«Aquellos o aquellas que creen que la política se desarrolla través del espectáculo o del escándalo o que la ven como una empresa familiar hereditaria, están traicionando a la ciudadanía que espera de sus líderes capacidad y generosidad para dar solución efectiva sus problemas.»

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LAS BALLENAS Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

Carlos Bonifetti Dietert

Ingeniero C. Mecánico UdeC. Ambientalista.

El ciclo de alimentación de los cetáceos permite retirar CO2 de la atmósfera. Esta aseveración ha sido constatada por los científicos que las estudian destacando la importancia que tienen estos gigantes del océano en el ecosistema marino.

En septiembre de 2018 la Comisión Ballenera Internacional rechazó por amplia mayoría la petición de países cazadores de levantar la prohibición de la caza industrial de la ballena, vigente desde 1985. Esta medida ha permitido que las aguas de varios mares atraigan al animal más grande del planeta. Así se ha comprobado en las costas de Chile, Argentina y de otros países, en los que han aumentado los avistamientos. En Chile existen 43 especies de cetáceos, casi tenemos el 50% de lo que podríamos encontrar a nivel mundial. Los lugares de avistamiento de ballenas son: Arica, Chañaral, Punta de Choros, Isla de Chiloé, Melinka, y Parque Marino Francisco Coloane. Se observan, cada año con mayor frecuencia, ballenas azules, jorobadas, minke, franca austral, que llegan a nuestros mares en sus viajes a la Antártica para alimentarse.

Mantener con vida a los cetáceos tiene grandes beneficios para los ecosistemas marinos pues ayudan a aumentar las poblaciones, según las afirmaciones del zoólogo gallego Bruno Díaz.

A la ballena, solo se le puede ‘achacar’ la ingesta de grandes cantidades de krill o plancton cada vez que abren sus fauces. Estos microorganismos constituyen el primer eslabón de la cadena trófica del mar. Podría entonces pensarse que con su voracidad, las ballenas amenazan el equilibrio biótico en el mar. Pero en realidad hacen todo lo contrario. «A través de sus heces, de alta flotabilidad, fertilizan la superficie del  mar. Como son animales de grandes dimensiones, el volumen de las excretas es grande y muy beneficioso para la fauna pues es un excelente  abono para el crecimiento del plancton, que es el  alimento para los peces. Por tanto no restan a la cadena alimenticia sino que suman», según explica Díaz.

En Galicia, la comunidad científica ha aprovechado la visita de especies como la ballena azul o el rorcual común para recoger muestras de heces y estudiar el impacto que tienen en el ecosistema. «Hicimos un muestreo y encontramos numerosas especies de plancton próximas a la superficie, confirmado el fenómeno del afloramiento tan característico de la costa gallega y en el que las ballenas también intervienen», expresa el zoólogo.

Todo está interrelacionado, prueba de ello es lo ocurrido con las ballenas azules en el siglo XX. De las 300.000 que había, sólo 350  escaparon de la caza desenfrenada de los depredadores balleneros. Contra todo pronóstico, esto originó una caída del plancton (el krill), porque las ballenas reciclan el hierro y lo convierten en fertilizante para la reproducción del krill. Este fitoplancton es el mecanismo más importante para la reducción del CO2 en la atmósfera, ya que captura muchísimo más CO2 para generar oxígeno, que todos los bosques de la tierra, del orden de un millón de toneladas al año.

En este momento en el que los humanos estamos perdiendo la batalla del clima, las ballenas son aliadas para tratar de resolver la crisis climática. El principal responsable del calentamiento global es el dióxido de carbono (CO2). «El hecho de que se alimenten nadando a grandes profundidades facilita que los nutrientes se desplacen desde el fondo hacia la superficie y que el plancton florezca. El gran beneficio está en que este plancton, la base de la cadena alimenticia, es uno de los organismos mayores consumidores de CO2, gas del que hoy hay un exceso en la atmósfera. Por tanto están haciendo un gran papel en el amortiguamiento de su incremento de este gas que produce la actividad humana», subraya el científico gallego.

La ciencia ha descubierto que las ballenas colaboran activamente para frenar el aumento de la temperatura de la Tierra. Sin ballenas, el krill entrará en crisis con las consecuencias climáticas señaladas.  Por lo tanto, la caza de ballenas puede tener consecuencias drásticas y desconocidas para el delicado equilibrio todos los ecosistemas de la Tierra.

Fuente de figura: http://www.chiledesarrollosustentable.cl/noticias/noticia-pais/el-dispositivo-que-monitorea-ballenas-en-tiempo-real/

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2 Comentarios en LAS BALLENAS Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

  1. Además las ballenas jorobadas protegen a otras especies marinas de las ballenas asesinas, esto habla de su nivel de altruismo, empatía e inteligencia. Gracias por la nota, muy interesante.
    Saludos

    • Gracias Carla por tu comentario. Nunca dejaremos de sorprendernos con lo que nos enseña la Naturaleza. Saludos.

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