«No podemos resolver la crisis climática sin cambiar nuestra relación con la naturaleza y con nosotros mismos.»

Naomi Klein.

Actualmente nos leen en: Francia, Italia, España, Canadá, E.E.U.U., Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.

¿Comemos sano?

Al  parecer, no. La obesidad infantil es cada día mayor en nuestro país y nosotros  – los adultos – vamos a la  zaga.

El  estrés  (del inglés stress, aceptado como entrada léxica en el Diccionario de la Lengua Española) de la vertiginosa vida cotidiana nos hace ingerir cualquier cosa. Estamos , en ese aspecto, casi a la par con los países industrializados que se caracterizan por preferir la fast food  – del inglés “comida rápida”, u otra como la junk food (inglés para “comida chatarra”) y también la denominada “comida al paso”, como aquella expendida por carritos en las calles de Nueva York, los famosos food trolleys  que ofrecen inclusive platos gourmet  (del francés para “gastronomía fina”) por módicas sumas de dinero y con bastante celeridad.

Pero en caso de que queramos comer sano, podemos consultarlas calorías que contienen los alimentos por medio de  su app en línea, llamado Nutriupp (término híbrido con el elemento compositivo “nutri” y “upp” de “app” en inglés por “application”. Este programa “ interpreta”, de forma simple, los componentes que tienen los diversos alimentos, hecho importante para personas que padecen de diabetes y que las ayuda a controlar su consumo permitido de azúcar, elemento poco sano para su enfermedad.

Otra forma para controlar la obesidad  y prevenir la diabetes es el uso de los nutraceúticos, neologismo formado a semejanza del término farmaceúticos que se apoya en una palabra del inglés, o sea, pharmaceuticals, para referirse a alimentos o suplementos alimenticios con propiedades farmacológicas.

Lo más novedoso en este campo, según se informó  en el diario El Sur hace algún tiempo, es la investigación que llevan a cabo un grupo de científicos de la UdeC, dentro del marco de los proyectos del centro EULA. Se trata específicamente del aceite que se extrae de la semilla del pino. Según el equipo investigador, este aceite tendría beneficios para el organismo, por constituir  un moderador del apetito y un sensibilizador de la insulina, por lo que previene el exceso de peso y la diabetes.

Por otra parte, existen también los fitness  centers , expresión del inglés para designar a los “centros de entrenamiento psico-físico, los que, en algunos países, cuentan con un  health coach , del inglés, y que se refiere a un “tipo de entrenador para la salud”, quien lógicamente vela por la sana alimentación del individuo.

Existen además programas conocidos como  exergaming – expresión inglesa formada por “exercise” (“ejercicio”) y “gaming” (video juegos). Este último consiste en juegos de muralla o de piso, practicados en gimnasios, con conexión a pantallas para “jugar” mientras se ejercita. Este información fue extraída de la revista YA de El Mercurio.

En ocasiones, el consumo excesivo de comida, en particular, de productos de repostería y golosinas, hace las veces de paliativo para evitar el decaimiento. Una nutricionista sugiere elegir u sistema que se conoce como Mood Food (inglés), es decir,” alimentos para el ánimo” y da como ejemplos preparaciones con ají u otros productos picantes que contienen capsaisina, elemento que contribuye a levantar el ánimo. Sugiere también comer legumbres, ricas en triptofano y cereales integrales – que asimismo lo contienen – y que no es sino tiamina o vitamina B1 que se difunde con el apelativo de  “la vitamina del estado de ánimo”.

En las redes es muy popular el  fenómeno llamado “Foodie” , diminutivo del inglés “food” –comida- y se refiere a “pequeñas comidas”, ya que enseña a preparar recetas de comida casera, sin recurrir a intrincadas técnicas culinarias, ni a utilizar artefactos de cocina costosos y estereotipados, ni tampoco incita al consumo de alimentos raros y exóticos. El programa en sí  se conoce como TASTY, del inglés “sabroso”; basta con tener acceso a wifi  y a disfrutar cocinando sano. Tiene un  alto rating (inglés para  “número, porcentaje”, etc.) dy e visitas y hay un programa especial para niños: el Tasty Junior, que entrega a los menores recetas fáciles. Cuenta con otros programas como el Tasty Happy Hour, centrado en la preparación de cocteles y, finalmente, debido a su éxito, la expansión internacional se conoce en los siguientes países con sus denominaciones equivalentes: Proper Tasty para el Reino Unido; Bien Tasty para países latinos; Tasty Miam para francófonos  Einfach Tasty para Alemanis.

En la revista aludida de El Mercurio, se incluye un artículo muy original que se refiere a la “comida reciclada”. El grupo que se dedica a utilizar restos de verdura, fruta u otros tipos de alimentos, se llama “Recupera y su propósito es Desperdicio Cero, vale decir, provechar todo y no botar nada. Son voluntarios y tienen menos de 30 años de edad. Sugieren no comprar en exceso, porque así no se desperdicia la comida. Elaboran snacks (inglés para “merienda,colación, bocadillos”) para cocteles u otra finalidad, en base a hojas de lechuga, repollo, tallos y hojas de betarraga y brócoli. Han ganado premios internacionales  y son muy conocidos como startups, del inglés para “emprendedores”. Es un nuevo RecyclEat, término neológico que es una truncación del inglés “recycle” e “eat” (“reciclar” y “comer”).

Los chefs y especialistas en gastronomía hablan de los viajes foodie, viajes cortos, de 4 ó 5 días, a alguna ciudad para conocer su perspectiva gastronómica, visitar mercados, ferias y restoranes, con el fin de adquirir nuevos conocimientos en su campo.

Como podemos apreciar, si queremos, podemos comer más sano para evitar o disminuir enfermedades aún  no adquiridas o endémicas, como la obesidad, por ejemplo, flagelo de nuestra sociedad moderna. Contamos con apoyo en la red, en la concepción nutricional de especialistas que investigan al respecto y la voluntad de cada uno de nosotros para paliar, aunque sea en parte, los vicios del desarrollo que inciden en una alimentación, muchas veces, poco sana, por excesos de sal y azúcar, poca ingestión de frutas y verduras. Debemos pensar en nuestros niños, en la vida sedentaria que muchos llevan frente al televisor, sin ejercitarse  físicamente para equilibrar la ingesta de alimentos y su nutrición poco adecuada. Comamos sano, porque las tentaciones están hasta en la calle. El poco tiempo libre de la dueña de casa promedio hace que su cocina se base fundamentalmente en comida rápida que se prepara en pocos minutos. Los niños pueden ayudarnos a cocinar, a preparar platos entretenidos como les enseñan los programas televisivos.

Hagamos un esfuerzo por ellos, porque la cocina del futuro estará completamente en manos de la robótica y el internet, donde todo se podrá controlar por pantallas touch, del inglés “tocar”, que se activan al contacto digital.

Una empresa lanzó recientemente un grupo de electrodomésticos bajo el concepto de “watching, touching, cooking” , que quiere decir en  castellano “mirar, tocar y cocinar”.

Tanta tecnología está bien:  alivia el trabajo doméstico, pero no hay que perder de vista nuestro objetivo. Preparemos comida saludable, fácil de hacer, sencilla y casera; al mismo tiempo, estaremos cuidando nuestra salud. Somos muy dados a consumir productos  diet o light (inglés para “dietéticos” o “bajos en calorías”), los que disminuyen el consumo de grasa hasta en un 50 por ciento, pero esto no quiere decir que sean saludables.

Creemos, en último término, que el comer moderadamente – de todo un poco menos – nos ayudaría, en gran medida, a evitar excedernos de peso, problemas de salud, más aún, si se acompaña nuestra cotidianeidad con ejercicios permanentes, adecuados a la edad de cada uno.

Ana María Pandolfi B.

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