
EL PUENTE INDUSTRIAL: LA FALTA DE VUELO Y LOS INTERESES
La reciente aprobación por la Comisión del Servicio de Evaluación Ambiental del proyecto del MOP denominado Puente Industrial es una demostración más de que esta Región, con estamentos técnicos y de administración antes respetados y con una potencialidad mayor que en la mayoría de las otras del país, se desperfila a tal punto que no queda más que mover la cabeza.
Ante la gran oposición de entidades vecinales y productivas, organizaciones ecologistas y ambientalistas, de la mayoría de los profesionales interesados en la planificación regional, igual se aprueba el informe favorable del SEA (era que no). Pero de partida y como casi siempre, a los ciudadanos se les informa mal: el centro de la polémica no es el puente mismo, sino la forma como éste llega desde Hualpén a San Pedro, y como allí se conecta con una futura carretera, aun apenas en idea, denominada ruta Pie de Monte (ya que se traza al pie de las estribaciones de la Cordillera de Nahuelbuta), para seguir hacia Coronel en un trazado casi paralelo a la Ruta 160. El puente proyectado no aterrizará en la faja de borde del río Biobío sino que seguiría elevado sobre enormes terraplenes para irrumpir en pleno Humedal Los Batros, rellenando gran parte de éste para cruzar esa zona de San Pedro y después tomar el pie de monte: fin del humedal natural, y fin de muchas otras cosas: el sistema hídrico, la actividad agrícola, la avifauna, el paisaje (sí, el paisaje, que sería cortado y modificado por una ‘muralla china’ de tierra y hormigón), etcétera, etcétera, para después conectar con un una carretera que aun no existe. Nunca en estos proyectos oficiales se exponen así de simples y francas las cosas, nunca.
Por otro lado, hay una magnífica alternativa para ir hacia Coronel que es la llegada aterrizada en la orilla sur del río y seguir hacia el sur primero como la costanera fluvial que uniría este nuevo puente con los otros tres puentes existentes (en programa de estudio por la Sectra) y que seguiría luego como costanera marítima, pero lo más importante: significaría comenzar de verdad con la mejor alternativa para el flujo pesado hacia Coronel y Arauco: la carretera de bordemar que, además de concentrar el mayor flujo no civil, sería la mejor defensa contra un tsunami, en ese territorio absolutamente frágil (y que será lejos el más poblado de la inter-comuna), vulnerable desde que nuestros emprendedores empresarios sacaron las protectoras dunas naturales (y los bosques de boldos) para vender la arena, dunas que la naturaleza había formado en cientos o miles de años.
Esta alternativa no la invento ahora yo, solo la repito y la valoro: está en el brillante estudio, del año 2015, de un equipo de seis (6) ingenieros holandeses de la Universidad de Delft que vinieron a trabajar gratuitamente a este país, junto a colegas chilenos de la UCSC (¿alguien puede dudar de la eficacia de los holandeses con las maravillas que han hecho con su territorio tan vulnerable, que está bajo el nivel del mar?); y avalada reiteradamente por profesionales y numerosas organizaciones ciudadanas. Aquí, en nuestra región y país ninguna autoridad le dio boleto (¿…?). Más aun, en el informe demostraron en sus análisis con enfoques multifactoriales y multi-sistémicos, que la alternativa menos justificada es una carretera Pie de Monte, siendo mejor valorada científicamente que la ampliación (ya programada) de la actual Ruta 160. (Ver viñeta de portada del informe original, en inglés, al pie).
¿Por qué se le privilegia tanto al Pie de Monte? No lo dice nadie, pero todos lo sabemos (ya lo habíamos dicho): por favorecer el desarrollo inmobiliario (y la multiplicación del valor del suelo) de las empresas forestales dueñas de esos territorios y las franjas al borde de la hoy saturada Ruta 160.
Por eso es sorprendente la votación de los funcionarios de gobierno que resolvieron por unanimidad la solución diseñada para llegar al pie de monte, no obstante ser racionalmente una aberración. ¿Es que ninguno puede ver lo que hay detrás de esta solución (que insisto no es el puente sino sus conexiones) ni ver las ventajas del interés público (y no privado) de la alternativa costera? No se entiende, y lo que uno ve es que simplemente se dio una orden funcionaria o política, por no ponerse a pensar en otro tipo de intereses. Al menos, podrían haber simulado alguna disidencia…
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Lo sucedido en este «embrollo», no es otra cosa qué, lo que dá el sistema, lo que está de moda: Colusión y corrupción.
El poder de la cámara de la construcción es hecha a la medida para controlar una buena parte de la economía en este abusivo sistema Neo-Liberal
Su trabajo, impecablemente argumentando los vicios en esta área del desarrollo urbano, deja en evidencia además, la necesidad que la ciudadanía se organice y tome la palabra ya!
Gracias Antonio por este buen y certero artículo. Un tanto más de lo mismo, pero ¡qué diablos! a la vista está que más vale seguir denunciando.
Queda más que demostrado que ese ‘proyecto’, con el peor trazado que se puede concebir por la mente humana desde todos los puntos de vista, está hecho (iba a decir ‘diseñado’ pero me retaqué) así, única y exclusivamente para permitir conectar con vialidad, rotondas y conexiones, los faldeos y microcuencas de la Cordillera de Nahuelbuta, desde Andalué hasta Coronel, destinados por las empresas inmobiliarias, forestales y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), vía PRC y PRMC, para seguir urbanizando y construyendo ad infinitum , para variar sin planificación alguna, desde Andalué hasta Coronel.
Los ciudadanos están siendo sistemática y alevosamente engañados con ese irresponsable y desprolijo proyecto, decorado con mentiras y falacias que se vienen propalando por la prensa y los medios desde hace ya varios años, por los interesados ya individualizados y sus cómplices: autoridades de gobierno(s), Seremis y funcionarios variopintos. Están ‘casi’ por lograr su objetivo pues vemos que las mayorías están creyéndose el ‘cuento del tío’ de que esto se haría para disminuir la congestión y los tacos. Falso de falsedad absoluta. Por fortuna somos cada vez más los que no creemos en este tipo de patrañas.
Aún no se ha dicho la última palabra. Paciencia, calma, serenidad y….buena letra, para seguir defendiendo el Humedal Los Batros y sus entornos: Boca Sur, Candelaria, los huertos y sus gentes.
No se canse mi estimado Arquitecto… La justicia tarda pero llega, la razón tiene un peso específico y hay que hacerlo sentir.
Al Igual como a la falta de respeto por el patrimonio, así mismo se pasa por sobre los «patrimonios » medio Ambientales
La denuncia argumentada, lo único que nos queda.
Un abrazo Y felicitaciones por tu artículo Antonio.
No, no basta con mover la cabeza, Usted siga argumentando e iniciemos una campaña para denunciar malas prácticas de funcionarios ineptos y de «Colusiones» de empresas con entidades del estado.
Hay que seguir dando la lucha.