usted:
Hace unos pocos días un ciudadano publicó en estas páginas una columna en que denostaba al ex-Presidente Ricardo Lagos Escobar llamándolo peyorativamente “gurú.”
Le sugiero ser mas explícito y claro en sus citas.