Presentación Las Bayas del enebro
“Las Bayas del enebro” es la más reciente publicación del poeta y académico Tulio Mendoza Belio. Esta obra obtuvo la Beca de Creación Literaria del Fondo del Libro y la lectura, Convocatoria 2020, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y el año 2022 el patrocinio para su publicación en la línea de apoyo a la industria editorial.
Al sumergirnos en esta obra descubriremos sitios que hacen posible un sugerente y detallado panorama estético. “Poesía con imaginarios sugestivos que trasuntan alta cultura y sofisticación estética. Lenguaje novedoso que estimula al lector de la mano de una sintaxis que mantiene la tensión y facilita guiños sorpresivos y cargados de emoción”, según concluye el jurado 2020 en la evaluación colectiva del Fondo nacional del libro y la lectura.
Martin Heidegger destacado filósofo alemán, considerado el pensador más importante del siglo XX, expone: “Si una obra no puede ser sin ser creada, pues necesita esencialmente de los creadores, tampoco puede lo creado en cuanto tal llegar a ser existente sin contemplación”. La perspectiva de Heidegger reafirma la importancia de la poesía como forma privilegiada de revelar y habitar el ser. Para él, la poesía no es solo un juego estético de palabras, sino una vía de acceso a la verdad y a una existencia más auténtica.
“El título de este libro es muy connotativo y sugerente y por el carácter de la obra podría relacionarse con algo clásico. Dice relación con la poesía misma en un claro sentido lírico metapoético: las bayas son como las semillas, el fruto carnoso, la pulpa, es decir, los poemas, y el enebro, un arbusto (planta leñosa, sin tronco preponderante, porque se ramifica a partir de la base), de tres a cuatro metros de altura, de madera rojiza, fuerte y olorosa: la poesía”.
El término meta-poesía está compuesto por el prefijo de origen griego meta, que significa «más allá de», e implica cambio o mutación, o aquello que trasciende o abarca a aquello que prefija. Así, el término meta-poesía designa a aquellas obras en las que el tema de la poesía es la propia poesía y la relación que tiene el autor con el texto y con el público. En este sentido la poesía se justifica a sí misma desde un punto de vista mucho más autónomo que el del simple arte por el arte.
“Esta poesía apela al vértigo de imágenes simbolistas y al ritmo de la metáfora. Ello con una mirada casi reflexiva y un estilo que deseamos inteligente y emotivo, a la vez, y con un trabajo formal que muestra oficio, según lo ha destacado la crítica. El destinatario corresponderá a quien sea capaz de dejarse seducir por la “música”, por las “bayas del enebro”, como semillas que crecen, como una germinación denotativa y connotativa. Toda escritura lleva implícito a un lector determinado. El libro está cruzado por un destinatario que el lector va construyendo a través de la lectura, es la búsqueda de un tú amoroso al cual se le formula la pregunta fundamental que se hacen los amantes, según Octavio Paz: ¿Quién eres?”.
En la vastedad del pensamiento humano, tres elementos se entrelazan en una danza incesante de indagación, belleza y sensualidad: la filosofía, la poesía y el erotismo. Cada uno de ellos, en su esencia, despierta y nutre aspectos profundos y esenciales de la experiencia humana, invitándonos a explorar la naturaleza de nuestro ser y nuestro vínculo con el mundo.
La filosofía, en su búsqueda incansable de la verdad y la sabiduría, nos insta a cuestionar y examinar las estructuras fundamentales del pensamiento y la realidad. A través de la razón y la reflexión, nos adentramos en un viaje de descubrimiento que nos lleva más allá de las apariencias superficiales hacia la esencia misma de las cosas. La filosofía nos desafía a mirar más allá de los límites de nuestro conocimiento, a explorar el sentido de nuestra existencia y a reflexionar sobre nuestras acciones y valores. En su esencia, la filosofía nos impulsa a trascender y expandir nuestros horizontes cognitivos.
La poesía, por otro lado, es el lenguaje del alma y del cuerpo. A través de la belleza de las palabras y las imágenes, la poesía nos permite expresar lo inefable, lo que no puede ser capturado por la prosa común. En sus versos, la poesía despliega una danza de metáforas y emociones, evocando paisajes internos y externos que nos conmueven y nos transportan a dimensiones más allá de lo cotidiano. La poesía es un puente entre lo visible y lo invisible, entre lo mundano y lo trascendente. En sus letras, encontramos la posibilidad de un encuentro íntimo con nosotros mismos y con el mundo que habitamos.
Lo cierto es que acabas de empezar. El oráculo
del otoño fue un puente de ida y no hubo regreso.
Alguien borró los trazos y cayeron los pilares
Y quedó temblando la otra fiebre en la ribera.
Luego está el erotismo, una fuerza vital y primordial que late en el núcleo de nuestra existencia. El erotismo es la expresión de nuestra sensualidad, y trasciende los límites físicos para envolvernos en una atmósfera de placer y conexión profunda. A través del erotismo, nos abrimos a la experiencia del deseo y la pasión, exploramos los límites de nuestros cuerpos y nuestras emociones. Es una fuerza que nos conecta con nuestra esencia más carnal y, al mismo tiempo, nos invita a trascender los límites de lo puramente físico, llevándonos a un encuentro sagrado con el otro y con nosotros mismos.
Trajo en sus manos los silvestres frutos del bosque:
arándanos y grosellas para encantar su fiebre,
fresas y murtas y maqui para teñir los labios
de asombro por la feroz flecha de su sangre…
Las tres dimensiones mencionadas: la filosofía, la poesía y el erotismo, se entrelazan en una danza incesante, una danza que nos impulsa a explorar y comprender nuestra humanidad en toda su complejidad. La filosofía nos invita a cuestionar, la poesía a sentir y el erotismo a entregarnos a la experiencia sensual. En su convergencia, encontramos la posibilidad de un despertar más profundo, una comprensión más holística de nuestro ser.
En última instancia, estas reflexiones nos recuerdan que somos seres multidimensionales, capaces de explorar y abrazar diferentes aspectos de la existencia.
Todos los elementos anteriormente mencionados se ofrecen con gran energía en esta obra de Tulio Mendoza Belio.
“Trabajo poético que se inserta plenamente en la tradición culturalista y sensible de la poética en lengua castellana”, como sostiene la crítica.
Estamos frente a la ocasión ideal para enfrentarnos a su obra creativa. La lengua que es el instrumento primordial del poeta, la “poyesis” (la creación, el hacer).
¿Quién fuiste? Y ¿Quién eres? ¿La belleza de antes sigue siendo la belleza de hoy? ¿Qué es la poesía? «La poesía es el decir originario del ser”, precisa Heidegger.
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