
ATRAPADA
Desde Castelar, Argentina
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ATRAPADA
Desde altos acantilados altos el mar por un momento
se vio cubierto de nubes intrépidas.
Desafiando su bravura.
Rozando las olas enfurecidas por tal atrevimiento.
¿Quiénes eran estas descolgadas del cielo que venían a qué?
Se batían en duelo, las unas por permanecer casi mezclándose con las olas,
las otras golpeando bravías y salpicando contra las rocas provocando una
lluvia que caía sobre las nubes.
La naturaleza en funciones.
Cada elemento atreviéndose como los seres humanos.
Pero allá en el horizonte,
una nube rosada se esfuerza por salir y elevarse.
Quiero ascender, quedo atrapada
entre el agua y sus hermanas que no buscaron escapar, al contrario
se precipitaron desafiantes.
Una aventura.
¿Igual que los hombres?
Dejando su plano, su cielo, su agua, se introducen con espíritu bélico
donde nadie las llama.
Y proyectan la sumisión, el cambio violento, el desarraigo.
Buscar la salvación a esa invasión, huyendo.
Dejando sus hogares sus vidas, el pasado, todo lo que hasta ese momento
era la historia de cada uno con sus ilusiones de presente y futuro.
Como una maldición cayeron cubriendo el paisaje.
No así las nubes que por corto tiempo se fueron elevando
aunque algunas fueron bebidas, devoradas por las olas
que atrapaban, gozando, a su presa.
Etéreas formas que se mezclaban con la salobre lengua de las olas sin inmutarse
casi en placentera actitud de entregarse.
Desasosiego de las olas que al buscarlas ya no estaban.
Pero aquella que se asomó valiente, se eleva.
Escapa.
Tiene un porqué que sólo ella sabe…
Ah, misterio de la nube que desde la altura observa el desmadre.
No serás tú quien desafíe.
Serás en todo caso la que ilumines.
*** ***

Gladys Semillán Villanueva
Argentina
D.R.A.
Octubre 10, 2024
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