«La injusticia en cualquier parte, es una amenaza a la justicia en todas partes».                                        

Martin Luther King

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Santiago, 26.08.2017. Fotografías para libro: “Del dicho al derecho: Estándares mínimos para residencias de protección especializadas en Chile”. AGENCIA BLACKOUT

No quiero ser delincuente.

La periodista del Hogar de Cristo Ximena Torres Cautivo, ha publicado una valiosa crónica en la Revista Mensaje (N° 717 Marzo / Abril 2023), bajo el título “Intolerancia al problemático / Las razones de la exclusión educativa”

 El trabajo aborda un problema grave de nuestra sociedad que está ahí presente pero que no queremos ver porque nuestros actores sociales y políticos prefieren tocar a diario temáticas más llamativas que, expresadas a través de una cuña ingeniosa y / o insolente, les aseguren un minuto de fama y el aplauso fácil de un periodismo mediocre que se solaza con la repetición ad aeternum de hechos policiales serios que permitan mantener amedrentada a la población.

Una simple mirada al acontecer noticioso, permite constatar que en un elevado número de delitos están participando adolescentes (varones en más de un 90%) que, por su realidad etaria (12 a 17 años) debieran estar incorporados al proceso de educación formal.

Pero no lo están.

¿Por qué razones o factores?

La profesional mencionada puntualiza una serie de factores:

  • Nivel socioeconómico de las familias. A mayor pobreza mayor abandono y ausentismo escolar. Trabajo infantil.
  • Ausentismo crónico que conduce a otro factor relevante: el fracaso, la repitencia, y el rezago consecuente, al verse obligados a compartir con educandos de menor edad.
  • Consumo de drogas y alcohol, incrementados gravemente por la relación de vagancia y convivencia con pares que se encuentran en similar situación.
  • Paternidad y maternidad adolescentes, con su secuela de consecuencias.
  •  Bajo nivel de capital cultural en las familias: A menor rango educacional de padres y madres, menor interés y presión para que los hijos e hijas permanezcan en el proceso educativo.
  • Género: Si bien el número de varones que hace abandono del sistema es mayor que el de las mujeres, estas prácticamente no retornan ya que son con frecuencia dedicadas a labores domésticas y cuidado de hermanos menores, parientes de mayor edad o personas postradas de la familia o del vecindario.

La crónica comentada destaca otros aspectos tales como el quiebre del proceso entre el nivel básico y el medio que lleva a que las familias den por cerrada una etapa a los doce o catorce años, la bajísima capacidad de integración que los establecimientos y docentes ofrecen a menores que tienen problemas naturales que limitan su progreso y que los hacen víctimas de expresiones de bullyng y estigmatización. Estos casos se transforman en “problemáticos”, siendo frecuente que se prefiera instar por su alejamiento del plantel.

El texto no toca la situación de los educandos rurales que, por factores específicos de “su mundo” y por los evidentes déficits que experimentan  (locales, profesores, materiales educativos, traslados y locomoción) están condenados masivamente a una vida de precariedad indignante.

Se estima que, hoy por hoy, son 227.000 los NNA marginados del sistema. Cifra escandalosa. Muchos de ellos son, qué duda cabe, candidatos a la delincuencia.

En una sociedad como la nuestra, fracturada por la desigualdad, la agresividad y la violencia, una respuesta inmediata es indispensable. Se requiere que la comunidad entienda lo grave de la situación y se dé cuenta de que, ni las acciones represivas ni los estados de excepción ni las mayores penalizaciones constituyen acciones efectivas si no son anticipadas y acompañadas de actitudes masivas que socialicen la angustia que genera l realidad enunciada.

Ya no basta con mirar hacia el gobierno (o los gobiernos, sean este o los anteriores), si no somos capaces de asumir nuestras propias responsabilidades. ONGs como el Hogar de Cristo hacen lo que se puede pero es indispensable que toda la sociedad civil se comprometa. Ubicar los casos, conectar a sus familias, remover obstáculos, es tarea de todos. Hay experiencias valiosas de escuelas en que los profesores han salido a buscar a los alumnos ausentes y a conversar con sus familias. Bueno sería que iglesias, sindicatos, juntas de vecinos, municipios, se sumaran a esta tarea. Mañana puede ser demasiado tarde.

La periodista Torres Cautivo nos ha abierto los ojos. Chile espera más de cada uno de nosotros.

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1 Comentario en No quiero ser delincuente.

  1. Realmente este artículo nos enseña una realidad chilena que no se quiere que se sepa. Pero, gracias a los autores, tanto la periodísta Ximena Torres Cautivo, como el abogado René Fuentealba Prado, se nos demuestra que Chile está pasando por una enorme crísis, que ningún político desea enfrentar para solucionarlo, y Chile continúa siendo un gigantezco fracaso, lo que jamás permitirá que nuestro país salga del Tercer Mundo.

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