«La conservación es un estado de armonía entre el hombre y la tierra.»

Aldo Leopold.

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¿CAMBIO O CRISIS CLIMÁTICA?

Carlos Bonifetti Dietert

Ingeniero C. Mecánico UdeC. Ambientalista.

“Una locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”
Albert Einstein

La expresión “crisis climática” es más adecuada que “cambio climático” para referirnos a la magnitud y a las consecuencias del calentamiento global causado por la actividad humana. En los medios de comunicación se viene usando la denominación ‘cambio climático’ para aludir al aumento de la temperatura de la Tierra provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia de los combustibles fósiles, muchos científicos consideran que el término  no describe con suficiente precisión la gravedad de la situación actual.

Siguen aumentando de modo persistente en todo el planeta, y podríamos decir que con tendencia exponencial, fenómenos atmosféricos cada vez más potentes: huracanes, grandes marejadas, tornados, trombas marinas, lluvias torrenciales, smog en las ciudades. Y Chile, no es una excepción, sin duda.

Las alteraciones del clima y los desequilibrios estacionales, están provocando desastres cada vez más mayores, lo que comprobamos diariamente en las noticias internacionales: sequías extremas y prolongadas,  disminución acelerada de las masas de hielo polares y de los glaciares en todo el mundo, aumento de la temperatura terrestre y del mar; el nivel del mal aumenta paulatina e inexorablemente inundando islas y amenazando a ciudades costeras en todo el orbe, aumento de riadas, inundaciones y aluviones,  disminución de flora y fauna  terrestre y marina incapaz de adaptarse a los rápidos cambios.

Sin embargo, pese a este panorama desolador y angustiante –ya lo hemos tratado en artículos anteriores sobre estos temas- las actividades industriales continúan desarrollándose en Chile bajo los mismos predicamentos establecidos en el  agotado modelo político-económico neoliberal. Se insiste en que todo se resolverá con el crecimiento y el (inútil) esfuerzo  en conseguir que  aumente el PIB -parámetro que como bien ha dicho el economista José Vera Giusti- “no sirve para nada”. Y no sirve -hay que insistir en ello- porque no toma en cuenta los costos de los daños que provoca el crecimiento a secas. Es decir, el sistema contable usado por la economía neoliberal es “trucho” (que me disculpe Don Milton Friedman).

Por lo que observamos podemos afirmar con certeza, que con el paso cansino conque avanza este Gobierno de Chile (reconozcamos que los anteriores fueron harto cachacientos también)  y sus instituciones para hacerse cargo de los graves problemas que estamos enfrentando, sin cambio alguno en los conductas agresivas y destructoras de la Naturaleza, solo nos conducirá a aumentar la cantidad y magnitud de los desastres y de ningún modo ir hacia un comportamiento proactivo y resiliente de la sociedad ante la crisis.

Cabe recordar, una vez más, que “los desastres no son naturales” [1] sino que son generados por los humanos y sus malas prácticas pues, al negarnos a entender el funcionamiento de la biósfera para acomodarnos armónicamente en ella para vivir y subsistir amigablemente con los demás seres que habitan en nuestro planeta vivo: GAIA [2].

Todo lo que estamos haciendo actualmente va en contracorriente. Sin embargo autoridades, instituciones y gremios empresariales continúan su camino con la tozudez acostumbrada sin tener objetivos claros ni metas -a corto, a mediano ni a largo plazo-, solo “echarle para adelante” con más de lo mismo. Para muestra, algunos botones en nuestro entorno penquista: siguen vigentes los planes reguladores urbanos errados y obsoletos – una nueva ruta vial mal planteada, ideada para construirla ¡dentro de un pantano! (el Humedal Los Batros) – estrechamiento continuo de las cajas de los ríos (Río Andalién y otros) con más y más rellenos – restauración de humedales mediante rellenos (SIC) (Parque Los Batros) – rellenos en humedales (Humedal Vasco de Gama y otros) – disminución de áreas verdes urbanas – pretensión de construir un parque científico tecnológico en el peor lugar concebible para ello (UdeC) – destrucción de cerros por doquier para generar superficies planas artificiales para más (innecesarias) urbanizaciones.

Todo ello solo contribuye al agravamiento de los efectos del cambio climático el que, respondiendo a la pregunta inicial, se ha transformado en una crisis climática. «La crisis climática no solo es grave, es urgente frenarla».

Referencias:

 [1] http://www.desenredando.org/public/libros/1993/ldnsn/LosDesastresNoSonNaturales-1.0.0.pdf

[2] http://mateandoconlaciencia.zonalibre.org/gaia.pdf

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