TU ERES MI BROTE ESPECIAL
Desde Argentina
Hace algunos años para el día del amigo pensaba que podía enviarles,a los cercanos y a los lejanos, para a todos demostrarles cuánto me importaban.
Pensé en las tradicionales tarjetas, en esos ramitos de flores tan deliciosos conleyendas muy conocidas,
pero nada me satisfacía.
De pronto dejando vagar la mirada en mi mesa de trabajo me detuve a observarun cactus de regular tamaño que me habían regalado.
Su forma muy sencilla parecía un corazón, las espinas tradicionales y unos pequeños puntitos como brotecitos.
Lo miré con cariño, si hasta parecía que me hablaba, que me sugería cosas.
Sí, una vez más la naturaleza indicando, proponiendo, no me extrañaba.
Sentí que palpitaban mis sienes con alegría pues yo sentía a mis amigos como parte de ese corazón alegre, ilusionado.
Entonces planifiqué una nota dónde los declaraba a todos “mis “brotecitos”.
No les conté como llegué a esto, pero sí que cada uno por diferentes razones se había enraizado en mi corazón y estaban comenzando a brotar.
Esa forma de amor tan especial que es la amistad, que se da sin esperar, paciente, sin tiempo ni medida, frágil emocionalmente, fuerte ante una contingencia.
Silenciosa ante la lágrima, compasiva, expectante ante una noticia, gozosa en la alegría, piadosa frente al dolor.
Esa manera de amar en la amistad alejada de todo interés, de una manera casi sobrenatural, cargada de magia, de esperanza.
Me daba cuenta cuanto de eso había en mi interior y que no me costaba derramar.
Era quizás como construir una obra de arte a la que cada día se le agregaban más elementos para hacerla casi prodigiosa.
En ese discurrir y descubrir en qué y cómo iban creciendo mis brotes pues cada uno tiene sus particularidades… APARECISTE.
Pero esta amistad estaba signada por algo muy diferente fue poseedora desde el comienzo de una libertad, confianza y complemento fuera de serie.
El encuentro, evidente signado por Dios nos permitió el compartir sueños, aventuras epistolares, dónde el espacio era y es nuestro recinto mágico.
Lo insólito de vagar por el universo desde el que en tus bilocaciones proyectabas encuentros fabulosos con geografías apasionantes, personajes increíbles, y yo, desde mis viajes y ensueños aportaba esos lugares que estaban marcados desde mi infancia primero como un recuerdo de mujeres que significaron mucho en mi vida y luego el haberlos recorrido como si en ellos me hubiera criado.
Desplazamientos que no se separaban pues nos unió desde un comienzo un fino hilo rojo, como tú lo nombras, y un cordón de plata como a mí me gusta llamarlo.
Pero ambos sosteniendo un encuentro desconocido casi perfecto imposible de compartir con otros que no tengan la misma dimensión de vuelo.
Ahora el tiempo le ha dado un color misterioso que no encuentro en la paleta de mis momentos de pintora para plasmarla…la Necesidad.
Ni tú en tus misteriosos y mágicos vuelos,…eso tan valioso de no olvidar de …Compartir.
Hemos crecido, sostenemos esta maravilla por la gracia del Espíritu que decidió un día que recorriendo el universo nos pudiéramos tomar de la mano.
Descubrir que nos guían los mismos principios, que sabemos de luchas pero también de alegrías.
Qué cuando nuestras Palabras se cruzan y arriban a destino es un deleite leernos, acompañarnos, emprender el mismo camino sin nunca habernos visto.
No hace falta, son las almas, esas preciosas que todo lo entienden, que todo lo abarcan.
Me inspiras …te inspiro, creamos, buscamos lo bueno y tratamos de contagiarlo, desconocemos el egoísmo.
Solo sabemos que el espacio es nuestro y desde él con generosidad nos proyectamos.
Quizás sea hasta que Dios corte tu hilo rojo o mi cordón de plata.
Pero mientras tanto…seguimos en vuelo…seguimos alabando…seguimos agradeciendo lo que la vida nos da a cada paso, porque aún por sobre tu muleta y mi soledad somos dos afortunados.
A mi amigo Jorge, el Tucumano.
HADA CELTA
Déjanos tu comentario: