«Somos naturaleza. Poner al dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe»

José Luis Sampedro

Actualmente nos leen en: Francia, Italia, España, Canadá, E.E.U.U., Argentina, Brasil, Colombia, Perú, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile.

Mercado de Productores Artesanos Gourmet SpA.

Artesano Gourmet surgió de la respuesta a la interrogante planteada a partir de ver programas de cocina por televisión en que se ven a chef recorriendo el país en búsqueda de emprendedores que elaboran alguna exquisitez desde algún rincón apartado del centro de nuestro país.

Y la pregunta más simple y sencilla que me surgió en el momento fue: ¿y dónde diablos encuentro esto que se ve tan rico que hacen ahí, aquí en Concepción?

Y la respuesta directa e inmediata: -En Concepción, no hay dónde.-

En Concepción, ciertamente hay algunos comercios en la línea de lo gourmet que han abierto la ruta a los alimentos de este estilo, pero también trabajan con líneas de productos importados, y lo que yo quería eran sólo productos nacionales venidos desde distintas partes del país, para que la máxima cantidad de penquistas posibles, los de toda la vida, como sólo los residentes, y por qué no , también los visitantes pudieran tener al alcance de la mano una de las mejores muestras seleccionadas de productos artesanales de excelente calidad sin tener que ir muy lejos para degustarlos.

De ahí surgió también la idea de traer productos desde Capitán Pastene, tan cerca y a la vez tan lejos. Los prosciuttos, las pastas trattoria, quesos, embutidos, todo lo rico que uno puede probar allá pero que en Concepción mismo no había donde encontrar, hasta ahora.

¿Qué opciones quedaban? ¿Ir hasta allá mismo luego de varias horas de viaje por un camino más o menos inseguro, esperar que algún pariente o amigo viajara y poder hacer un encargo? ¿Comprar por internet y esperar a que llegara?

Pensado así, de apoco la idea fue tomando cada vez más cuerpo y fuerza por sí misma, sobre todo cada vez que la confrontaba ante el criterio y percepción de alguien más.

Cada vez que le contaba mi idea a alguien podía notar como se le iluminaba la mirada, y se le sonreía el rostro de imaginar una tienda así en Conce, pues el sentir más generalizado que pude testear en su momento fue que era una muy buena idea, que tenía muchas posibilidades de funcionar bien porque precisamente no había un lugar así en el centro, a la mano, a la pasada de los trámites, o del trabajo.

La clave era encontrar una buena ubicación para que la idea pudiera funcionar correctamente según los planes.

Con la idea desnuda aún, en mi cabeza, de instalar una tienda gourmet con productos nacionales de excelente calidad en el centro de Concepción, de apoco la fui probando y presentando en distintas reparticiones en la búsqueda de alguna lista de proveedores acreditados que contaran con el respaldo de calidad que da tener una resolución sanitaria vigente.

Las dos con mi mamá que se sumó con el capital para insuflarle vida al proyecto, comenzamos por el INDAP, seguimos por la CORFO, de ahí nos sugirieron que fuera a preguntar al CODESSER, y de ahí a SERCOTEC. Con toda las personas con las que conversé entre medio del breve periplo, cuando les contaba sobre mi idea, les parecía muy buena, y que tenía muchas posibilidades de funcionar, sólo hacía falta saber administrarla bien. Y ahí surgió el primer escollo, yo no tenía idea de negocios, ignoraba completamente los trámites a seguir, toda mi experiencia en negocios se reducía a haber sido toda mi vida una consumidora de bienes y servicios, nada más, pero haber sido toda la vida la cliente me daba también la visión desde el otro lado del mesón, como para definir qué atención debía ofrecer, la misma que me gusta recibir a mí cuando voy a comprar algo a algún lugar. Con esa parte más o menos clara, ya era algo aunque no suficiente. Para llevar bien, con éxito, un negocio hay que saber muchas más cosas, y tal vez debí parecer demasiado frágil y en verde cómo para emprender con la titánica tarea que supone montar un negocio, equivalente a hacerse a la mar sin saber rudimentos de navegación, y si es así, lo más probable es que la embarcación zozobre a penas suelte amarras. Y no era esa la idea.

Rubén García, un ejecutivo con quien me entrevisté en las oficinas de INDAP me dio el acertado dato de que contactara con el Centro de Desarrollo de Negocios de Chillán, porque ellos estaba buscando gente precisamente como yo, que tenía una idea de negocio pero necesitaban ser guiados en todo lo demás para desarrollar y ayudarles a llegar a buen puerto con su proyecto, apoyándoles en todas las etapas necesarias hasta que fueran capaces de caminar solitos.

Me dio el dato de un contacto, me comuniqué vía mail, y a los dos días tenía respuesta y un ejecutivo del CDN me estaba llamando para acordar una reunión tipo entrevista para saber si realmente cumplía con el perfil de cliente.

Esto fue durante los primeros días de abril del 2016, y luego de esa primera entrevista en que debía venderle la idea al ejecutivo asignado para mi caso, que también quedó encantado con la idea, pues mi enfoque de ser una vitrina en Concepción para las PYMES en la línea de la excelente calidad artesanal iba justo en sintonía con las directrices del gobierno y los organismos privados que promueven y fomentan el desarrollo de la economía interna a menos escala del país.

Y con mi intención y enfoque pasaba a ser una muy buena pieza dentro del engranaje y por tanto consideraron que merecía ser asesorada por la institución del CDN de Chillán.

Finalmente el ejecutivo asignado se convirtió oficialmente en mi asesor de negocios del CDN, en las semanas subsiguiente fuimos fijando reuniones semanales en que me iba fijando metas a conseguir durante los días que faltaban para la reunión de trabajo siguiente y así de a poco fui cumpliendo etapas casi sin darme cuenta.

Mi asesor se convirtió en quien consideré y considero mi mejor amigo durante todas las etapas por las que ha ido pasando el proyecto.

Sin Luis Zapata Retamal, nada de esto habría sido posible. No me pudo tocar alguien mejor que él para acompañarme en todo el proceso. Con su parsimoniosa paciencia y claridad de ideas para explicar y guiar mi ansioso ritmo de querer lograrlo todo en un solo día.

Si puedo, desde aquí, le expreso mi infinita gratitud por todo su tiempo y paciencia conmigo.

Cuando surgió la opción de arriendo de un local céntrico que reunía más o menos las características y condiciones de lo que andaba buscando respecto a espacio y ubicación se aceleró todo de golpe, desde la firma del arriendo, la creación de la empresa en un día, el inicio de Actividades en el SII, la resolución sanitaria, la patente municipal, etc,, todo en menos de un mes.

La cuenta bancaria para el Red Bank, en fin los mil y un detalles más para darle vida a lo que un día comenzó como una simple y peregrina idea, hasta que la criatura finalmente vio la luz un día 14 de julio del mismo año en que todo había surgido como una fuerte sensación en las tripas de que eso era lo que tenía que hacer para darle un curso productivo a mi vida.

Y el padrino de la criatura era mi asesor favorito, Luis Zapata Retamal.

Fue un año bien agitado, sólo con agenda en mano fue posible ir cumpliendo paso a paso con todos los objetivos trazados, porque no sólo tenía que realizar en persona las gestiones burocráticas requeridas sino que también tenía que cumplir con el compromiso adquirido con el CDN de asistir a todas los cursos en las que me había inscrito.

Entre reunión y reunión tenía que asistir a cursos gestionados y a veces impartidos por los mismos miembros del CDN o por los de Codesser especialmente para emprendedores con falta de conocimientos básicos necesarios para llevar a cabo un negocio, como yo.

También tuve la posibilidad de asistir a varias cursos tipo diplomados gracias a un convenio del CDN con la Universidad Católica de la Santísima Concepción y la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas ( FACEA), donde profesores de la misma facultad nos dictaban especies de seminarios de 5 horas durante uno o dos días sobre distintos temas, todos necesarios para ir cubriendo nuestra falencias, como Marketing y herramientas digitales, Leyes Laborales, Contabilidad, Evaluación de Proyectos, hasta inglés para rueda de Negocios, etc.

El programa de capacitaciones fue fantástico, muy variado y nutrido, en unas pocas horas nos resumían los mismo que a los alumnos de Ingeniería Comercial les tomaba un semestre desarrollar en algunos de sus ramos.

Volver a la Universidad después de tantos años, la verdad me hizo sentir muy bien, fue como un golpe de energía renovador que me daba más seguridad sobre saber qué era lo que estaba haciendo, qué decisiones me convenían más y lo mejor de todo fue que era absolutamente sin costo, totalmente gratis.

Debo destacar la labor de la Universidad y del centro de Desarrollo de Negocios en este aspecto por su eficiencia y gran coordinación, siempre con la mejor de las disposiciones para atender cualquier problema o duda.

Los profesores relatores fueron siempre de primera línea con unos curriculums impresionantes y todos muy amorosos y sencillos a la hora de ofrecer su disponibilidad para atender consultas de manera más personal si así hacía falta.

Al mismo tiempo aprovecho para hacer mis descargos respecto a que para el próximo año, el CDN se retira y cierra su oficina satélite del FACEA de la USCS porque no ganó la licitación que se adjudicó otra empresa de Santiago que no tiene el convenio que tiene en CDN con la USCS, por tanto no habrán cursos como los que alcancé a tomar durante este año.

Y lo peor es que mi asesor se retira junto con el CDN, ya no vendrá a Concepción. Me transferirán internamente a un desconocido al que tendré que contarle toda la historia del proceso desde el principio hasta llegar al punto actual de mi empresa y negocio.

Nunca nada volverá a ser lo mismo, la comunicación y el tipo de relación amigable que había logrado entablar con mi asesor, es irremplazable, por más agradable y eficiente que sea el nuevo ejecutivo asignado a mi asesoría.

En fin, cosas que pasan y que no están en mis manos solucionar, sólo puedo aceptar.

Por tanto no puedo decir que todo lo que he logrado en este poco tiempo haya sido sólo mérito mío, ha habido mucha más personas involucradas directa e indirectamente en que este proyecto viera la luz finalmente.

En el camino han ido apareciendo las personas adecuadas e indicadas para que se pudieran ir conjugando todas las partes del engranaje para que todo funcione como reloj suizo.

Desde los amigos con sus sabios consejos, los proveedores con sus productos adecuados, los funcionarios que hicieron eficientemente su trabajo para hacer los trámites más rápidos y correctamente.

Y lo principal, tener un equipo de trabajo excepcional.

Somos la dos con mi madre, más un dependiente, que a demás es músico de una banda de rock alternativo penquista que le imprime un estilo muy particular a la atención a los clientes. Como ambos poseemos talentos distintos nos complementamos muy bien para abarcar una gama de opciones a considerar más amplias y ver en conjunto las decisiones a tomar. Su punto de vista más cercano al público en general me da un parámetro del pulso más real.

Lo bueno es que logramos funcionar con una muy buena onda interna en el equipo que formamos y eso nos da una energía muy positiva que se transmite como una mística especial dentro del local que finalmente hace que los clientes se sientan bien y salgan contentos de haber sido bien atendidos y con las sensación de haber hecho una buena compra, pagando un precio justo en relación precio y calidad.

Pues en la tienda pueden encontrar cecinas artesanales desde Puerto Varas, Capitán Pastene, charcutería de Puyehue, quesos del Sur, chocolates artesanales de Pucón y desde Punta Arenas, mermeladas y pastas untables desde varias zonas del país y todas de muy buena calidad con harta pulpa y sabor a justo lo que dice en la etiqueta que es.

Además de aceites de oliva de graduación al 0.2% de acidez, o menos y algunos productos novedosos como las jaleas de vino y el garnish de Copihue.

Trabajamos en la tienda con más de 20 proveedores ubicados en distintas localidades a lo largo y ancho del territorio nacional y todo llega a través de encomiendas a la tienda.

Hay que ir anticipando pedidos cuando ya va quedando poco stock de productos por el tiempo que demora a veces su llegada, y todo también está sujeto a la disponibilidad del productor para completar mi pedido, pues ellos a su vez también tienen negocios que mantener con mercadería, algunos exponen y participan en ferias gastronómicas, y además tienen que elaborar sus propios productos, lo que hace que el tiempo a veces no les alcance, lo que se traduce finalmente en que escaseen los productos para “exportar”.

Cada productor es un mundo y tienen sus propias condiciones, algunos tienen más espaldas que otros y pueden otorgar crédito o tiempo para pagar en cuotas, otros exigen pago previo del total antes de enviar la mercadería, y hay que respetarles sus reglas.

Como el negocio aún es pequeño, el volumen de compra todavía no puede ser muy alto, por tanto no hay mucha rebaja en el costo neto de los productos, y el recargo del IVA hace subir aún más el precio final, si no fuera por el IVA, el precio final que paga el cliente sería mucho más económico y competitivo.

Pero aún así cada vez hay más personas dispuestas a pagar un poco más por degustar un producto que sabe no encontrará en los supermercados y que en su proceso de elaboración es mucho más sano y natural, por tanto reconoce y paga satisfecho por el valor agregado que tiene el producto que se está llevando.

Hemos recibido el feedback de clientes que han vuelto y que nos cuentan que lo último que se llevaron estaba exquisito y que quedaron como reyes o reinas, dependiendo el caso, con los productos comprados en la tienda.

Eso nos indica que estamos eligiendo bien, apuntando justo al centro del gusto de las personas que ya nos conocen y que de apoco están volviendo cada vez más frecuentemente.

La meta es llegar ojalá a todos los penquistas, no queremos que nadie quede afuera de pasar por la experiencia de probar algo distinto, o de recordar un sabor de la infancia, o a través del gusto evocar algún grato momento vivido en algún viaje de placer por alguna localidad de nuestro país.

Hemos tenido experiencias sobrecogedoras de ver la reacción de algunos clientes al encontrar de sorpresa que en la tienda tenemos algo que ni en sus mejores sueños esperaban volver a encontrar en el mismo Concepción, a veces tan frío y apático en términos gastronómicos. Como que hay cierta desconexión con el resto del país y la cadena productiva de este tipo de alimentos que poseen una identidad propia muy ligada a su lugar de origen, impregnados de su propia tradición.

En ese sentido, el mismo Concepción adolece de una identidad gastronómica propia, por más que lo pienso no logro concretar una imagen mental de algo que sea típico de aquí y que no se haga en otra parte, algo que pueda llevar denominación de origen, por ejemplo, algo exclusivamente penquista.

Quizás porque estamos desenfocados como región, creyéndonos sureños cuando en realidad estamos sentados al medio del cinturón de tierra. Recordemos que el hito señalado como la mitad de Chile está más o menos a la altura de Playa Blanca, no estamos en el sur sur, estamos al centro, justo en el medio. Tener corrido el eje en varios grados quizás nos ha dado una visión equivocada y nos ha impedido descubrirnos a nosotros mismos y labrarnos una personalidad propia.

Somos una ciudad grande, pero tampoco vivimos como en una ciudad grande, aún conservamos ese aire de provincia en que la vida aún es a tamaño escala real, las calles caminables, donde todo queda cerca y aún hay tiempo para vivir y disfrutar de tiempo libre. Donde la misma gente que circula por los mismos sectores de la ciudad se repite a menudo y se saluda cordialmente.

¿Qué nos identifica como penquistas? ¿Las Universidades, las Industrias, la gente y su formación intelectual, artística?

¿En gastronomía, qué nos define?

¿Podemos tener algún producto que podamos proponer y postular a denominación de origen?

Como ciudad tampoco somos un polo turístico por antonomasia, por tanto me parece que la gastronomía desarrollada en al zona está orientada a tener más que nada una función práctica y valga la redundancia, funcional, que es dar de comer a la gente que no alcanza a ir a sus casas a almorzar y se debe quedar en el centro a la hora de la colación.

Hay algunas iniciativas de gustos más exclusivos que apuntan a la cocina más refinada, hay ciertos lugares más de estilo que no son masivos y por tanto no tan conocidos, pero quienes sí saben de buena mesa ya los tiene plenamente identificados.

Tiene que haber oferta variada para todos los gustos y bolsillos.

Pero cada vez más se nota la tendencia a probar sabores nuevos, de apoco el penquista se va atreviendo a salir del supermercado buscando alternativas más saludables y sabrosas que ofrecen los productos alternativos, más artesanales.

Y que sean elaborados en otras zonas del país tiende a resultar novedoso y atractivo.

La idea es esa, ir de apoco ampliando la oferta de productos distintos para ir satisfaciendo las demandas de nuestros clientes en términos de gustos, preferencias y necesidades.

Para todo ello vamos publicando nuestras ofertas de tablitas, preparando los fines de semana o las promociones que hacemos regularmente todas las semanas, también vamos anunciando los productos recién llegados en el Fan Page de la tienda en Facebook, nos pueden encontrar por Artesano Gourmet Concepción, o bien, de manera presencial en Barros Arana 514, local 17, dentro de la galería Remodelación Catedral, entre Caupolicán y Rengo, a una cuadra de la Plaza de Armas, en pleno corazón del centro de Concepción.

Desde ya les extendemos cordialmente la invitación a visitarnos para que conozcan los productos que cuidadosamente hemos seleccionado para usted.

Hecha la invitación, les esperamos.

Saludo cordial.

Atte.

Artesano Gourmet

 

Recuerda que puedes seguirnos en facebook:

Déjanos tu comentario:

Su dirección de correo electrónico no será publicado.

*

Sé el primero en comentar

sertikex-servicios-informáticos www.serviciosinformaticos.cl