
¿HABLAMOS CASTELLANO?
Ana María Pandolfi Burzio
Docente Inglés, Alemán. Traductora Inglés-Español. Magister en Arte c/ Mención en Lingüística.
“Mamá”, me dice un día mi hija, ¿te podrías quedar con la niña hoy desde las 19 horas en adelante? Fíjate que tengo un “baby shower” a las cinco de la tarde y, como sabrás, mi nana se va a las siete. Luego, a las ocho, hay un “after office” con gente de Santiago y si no voy, me quedo “out” de todo lo “in”, en cuanto a “management” empresarial se refiere. Las “public relations” y el “know how” de las gestiones me lo exigen. Porfi, dime que sí.
“Claro, linda”, le contesto, “no te preocupes.”
Aún tengo un par de horas libres antes del “baby sitting”, por lo que tomo mi “notebook” y entro al “internet”. Busco el “site”, o ‘sitio’ traducido del inglés al castellano, en la “web”: el de las “celebrities” y el “fashion show” que realizan en la “red carpet” (‘alfombra roja ‘ para nosotros en chilensis), cuando de algún evento importante se trata ,como la entrega del Oscar cinematográfico, por ejemplo.
Al cabo de una hora, me aburro y busco mi “tablet” para escoger un “e-book” (del inglés “electronic book”) , con la intención de leer un libro en la pantalla que sea uno de los últimos “best sellers” del mercado literario. Tanto título me marea y me pregunto: ¿voy leer en inglés o en castellano? Total estamos plagados en nuestro estándar comunicativo de términos anglo-sajones y la globalización del conocimiento no me permite no saber qué es qué, a riesgo de permanecer en la inopia informativa.
No me gusta el “chat”, ni “chatear” (verbo derivado de la palabra inglesa “chat” o ‘conversación’ por el ordenador); tanto “chateo” me enferma. Tampoco soy experta en el SMS (“short message system”), o sea, aquellos mensajes que a cada rato bombardean a las personas por vía del ‘ celular’ (expresión derivada del inglés “cell phone”), ya que la palabra no tiene nada que ver con la célula propiamente dicha, es decir, la unidad viva más pequeña que constituye nuestro soma.
Menos todavía empleo el “whatsapp” o el “whatsappeo”, que creo es una deformación de la expresión inglesa “what’s up”, que significa en castellano “ ¿qué hay de nuevo, qué está ocurriendo, de qué me he perdido, qué pasa?” Es decir, estoy totalmente desinformada, si de eso se trata.
En relación a “twit”, “tuiteo” o como sea que se transcriba en nuestra lengua, lo manejo menos aún.
Bueno, sea como sea, lo que hoy en día cuenta es la noticia rápida, ampliamente difundida, sin mucho contenido, sino más bien se trata de un intercambio social de opiniones, comentarios y/ o pelambres. Más de algún usuario ha sufrido las consecuencias negativas de este medio informático.
¿Y el “face book”? Muchos no dejan nada al azar, si no lo comunican de inmediato por las redes sociales a todo el gran número de sus círculos de
amigos, conocidos, afiliados al “blog”, pues los “blogueros” crecen y crecen.
Numerosos préstamos del inglés se manejan habitualmente y pasan a formar parte del léxico activo de los usuarios y palabras como “virtual” y “digital” dejan de ser foráneos para los hablantes, a pesar de haber sido tomados del inglés en sus acepciones ad hoc.
En otra ocasión, podremos comentar el uso de palabras de otras lenguas en el castellano de Chile en otros ámbitos, fenómeno interesante, presente en toda lengua de cultura. Nosotros, los hablantes del castellano, recurrimos a estos términos y los tomamos “prestados” por múltiples razones, ya sea por moda, carencia de equivalentes o simplemente porque ni siquiera estamos conscientes de que se trata de términos extranjeros que llegan de la otra lengua a la nuestra, para llenar un vacío cultural o de otra índole y es, a través del uso cotidiano , que pasan a formar parte de nuestro repertorio terminológico.
Excelente artículo acerca del uso de nuestro idioma.Así como vamos, no sé qué pasará.
Qué bueno!!!!!!!!!!!
Concreto, educativo, sensato…
Un muy buen aporte.