
Las relaciones públicas según Castillo (II)
Desde México.
La semana pasada se explicó que el artículo Las relaciones públicas internas como factor de gestión empresarial (2006), del español Antonio Castillo Esparcía, busca enfatizar la importancia de las relaciones públicas como estrategia de comunicación para mejorar las interacciones tanto internas como externas de una organización. En esta segunda parte, se indagará la temática que Castillo expone en su texto referente a los proyectos de relaciones públicas, influencias de los grupos y la participación del público.
Los proyectos de relaciones públicas, deben incorporar actividades de comunicación bidireccional que permitan la respuesta del público (feedback). Existen una variedad de mecanismos escritos para obtener la respuesta del público, como los buzones de sugerencias de los empleados, los brevísimos cuestionarios para clientes de un restaurante o las cartas al director. No obstante, el medio más eficaz de interacción bidireccional son las actividades de comunicación interpersonal: alocuciones con cuestionario al final, reuniones con grupos pequeños, comunicación cara a cara.
A veces es posible dividir al público en grupos pequeños, lo que resulta una excelente oportunidad de comunicación interpersonal. Antonio Castillo argumenta que el alto nivel de implicación de emisor y receptor, convierte a la comunicación bidireccional en la más eficaz forma de persuasión.
Uno de los principios de la comunicación eficaz, es la identificación de líderes de opinión como receptores de los mensajes. A menudo, la comunicación funciona eficazmente de forma directa entre la fuente del mensaje y el receptor. Pero en muchas ocasiones la comunicación es mucho más eficaz si el flujo de comunicación es doble o incluso múltiple.
En estos casos, el profesional de las relaciones públicas debe buscar líderes de opinión que a su vez se comunicarán con sus seguidores. Un sistema simple para identificar a líderes de opinión, es catalogar a los líderes de todos los grupos relevantes de una determinada comunidad o institución. Por tanto, el profesional de las relaciones públicas debe tener y mantener una agenda de contacto de todos los líderes importantes de su comunidad que incluya también su posición, su disponibilidad y su influencia sobre otros públicos.
Castillo expone que la influencia de los grupos buscan pertenecer a uno o varios grupos, formales oinformales.Los grupos que mayor influencia ejercen sobre sus miembros seconocen como grupos de referencia. Aunque son mucho más numerosos enotras culturas no conviene eludir una brevereferencia a los mismos. Sus miembros tienen un gran sentimiento de cohesión y pertenencia; se comunican a menudo y de forma interpersonal, influenciándose unos a otros. En estos casos, como en el de los medios de comunicación y los líderes de opinión, el profesional de las relaciones públicas deberá tener una agenda de contacto de estos grupos.
Del párrafo anterior, se puede llegar a ellos a través de la comunicación interpersonal (discursos o conferencias) u otras tácticas. La aceptación por parte de los líderes de estos grupos del mensaje o postura de nuestro cliente, es crucial para la real influencia del grupo a nuestro favor, es decir, para la aceptación por parte de todos los miembros, dada su cohesión y conformidad.
El autor en referencia precisa que intentar cambiar actitudes o conductas es difícil y contraproducente, especialmente ante una fuerte resistencia al cambio. Hay que evitar siempre luchar en una batalla perdida. Cuando sean necesarios mensajes controvertidos, los públicos deberían categorizarse siempre en función de su acuerdo o desacuerdo con el mensaje en cuestión.
En resumen, Las relaciones públicas internas como factor de gestión empresarial es un texto referente, de lectura obligada, que procura resaltar sobre la participación del público para que contacte y experimente con los productos o servicios del cliente, es decir, se auto persuadan. Los investigadores de la comunicación han mostrado que la autopersuasión es la más eficaz de las técnicas de influencia. Por tanto, el profesional de las relaciones públicas debe, siempre que pueda, encontrar la oportunidad de incluir la participación del público en su proyecto.
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