¿Filosofía de la religión?
Para la exposición de este artículo, es necesario realizar un pequeño recorrido sobre aspectos relevantes de la disciplina y madre de todos los campos del conocimiento que existen: la filosofía.
Filosofía, en un acercamiento etimológico, proviene de las raíces griegas: phylos que significa amor y sophya que significa sabiduría. Por lo tanto, el significado sería: amor a la sabiduría (Luz del Carmen Méndez González et al., Ética y Valores I, 2007). Según Velásquez Barragán et al.,el amor a la sabiduría refleja el “afán de sacar provecho al pretendido conocimiento, en esto se distingue de las ciencias naturales cuya finalidad no es el conocimiento en sí, sino los beneficios que éste pueda reportar” (Filosofía, 1997, página 7).
En un acercamiento próximo, la filosofía es el conjunto de reflexiones sobre los principios del conocimiento, pensamiento y acciones humanas (TEBA, Introducción al estudio del Derecho, 1998). Dicho de otra manera, en una conceptualización primaria, la filosofía es un deseo de saber, es querer poseer conocimiento.
El conocimiento filosófico es reflexivo y propone dar una perspectiva unificada de la realidad en nuestro entorno, acreditada por el recto ejercicio de la razón (Velásquez Barragán et al., 1997). En ese orden de ideas, se dice que las características del estudio de la filosofía son que ésta: a) pretende dar una explicación exhaustiva del mundo, del hombre y su actividad; b) busca la verdad completa, el conocimiento último y definitivo; c) es explicativa, normativa y hace juicios de valor; y d) estudia la esencia del ser y la realidad.
La filosofía se divide para su estudio en: ontología (el estudio del ser); gnoseología (es el estudio del conocimiento) y axiología (el estudio de los valores). De este último campo se desprende la disciplina a estudiar en este apartado: la filosofía de la religión.
¿Qué se entiende por filosofía de la religión? Según Méndez González et al., ésta se encarga del estudio de los valores propios del ámbito religioso (2007, página 21). En tanto que para Yolanda Angulo y Mauricio Lugo ésta se ocupa de “la comprensión de los conceptos, dogmas, cánones y función social de las distintas religiones, así como de la experiencia y manifestaciones religiosas de los humanos” (Ética, 2002, página 10). De tal suerte que puede decirse que la filosofía de la religión estudia tanto los valores como la forma en que el pensamiento religioso trata de expresarlos en sus estatutos o dogmas, así como en sus formas de vida.
En el anterior sentido, Eduardo García Máynez, en su obra Filosofía del Derecho (2009), señala que para comprender la filosofía de la religión es necesario analizar el fenómeno religioso como tal; lo cual se logra al estudiar a fondo el concepto y los elementos de la religión. En ese orden de ideas, el filósofo del derecho sostiene que la religión implica: a) estar ligado a Dios y a sus dogmas; b) un objetivo: orientar la búsqueda de plenitud, profundidad y fuerza; c) que las ideas que forman el contenido de la religión y la moralidad siempre son diferentes, la primera encierra ideas que se deben creer como verdaderas y la segundas como valores que son parte del ser humano; y d) que lo divino es unidad del ser y del valor en la práctica religiosa.
Luego entonces, por filosofía de la religión debe entenderse como al estudio de argumentos sobre la naturaleza y existencia de Dios y su relación con los dogmas.
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A quien desee dialogar con respeto mutuo.
No concuerdo…. me llamó la atención el título, pero creo que el texto es parte del amplio campo de la teología ( moderna o actual, que es el uso de la razón para discernir los contenidos de la fé).
ya nadie busca demostrar, ni «argumentar» (¿?) humanamente, la existencia o no de dios. Es un asunto de fe, creencia previa sin necesidad de pruebas.
“Soberbio» es quien pretenda comprender con su limitada inteligencia la inteligencia divina, dicen los teólogos actuales (pecado de soberbia intelectual, «concupiscencia del espíritu») .
A Renato descartes, cuando buscó defenderse ante la academia de las acusaciones de ateísmo, tras sus primeras obras, le dijeron que «suponer a dios para demostrarlo – por la razón humana ya es negarlo».
Saludos de un ateo estudioso y dialogante, Chile.