
ESE FINO CORDÓN DE PLATA
Desde Castelar, Argentina
Sí..más de una vez tan fino que casi no se ve.
Sin embargo qué oculto poder.
La ductilidad, la gracia, la sensibilidad, la profundidad inquisitiva que lo lleva
a expandirse o replegarse.
En más de una oportunidad mi mano lo ha sujetado en el plano blanco y
Guiada, no sé por qué mago, desde la punta de un lápiz lo he representado.
No estaba quieto, deambulaba buscando, giraba voraz ante mi desconcierto, se deslizaba
en espirales… luego como quien quiere alcanzar el universo se estiraba oblicuo buscando
un horizonte incierto.
Sin levantar la mano ese grafismo regresaba y ante mi asombro
eran unas alas que iban apareciendo,
las definía, las entornaba en adorables volutas recordándome
el arte de los griegos.
Pero no estaba Palas Atenea, ella como yo lo mirábamos hacer su juego.
Ese fino cordón de plata buscaba espacio, lo necesitaba para su vuelo.
Estar más allá de todo cuerpo.
Trasponer los límites de lo posible y demostrar que hay otras superficies que pueden,
sin darnos cuenta -porque son tan simples- permitirnos evadir
los límites de las paredes imaginarias
que no nos dejan ser del todo libres.
Como eso de verlo en mi hoja blanca describir lo que me encierra o me permite como él, volar sin inhibirme.
Ya no importa cuánto tiempo ese fino hilo de plata lleve y traiga sus mensajes, ni el
que necesite para desplazarse, sé que está allí.
En la misma búsqueda que yo, tampoco importa de qué materia estamos hechos.
De pronto solo podemos ser…una estrella…un color…una brisa…un recuerdo…
un poema…una PALABRA.
Eso…una ¡PALABRA! exhalada en secreto llevando en su extremo el fino cordón de plata.
Déjanos tu comentario: