
Una Compleja Segunda Vuelta
Que entre Kast y Sichel reúnan una alta votación en las comunas del barrrio alto está dentro de lo “normal”, así como en algunas regiones, especialmente la Araucanía. Que en los otros sectores de la capital y varias regiones, la mayor votación corresponda con la centro-izquierda también tiende a ser normal.
Pero la reciente elección presidencial y parlamentaria, hasta cierto punto, ha trastocado esa “normalidad” lo que da un pronóstico incierto respecto de la segunda vuelta, con el agregado que el período de campaña será muy breve.
Solo a modo de hipótesis, se puede establecer que una parte del electorado está compuesto por jóvenes que hacen sus primeras armas en el sufragio y que no necesariamente tienen una preferencia definida de antemano y relativamente persistente.
Que otra parte del electorado, que se corresponde con capas medias y capas medias bajas, están atemorizados y cansados de manifestantes violentos y saqueadores que, además en los hechos sirven, aunque sea sin proponérselo, de pantalla a narcos y bandas de delincuentes comunes.
Todo ello agravado porque estas acciones perpetradas en algunas manifestaciones, no ha sido debidamente neutralizado en virtud de la incompetencia del gobierno que ha apelado a una represión policial como método preferente.
A su vez, los ultraizquierdistas utilizan métodos violentos ajenos a las tradiciones de lucha del movimiento democrático y popular chileno y más próximos a tendencias de corte “fascistoide”, como lo mostraron en su momento las agresiones a Beatriz Sánchez y al diputado Gabriel Boric.
Desde estas situaciones de descontrol es perfectamente posible que surja un electorado cuya preferencia apunte a candidaturas que les “ofrezcan” mayor certeza de seguridad y una promesa de mejores condiciones de existencia, apelando a ofertones populistas y demagógicos, que es la tónica del discurso de Kast.
Por su parte, las candidaturas de centro-izquierda y de izquierda plantearon al electorado, con alguna excepción, solo generalidades acerca de un país más “inclusivo”, sin entrar a explicar el cómo se concretan y que, al tiempo de detallar su alcance, contribuyan a convencer al elector.
Así, se ha planteado la idea de re-nacionalizar el cobre. Sin embargo se nacionaliza lo que no pertenece a la “nación”, en este caso, según la constitución de la dictadura: “El Estado tiene el dominio absoluto, inalienable e imprescriptible de todas las minas, comprendiéndose en éstas las covaderas, las arenas metalíferas, los salares, los depósitos de carbón e hidrocarburos y las demás sustancias fósiles, con excepción de las arcillas superficiales…”(artículo-19, # 24).
En consecuencia lo que correspondería sería la estatización de bienes que están en manos de privados, ya sean nacionales o extranjeros, previo pago de una indemnización que cabe establecer y, obviamente si las proyecciones de ganancias de la vida útil del mineral son similares a la indemnización, no sería conveniente estatizar ese mineral.
Hay quienes dicen que el estado no tendría los capitales para nuevas exploraciones y explotaciones, pero esto es solo un ideologismo pues se puede establecer que Codelco ahorre anualmente una determinada cantidad (así como el 10% para las FF.AA) en función de futuras inversiones.
De igual modo, considerando cada asunto en particular, correspondería plantear la constitución de una empresa estatal del litio, con carácter monopólico; es necesario constituir una red de farmacias públicas, en virtud de la colusión de estas empresas y de los abusivos precios.
En otro plano, desarrollar una política agresiva de promoción de las micro y pequeñas empresas de carácter productivo, otorgando créditos estatales blandos y en condiciones flexibles de servicio de ellos.
Desplegar una vasta iniciativa respecto de obras públicas a fin de elevar el nivel de la infraestructura en función de las actividades productivo-comerciales y de exportación; al mismo tiempo, incrementar la construcción de embalses, captadores de aguas lluvia y deshielos a objeto de atenuar las situaciones de sequía que genera el cambio climático.
Poner en marcha un plan estratégico de construcción de viviendas que, en un plazo prudente, permita terminar con el déficit habitacional y con las condiciones infrahumanas en que viven miles de compatriotas. Todo ello con efectos positivos sobre el empleo y las remuneraciones.
Al mismo tiempo, en concertación con los Municipios, impulsar la creación de parques populares en los sectores de menores ingresos hasta alcanzar la media de áreas verdes recomendada por la OMS.
Para la derrota de la derecha en la segunda vuelta es esencial un planteamiento programático bien fundado, que ponga al desnudo la demagogia del candidato de ultra-derecha y, al mismo tiempo, que sea convincente y atractivo para el electorado.
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