
ADIÓS AL ESCRITOR JAIME SALGADO ALBORNOZ
Sus graves problemas de salud fue la alerta para saber que este estimado escritor pronto iba a traspasar los umbrales de esta vida para integrarse al mundo de los recuerdos como sucedió el pasado 25 de agosto, por eso lo despedimos en su responso y le acompañamos a donde iba a reposar su cansado cuerpo luego de una intensa vida que se extendió por 87 años.
Lo conocimos cuando era socio del Grupo Literario de Ñuble en 1974 y tímidamente nos acercábamos a esa institución invitados por nuestro profesor Ernesto Vásquez. Por ese tiempo presidía la institución su gran amigo, el poeta Edilberto Domarchi. Pronto supe de su trayectoria literaria, de su interés por la poesía, de sus libros publicados, de su nacimiento en Talca allá por 1933, de su trabajo como ferroviario y después como pequeño empresario, de haber fundado el Grupo Literario con sus amigos Pedro Pablo Rivas, Shubert Sepúlveda y Edilberto Domarchi un 29 de septiembre de 1963 en una oficina de la estación de ferrocarriles de Chillán y de ahí seguir bregando por el crecimiento de la institución con recitales, concursos, encuentros nacionales y el trabajo serio de estudio de la literatura cada miércoles en donde el surrealismo era la corriente literaria con que ellos se identificaron.
Pocos años después se independizan del Grupo y forman otra institución en 1976, en donde continúan el trabajo literario como la revista Señu que acogió mis incipientes publicaciones y don Jaime me dio su apoyo y orientación que hoy nuevamente agradezco.
Al señor Salgado lo caracterizó no solo sus bigotes y barba como el pintor español Salvador Dalí, también tuvo una notable capacidad para hacerse de amigos, con muchos de los cuales compartió la vieja bohemia cultural chillaneja, siendo dueño de un anecdotario muy agradable de escuchar dadas las condiciones de buen relator de don Jaime, porque ellos vivían la vida plena de humanidad, en un fraterno compartir y en una feliz y afortunada conjugación de las artes literarias, musicales, pictóricas y culinarias que ellos sabían disfrutar, como la anécdota oportuna, las conversaciones plenas de conocimientos, las declamaciones, el canto improvisado o el chiste oportuno; todo ello condimentado con la buena mesa amical y al calor de algún brasero amable y tradicional. Eran tertulias gratas e inolvidables que apenas percibimos en la actualidad. Por ello, lo despedimos con la clara conciencia de saber que se nos fue una persona que vivió de manera integral y por eso, se ha ganado el descanso, el aprecio y el recuerdo.
Don Jaime fue autor de varios libros como los poemarios Prisionero de los Relojes, Grito y Sentimiento, Imágenes y sus Voces, Campanas de Palo, Versos a la Vida y el Amor, Semblanza de 35 años, Retro 40 y sus agradables crónicas Arrímense a la Mesa del Mastique, una selección de trabajos periodísticos hechos para diarios y revistas.
Al momento de su despedida, nos alegra haberlo conocido y compartido más de alguna actividad cultural, aunque lamentamos que se haya ido sin el reconocimiento oficial de este Chillán que tanto amó como su ciudad adoptiva, como también con la clara conciencia de despedir al último fundador de nuestro Grupo Literario de Ñuble y saber que fue un poeta generosamente valorado y elogiado por sus pares a través de todo Chile.
Entregamos a su viuda señora Nelly Hernández, sus hijos, nietos y familiares, los sentimientos de pesar por su deceso y lo evocamos con su palabra hecha poesía cuando escribió a Chillán: “… Chillán / eterna aurora / que orienta las palomas / escapadas del alma / aquí dejaré mi sol palpitante / para fundirme a tu piel / de poros ardientes y fecundos / en infinitos besos / de gratitud y amor…”
Hermosa columna, hermoso homenaje.
Qué tristeza, que en paz descanse!!! Tantas jornadas literarias y encuentros. Que sueñen y resuenen sus “campañas de palo”, ya no estará “prisionero de los relojes”!!! Gracias, Fernando Arriagada Cortés!!!