
Las memorables Tipuanas de la ciudad de Buenos Aires
Los árboles con su poder refrescante serán la salvación para sobrellevar el cálido verano que se anuncia. Un ejemplo de una buena arborización urbana son las Tipuanas de Buenos Aires y otras ciudades de Argentina.
Ya sea en grupo como individualmente el efecto que provocan es magnífico. No exclusivamente por la sombra que proyectan, que es sin duda necesaria en una ciudad cálida como Buenos Aires, que estando en primavera las temperaturas se aproximan a los 30°C y los pronósticos para el verano anuncian extremos cercanos a los 40ºC. Hay más razones para admirarlas que tienen relación con la estructura de sus troncos sinuosos, el color oscuro de la corteza que contrasta con el verde claro de su follaje tenue, su sombra tamizada que se refleja sobre el pavimento que acompaña el caminar bajo un túnel que cobija y que crea una atmósfera de cuentos.
Sin embargo, hay algo más, que es imprescindible para que todo lo anterior ocurra y se trata que se las ha dejado crecer, se las ha respetado, lo que ha permitido que sus troncos se subdividan en ramas más pequeñas hasta llegar a las cada vez más delgaditas creando una estructura de filigrana tan característica de la especie y que se forme efectivamente el túnel de ramas entrelazadas en altura.
A modo de contexto la Tipuana, cuyo nombre científico es Tipuana tipu es una especie nativa de los bosques subtropicales de Bolivia y del noroeste de Argentina (Jujuy, Salta, Tucuman), perteneciente a la familia de las leguminosas. Ha sido introducida a diversas regiones templadas de Europa y Estados Unidos, así como otros países de América del sur, especialmente Brasil y Uruguay, donde se la ha valorado mucho por su figura característica, amplia copa, bello follaje y floración amarilla primaveral, con buena adaptación a diversos tipos de suelo y resistencia a la sequía.
Para los amantes y observadores de la naturaleza son un regalo que queda grabado en la mente entre los recuerdos gratos e identitarios de una ciudad, un lugar, una caminata, un momento en el tiempo.
Muy buen ejemplo a seguir para ciudades de Chile, con el debido resguardo de seleccionar las especies mejor adaptadas para cada lugar.
También se debe agradecer y felicitar a todos aquellos visionarios que trabajan en el manejo del arbolado urbano de las ciudades argentinas, que saben cuidar sus árboles, ya sea planificando una adecuada selección vegetal, así como las labores de mantención de éstos, al personal que está en terreno dando las instrucciones y finalmente a quienes ejecutan las acciones en los árboles; a todo el equipo de actores que hacen posible que este magnífico paisaje y experiencia vivida en el ambiente urbano sea realidad.
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